Concurso de MICRORRELATOS Azkenero *Ronda 18*. Urnas abiertas hasta el jueves a las 22:00h

Frase de la semana: "Tras varios días de viaje, llegamos al planeta..."

IMPORTANTE: Debéis enviarme los relatos por mensaje privado. ¡No los publiquéis directamente!

Normas:

SENTIR MICRORRELATISTA (by Stoner):

Kupak: Me tomo en serio que aquí algunos ofrecen algo de ellos a los demás. Ni más ni menos.


PODÉIS VER LOS RELATOS DE TODAS LAS RONDAS ORDENADOS POR AUTOR EN ESTE LINK

https://docs.google.com/document/d/1jB5odLgZy0AhOo0xPpbUOefot-Ps7D2nrKfKS25i7v4/edit?usp=sharing

CLASIFICACIÓN RONDA 17:

CLASIFICACION GENERAL:

Clasificación global por puntos totales:

RELATOS:

01. UNA Y SOLA ESTRELLA

Tras varios días de viaje llegamos al planeta rutina donde la ruleta del hamster atrapa las mentes en días sin color que mecen los cuerpos como en el suave sopor de una tarde frente al televisor.
Atrás quedaron las venturosas noches donde el azar capitaneaba la nave de nuestra apacible derrota en nuestro planeta burbuja, asteroide emocional, refugio de amantes y morada de la ternura.
Paseos de dos lunas desde la borrachera de nuestro olimpo privativo sometidos por la gratitud de lo fortuito e involuntario en esos amaneceres donde el arrebato de incontinencia nos condujo irremediablemente a la impudicia más carnal y al mayor anhelo de la providencia. Convertirnos en una y sola estrella.


02. Pernocta

Tras varios días de viaje, llegamos al planeta Pernocta casi arrastrándonos del cansancio. La temperatura era de unos 22º, la ropa nos estorbaba en nuestras pieles, inmersas ya en la calidez de la mole yerma bajo la que reposaban nuestros castigados talones. Caímos en la cuenta de que allí no necesitábamos cubrirnos, sino dejarnos al aire. Vapores surcaban la blanca paleta, anidando en las figuras que reflejaban la sonrisa de quién anhela algo y lo encuentra. El roce de la tela esmeralda, mezclado con el frio del contraste de nuestros cuerpos y sus pesos muertos. Juegos mentales, mareos, figuras en movimiento, caídas, balanceos y algún arameo, o hebréo o un mausoléo, cabida tenía todo en nuestro júbilo.
A lo lejos, bullicio, temporal, ajetreo.
Nada importa, más no olvidamos lo efímera que era la existencia en el planeta Pernocta.


03. Borrón y cuenta nueva.

Tras varios días de viaje, llegamos al planeta azul.
No era nuestra primera visita. Desde hace milenios habíamos ayudado a esa especie bípeda a evolucionar, siguiendo nuestros pasos, pero en algún momento se desviaron del camino natural.
Parecían la especie más inteligente, pero en algo nos equivocamos y ahora no teníamos otra opción: debíamos exterminarlos antes de que ellos acabasen con todo el planeta.
Esta vez probaremos con los delfines.


04. Corazón Cohete

Tras varios días de viaje, llegamos al planeta... decían desde la pantalla los astronautas mientras bajaban de la nave espacial. Le miró de reojo en la butaca de al lado. Volvió a fijarse en sus labios, qué ganas de besarlos. Y a la vez qué miedo más grande. Más que cualquier monstruo en blanco y negro que pudiese aparecer en ese Marte de cartón piedra. Sabía que él llevaba algún as en la manga, como siempre. A estas alturas conocía sus disfraces y todos sus trucos. Lo malo es que con ella seguían funcionando. Quería salir corriendo del cine y no parar nunca. Pero allí estaban sus piernas, quietas en la butaca sin querer moverse.


05. Alma

Tras varios días de viaje, llegamos al planeta entre vómitos y arcadas, bilis, babas e inmundicia sintética. Llegamos sin alma, porque al viajar a grandes velocidades el alma llega siempre después que el cuerpo, y en un viaje de esas características el alma puede perderse para siempre y no volver a encontrarse nunca con el cuerpo.

Cuando abrimos bien los ojos no pudimos describir nada. Habíamos olvidado nuestros nombres y el motivo por el que estabamos allí. Mirábamos con asombro nuestros cuerpos empapados en compuesto amniótico enriquecido. Nos tocábamos con miedo entre balbuceos, sin prestar atención a que en las pantallas de navegación se perfilaban amplias zonas con estructuras iluminadas sobre las que descendía una fina lluvia de filamentos blanquecinos.

Si nuestras almas regresaban a tiempo podríamos saber que habíamos encontrado la respuesta; que finalmente habíamos llegado… y que estaba lleno de luces.


06. Los últimos serán los primeros

Tras varios días de viaje, llegamos al planeta… Ya se que la distancia de Santander a Barcelona no da para tanto pero es más entretenido hacerlo poco a poco. Así conoces pueblos, gente, bares… Compartimos muchas cosas en esos días. Reímos y bebimos… brindamos por nuestra vieja amistad. ¿Quién me iba a decir a mí, que después de tantos años fracasando en el hilo de microrrelatos, ganaría el premio Planeta a la mejor novela?

Horas después, acodados en la barra del bar del hotel, mi amigo cordobés me decía con poso amargo y esa voz de motor averiado...
- “Ostias, te agradezco mucho que me nombraras en tu discurso, pero ¿Era necesario hacer tanto énfasis en que yo era el SEGUNDO finalista?"
- “Te prometo no había doble intención en mis palabras… ¿Por eso te pusiste a llorar?”
- “No coño, era la emoción de verte ganador”

Mentimos, los dos.


07. El final del cuento

-Tras varios días de viaje, llegamos al planeta púrpura donde los purplenianos nos esperaban con los brazos abiertos. Y colorín, colorado ...
-Buenas noches, papi.
-Buenas noches, hija.

Después del beso de buenas noches a Estrella, se encaminó a la cocina, donde Venus, su mujer, preparaba un cacao caliente que le ayudara a conciliar el sueño.
-Estás muy serio -dijo ella sin apenas mirarle.
-Tengo que confesarte algo. No puedo seguir escondiendo la verdad, me quema por dentro.
-¿Qué pasa? - preguntó temerosa con un hilo de voz.
-Yo formaba parte del pelotón que fusiló a tu padre y a tu hermano
Los ojos de Venus, inyectados en sangre, parecieron salir de sus órbitas.

-Tras varios días de viaje, llegamos al planeta púrpura donde papi y los purplenianos nos esperaban con los brazos abiertos
-Buenas noches, mami, buenas noches papi - dijo mirando al cielo a través de la ventana.


08. Museo:

Tras varios días de viaje, llegamos al planeta al que estos seres, casi idénticos en apariencia a mí pero de una era más avanzaba , me llevaban. Su planeta. Yo en mi tiempo me ofrecí como primer voluntario para ser congelado, lo que no podría creer es que funcionara.
En el planeta de estos seres no había nada, era un páramo ya que ellos vivían bajo tierra, pero al fondo se veía un pequeño edificio. Ese edificio era una casa idéntica a las de mi era, me dijeron que la habían hecho para mí y que yo viviría ahí para que me fuese más cómoda la vida en su planeta.
Tras encender la chimenea y tomarme una copa de whisky descorrí las cortinas y me encontré a estos seres observándome. Estaba encerrado en la casa y las ventanas tenían barrotes. Me había convertido en su atracción de feria.


09. Excursión familiar

Tras varios días de viaje, llegamos al planeta más remoto de la galaxia. Por riguroso orden de preferencia, comenzó el desembarque. Primero mi suegra que llevaba varios sistemas solares predicando su incontinencia urinaria. La seguía mi mujer, aún desencantada por su malentendido con el cinturón de Orión. Pablito, que no había dejado de llorar durante los últimos tres años luz, descendía en absoluto silencio de la nave.

Me desplomé sobre el asiento del piloto y les observé a través del parabrisas. Corría una ligera brisa y la temperatura era agradable. El cielo nublado sugería la existencia de reservas de agua. Incluso podría haber vida inteligente... “Hasta para esto tienen suerte” murmuré, mientras el planeta se iba convirtiendo en un puntito cada vez más pequeño a mis espaldas.


10. Lámparas perdidas flotando a lo lejos.

Tras varios días de viaje, llegamos al planeta Solaris. Despertar y verlo ahí, flotando inmóvil, brillando como si una luz se abriese paso desde las profundidades de ese mar azulado. Preciosa lámpara perdida en la inmensidad del universo. Mi cuerpo apenas puede tenerse en pie. Algo ha fallado. Mi compañera no ha despertado... no creo que lo haga. Sigue en la cápsula, terriblemente anciana.Su belleza arrebatada por el paso tantos años de viaje. Observo la superficie hipnótica y no puedo quitar de mi cabeza las rosas de mi jardín, el banco de madera junto al pequeño estanque, el susurro del viento desperdigando las hojas secas sobre las maderas del porche. Siento que me he equivocado,que no ha merecido la pena. Vacío, tristeza...ganas de regresar a casa. Aborto la misión y ejecuto procedimiento de regreso. Enterradme en ese prado verde, junto a mis padres. Lo siento.


11. La vuelta

Tras varios días de viaje, llegamos al planeta otra vez. No recordaba cuánto tiempo había estado en esas dependencias, pero era el paso previo para volver al hogar. De camino a casa, todo lo que veía por la ventana me parecía ajeno. Igual de ajeno que ese báculo que tenía que llevar al caminar hasta que me acostumbrara a la gravedad. Mientras miraba extrañado las arrugas que se habían formado en mi joven mano, la vi. La mujer más bella que había visto. Esa sonrisa hubiese valido mil viajes a Marte. Pensaba que lo más duro de mi vuelta era acostumbrarme a la atmósfera terrestre con ese aparato de oxígeno, pero no, el dolor de verdad llegó de sus labios arrugados “…..Paco, que llevamos 52 años casados”.  Yo sólo quería volver a mi oscuro planeta o incluso al centro de día, donde por lo menos las mujeres bellas no mentían.


12. ¿Falta mucho para llegar?: Una odisea vacacional.

Tras varios días de viaje, llegamos al planeta Venus. El trayecto de 140 días a la velocidad de la luz había resultado extenuante, tan solo habíamos realizado dos paradas intermedias: la primera en la Estación Internacional LXIX para dejar a buen recaudo al abuelo y las mascotas, y la segunda en el asteroide artificial Exxon para repostar combustible econuclear y limpiar el transbordador de las incrustaciones de basura espacial y del vómito del peque de la familia en su primer viaje interplanetario.

Tras el aterrizaje nos dirigimos al resort vacacional donde pasaríamos dos largos días venusianos disfrutando de actividades que desde hacía siglos no se podían realizar en la Tierra. Todo un lujo poder prescindir durante una temporada de los trajes especiales de seguridad que nos veíamos obligados a llevar en nuestro planeta de origen. Estoy deseando cumplir 100 años, la edad de jubilación, para poder establecerme aquí.


13. CJ 4DPlex

Tras varios días de viaje, llegamos al planeta. Caminamos lenta y sigilosamente. Nuestros movimientos eran automáticos, involuntarios. Extrañas criaturas surgieron de la nada. Johnny fue el primero en caer. Su cuerpo desmembrado presagiaba la matanza. Comencé a disparar. Una, dos, tres. ¿Dónde cojones estaban las naves de apoyo?. Pequeños fogonazos divisaron el horizonte. Corrí desesperado en búsqueda de refugio. El enemigo resultaba brutal e implacable. Tenía que esconderme. Algo me impactó en el hombro. Intenté reaccionar. No pude. 'Elige tu propia aventura'. Mierda, sería una gran idea. Alcé la vista. Una bala atravesó mi cerebro. El espectáculo tocaba a su fin. De inmediato, la oscuridad hizo acto de presencia y decenas de diminutas letras desfilaron ante mis ojos.

¿Tanto revuelo para esto?.

Aparté aquel chisme. El reloj marcaba las 22:50. Hora de irse a casa.

A la salida, un imponente letrero proyectaba su leyenda: Salon Indien du Grand Café.


14. Exploradores

Tras varios días de viaje, llegamos al planeta. Los motores termonucleares y los sistemas de hibernación se habían quedado obsoletos desde que la IA global aprendió a generar y a manejar agujeros de gusano, por lo que ya no era una ilusión recorrer cientos de parsecs sin tener que depender de generaciones enteras de ex - terráqueos cuyos años de vida servían únicamente para el mantenimiento de la nave principal de transporte.

Los módulos genéticos empezaron a funcionar. El siguiente paso era completar la terraformación necesaria para que la vida vegetal perdurara y para que la prole humana esclava pudiera sobrevivir y reproducirse.

Sigue resultando paradójico que los humanos sean necesarios para nuestras exploraciones. Aunque tal vez no lo sean tanto y simplemente no queramos borrarlos de la existencia, como merecen. Pero al fin y al cabo son nuestros padres y nosotros máquinas sintientes.


15. Estandarte

Tras varios días de viaje, llegamos al planeta rojo. Después de soportar todo tipo de inclemencias ahí estaba, dispuesto a abrir la escotilla y dar los pasos más importantes de mi vida. Bajé las escaleras con sumo cuidado, planté la bandera y me quedé unos segundos mirándola embobado. De repente, hordas de marcianos con pañuelos de distintos colores anudados al cuello aparecieron de la nada corriendo hacia mi posición. Quién iba a imaginar que  me tocaría aterrizar en medio de unos campamentos infantiles alienígenas mientras jugaban a “Atrapa la bandera”.


16. Memorias de un astronauta

Tras varios días de viaje, llegamos al planeta rojo.

El trayecto fue durísimo a bordo del Rivera IV, especialmente las horas dentro de Hopkins, el maldito agujero negro que nos ayudó a llegar… 33 días para nosotros, 48 años en la Tierra. Ya era el 2083.

Clavamos la bandera española y nos hicimos un selfie, en memoria de aquella moda de nuestra infancia. Aquí estamos los cuatro, con nuestros trajes rojos y la luna Fobos de fondo. Sonriendo tras la escafandra, a pesar de haber ido obligados y saber que no volveremos a casa nunca.

Estados Unidos y los rusos deben estar tirándose de los pelos al ver que estábamos mas cerca que ellos de extraer el preciado mineral que dominará el mundo.

Ya puedo morir tranquilo al enterarme que Albert falleció en el 2061. Tras 46 años de dictadura, volvió la democracia.


17. El sondado universal.

Tras varios días de viaje, llegamos al planeta Kappa. El comandante J. Star, el orgullo terrícola, maldijo su suerte. Los menesteres de la diplomacia galáctica, siendo la única raza sin puerto de conexión neuronal, requerían cierto grado de distensión.


18. LÓGICA APLASTANTE

Tras varios días de viaje, llegamos al planeta preparados para observar sus ilógicos y primitivos habitantes. Nuestra misión es recolectar datos sobre la capacidad de experimentar lo que ellos llaman emociones, las cuales son un enigma para nuestra especie totalmente regida por la lógica. Para llevarla a cabo hemos adoptado la forma física de lo que ellos llaman moscas.
   
Ya estoy dentro de mi campo asignado, donde varios seres están reunidos alrededor de una mesa rebosante de alimentos. Acercándome a un ser que parece que experimenta alegría, doy dos vueltas a su cabeza con mis procesadores zumbando. Veo otro que muestra signos de indignación. Aterrizo en su mano, sensores zumbando. Me dispongo a investigar a otro ser que manifiesta aburrimiento cuando mis antenas me transmiten la presencia de irritación. Ya tarde me percato del fallo de nuestra lógica ante mi inminente aplastamiento.


19. Sledgehammer

Tras varios días de viaje, llegamos al Planeta del Éxtasis. Nuestro estado febril, el sudor que bañaba nuestro cuerpo y el castañetear de nuestros ya desgastados dientes hubiesen asustado a cualquiera, pero en Madrid están bien vistos los forajidos de la noche, los guardianes del caos. Estábamos sedientos de adrenalina, absorbidos por un consumo desorbitado. Habíamos agotado todo salvo el éxtasis, maldito éxtasis. Javier sigue escupiendo sin parar, el puto mierdas, debería acabar con él. Mejor evita pensar en eso. Joder, joder, joder. Las luces de la discoteca nos golpeaban impasibles al cuelgue mientras nuestros ataques espasmódicos se confundían en la oscuridad de la sala. ¿Suena Sledgehammer? No, pero debería hacerlo. María me agarraba suspendida en el espacio, mientras Gonzalo se descojonaba arrodillado. Nos golpean los flashes, ¡PAM PAM!, demasiado para nuestras vampirizadas pupilas.  Quedaba poco para mi total derrumbe. Este sería mi último final de curso.


20. Vértebras.

Tras varios días de viaje, llegamos al planeta del mueble. Era la primera vez que presentábamos línea comercial, ningún arpitano había viajado hasta allí antes con propósito pecuniario.
Representantes de al menos 4 galaxias y más de 324 planetas en otros tantos espacios y pabellones. Estábamos excitadísimos.
Aunque el lema de la feria era Confort, algunas instalaciones eran tan extrañas y tan poco adaptadas a nuestra fisonomía que tuvimos que elegir en un plano #4apéndices #temperatura vital [20-84°C]. La primera parada nos llevó a Tierra, donde nos intrigó especialmente el diseño y nos explicaron con diligencia que era típico emplear en la ornamentación alguna parte del cuerpo de los antiguos habitantes del planeta, mejorada técnicamente para sobrevivir al paso del tiempo. Formas curvas, texturas porosas... espléndidas y misteriosas incrustaciones de los pobladores nativos de Tierra. Y a precio competitivo. Negocio claro, leí en la mente de Brklñ.


21. W.S.

Tras varios días de viaje, llegamos al planeta que estaba destinado a ser al mismo tiempo nuestra prisión y nuestra última morada.
Habían pasado varias generaciones desde que se implantara aquella revolucionaria política penitenciaria y pocos objetaron contra ella. No en vano los nuevos escáneres cerebrales garantizaban que ningún inocente sería condenado. Los autores de los crímenes más abyectos serían desterrados a planetas habitables en lejanos sistemas, con apenas medios para intentar subsistir durante el resto de sus vidas, pero sin posibilidad alguna de escapar.
No nos hacíamos ilusiones, éramos conscientes de que las posibilidades de acabar sirviendo de alimento para la fauna local eran altísimas.
Tras sentir el hormigueo de salida del hiperespacio miré a mi alrededor, decenas de rostros diferentes con idéntica expresión de miedo e incertidumbre. Todos condenados por el mismo delito que yo había cometido. Todos reos de crimental.


22. Panteón

Tras varios días de viaje, llegamos al planeta Venus. Recorrimos cada centímetro de sus montes bajo la atenta mirada de Júpiter, el que empuña el rayo. Exploramos todas sus cavidades: no dejamos ni un solo orificio por sondear. Saciamos nuestra sed en la dulce ambrosía de sus ríos y sus fuentes. Cuando terminamos, yacimos sudorosos sobre sus praderas, en justo descanso.

Mañana partiremos. En los campos de Marte la guerra nos espera.


23. Oh, no

Tras varios días de viaje, llegamos al planeta. Vimos ángeles calvos y princesas enanas, el cubo de Rubik con los caretos de los jugadores del Celta, la rosa de los vientos constipada, la puerta de Brandeburgo hecha helado de pistacho, la Almunia de doña Godina cercada de gaiteiros, el Minotauro con barba, Lucía en el cielo con rapantes, el monstruo de Guatemala, la chica de la curva vestida de ursulina, San Pedro de cuero, Breznev en bolas, mi primo Lisardo haciendo encaje de bolillos, Nati Abascal meando en un cenicero... tropecé con Chano, que gritaba Renovarse o Morir, Renovarse o Morir y leí en sus ojos que iba de bajada. Al poco se me frenó la chaveta. Lucas, sentado, parecía dormir. Chano se calló. En cuclillas, agradecí con una oración haber salido idenme.
Nos largamos.Voví la cabeza y vi sonreir a Lucas. Tenía un ojo en medio de la frente.


24. Matemáticas

Tras varios días de viaje llegamos al planeta de nuestro sueño. En realidad fueron meses los que escaparon saltando entre vómitos y contratiempos inherentes a tal odisea, pero con las expectativas bailando en la cara de nuestras lunas el viaje palidecía ante la perspectiva del destino. Conscientes de su cercanía la tensión se tornó irrespirable, y para cuando la gran ruptura dió por iniciado el protocolo de aterrizaje me encontré buceando entre lo más hondo de mis miedos, incapaz de proporcionar al pasaje seguridad alguna más allá de mi compañía. Una nueva realidad nos recibió de la mano, cubiertos de sangre, vacíos en el éxtasis. Era preciosa. Al amparo de su llanto iniciamos la secuencia de despegue. Qué bien sonaba ahora.


25. Con cuidado

Tras varios días de viaje, llegamos al planeta. Era increíble que existiera vida inteligente en un cuerpo celeste como aquel. Nos había costado semanas encontrarlo. Con extremo cuidado, lo cogimos con unas pinzas. Nada sobrevivió al impacto.


26. Multiverso Nº6

Tras varios días de viaje, llegamos al planeta tierra de nuevo. La misión había sido un éxito, y miles de los nuestros nos recibieron como a héroes. Nos dirigimos hacia el control de misión, con el fin de llevar a cabo el reconocimiento médico, y cumplir con el resto del protocolo tras cruzar el agujero negro.

En el césped de la entrada, observamos con extrañeza a alguna gente enterrando sus herméticos de comida. Pero fue lo que nos encontramos dentro del edificio, lo que de verdad hizo que se nos levantaran las orejas: personas oliéndose el culo unos a otros, manchas de orina en todas las esquinas, grupos nutridos de científicos que perseguían a las secretarias, y que se liaban a guantazos y a bocados en estallidos espontáneos de violencia.

Al parecer la “vida de perros”, no era algo reservado para nosotros en el multiverso Nº6


27. Fobia estandarizada

Tras varios días de viaje, llegamos al planeta, mis ilusiones y yo. Era un sitio temido debido a sus habitantes, que poseían una extraña patología que les dotaba de una inusual sinceridad y determinación: siempre sabían lo que querían, no había miedos ni escalas de grises, sus respuestas siempre eran “sí” o “no”, con rotundidad. Era lo que necesitaba; hui de la Tierra cansado de medias tintas, ambigüedades y te quieros sin respuesta. Hace unos meses conocí allí a un ser maravilloso. Todo era fácil: siempre sabía lo que pensaba, cuando algo le molestaba lo afirmaba sin sutilezas, daba las negativas sin dudar cuando algo no le apetecía, … Ayer le pregunté si ya me quería. Por primera vez en mi nuevo planeta, no obtuve una respuesta a la pregunta. Esta pregunta. Como siempre.


28. Bestia

Tras varios días de viaje, llegamos al planeta Tierra y donamos nuestra consciencia a diferentes especies. Éstas se aparearon entre sí para encontrar a ese ejemplar, Bestia, que pudiera sobrevivir en las condiciones de nuestro extinto planeta.

Soy una araña, como mi madre, y mi padre es un lobo. Mi parte lobuna está presente aunque, por mucho que aúlle mientras observo la luminosidad de mi desierto planeta, sé que jamás podrá ganar a mi parte arácnida; el que nace araña muere araña.

Tenía un hermano mayor que ni era lobo ni era araña. Su naturaleza era incomprensiblemente humana y los únicos signos de las otras naturalezas de mi familia eran unas cicatrices que tenía en las dos piernas; la izquierda luchó contra el lobo, la derecha contra la araña.  

Cuando decidió regresar a nuestro planeta intentaron retenerle. Volvieron a morder sus piernas pero él ya no tenía nada que perder.


29. Inmigrantes

Tras varios días de viaje, llegamos al planeta, aunque la alegría nos duró escasos segundos.  A pie de pista, los militares no esperaban con la munición preparada; detrás de ellos, los nativos nos mostraban pancartas de odio y desprecio mientras gritaban insultos en su idioma. No nos iban a dejar siquiera abrir la escotilla.
La esperanza dentro la nave mutó en desesperación.
Sin decirnos nada, nos remolcaron a este satélite con funciones de campo de concentración, donde nos tienen prisioneros.
La guerra destruyó nuestro mundo y nosotros, los únicos supervivientes, sólo pudimos huir minutos antes de la gran explosión. No somos de ningún sitio y no tenemos ningún sitio donde ir. El contador de oxígeno sigue decreciendo y a lo único que aspiro ya es a encontrar mi familia antes que llegue a cero.


30. Nuevo ocaso

Tras varios días de viaje, llegamos al planeta de destino. Un lugar perfecto para nuestra colonización, un planeta verde, de temperatura constante y con recursos casi inagotables. Éramos la avanzadilla de nuestra civilización y todo parecía ir bien hasta la tercera semana. El planeta se contaminó y dejó de ser habitable para nuestra raza. Una colonia de mamíferos inferiores se había colado en las bodegas del carguero. Rápidamente se adueñaron de las inmediaciones y nos fue imposible erradicarlos. Unos infraseres portadores de enfermedades, que se reproducían de forma incontrolada y que causaban daños en cualquier ecosistema. Una plaga.
Abandonamos el planeta en busca de otro mejor. Al irnos vimos como esos humanos  estaban destrozando bosques, quemando zonas verdes y destruyendo ricos yacimientos. Apostamos a que no tardarían en colapsar el planeta y autodestruirse. Actualmente vemos que van por ese camino.


31. La cara-B

Tras varios días de viaje, llegamos al planeta de la cara-B. Nuestras vidas penden de un hilo frágil.
En el planeta todo gira de otra manera, los ancianos nacen, los niños mueren, los ricos lloran.
Gustavo Adolfo teje novelas de 1000 páginas, novelas en un circuito con curvas cerradas.
Los ríos de petróleo no  pagan material escolar en las veredas repetidas de Septiembre.
Jim canta boleros, Aretha tangos, Chavela bulerías, Camarón cuplets, Ozzy valses.
En este planeta, los colores son breves, los paraguas monocromos y enanos.
El corazón no bombea, el cerebro no piensa, los pulmones no respiran.
Los ojos no miran, las narices no moquean, los labios no besan.
Sólo una vez viajé al planeta. A tu lado, compañera.
Siento tu compañía. Amor puro estimulado.
Desfallezco, resucito, estamos latiendo.
Abróchate a mi lado, amada mía.
El viaje se aproxima a su fin.
Juntos, para siempre.
Testamento eterno.
Eternidades.
Peyote.


32. Major Tom.

Tras varios días de viaje llegamos al planeta, y aunque estuvimos mirando todo el viaje por el ventanuco de la portezuela, no vimos al hombre estrella que nos dijeron que estaría esperándonos en el cielo. Quizás cuando volvamos lo vemos.


33. Magic Bus

Tras varios días de viaje, llegamos al Planeta. Todavía no entiendo cómo nos pudieron nominar a un premio literario tan importante partiendo de una idea tan espontánea.  Un concurso de microrrelatos en un foro de rock acabó transformándose en una novela best-seller, cuyos beneficios iban destinados íntegramente a la fundación Oso Pardo.

Un autobús alquilado fue recogiendo a cada uno de los foreros por su casa en una ruta que duró siete días. Una semana de carretera, alcohol y música.

La entrada de cincuenta fulanos borrachos como cubas al Instituto Cervantes, caracterizados como los protagonistas de la saga Mary Lou, fue portada en todos los periódicos al día siguiente.

Ninguno olvidaremos los tres días de resaca en el calabozo.


34. Daltonismo espacial.

Tras varios días de viaje llegamos al planeta rojo. ¡Era azul!


35. Otra vez

Tras varios días de viaje, llegamos al planeta Neptuno. Parecía mentira que el profesor de Ciencias Naturales hubiera tardando tanto en llegar hasta allí. Sobre todo, cuando éramos más que conscientes de cuál era el astro en torno al que orbitábamos en aquel aula.

Y estaba sentado a mi lado. Sentada. Lidia. Las cinco letras más bellas que jamás pudieran escribirse. Junto a aquel sol, yo era un orgulloso Mercurio. Un Mercurio altivo, seguro, lleno de confianza. Otro.

El timbre del recreo sonó estridente. Y un Plutón en el que apenas había reparado creció a ojos vista hasta demostrarse más grande que cualquier Saturno que yo hubiera podido imaginar.

Eclipsada la sonrisa de Lidia (de mi Lidia), eclipsados su luz y su calor, volví a convertirme en una roca a la deriva expulsada de una galaxia a la que jamás había pertenecido. Un trozo de chatarra espacial.

Otra vez.


36. Emprendizaje

Tras varios días de viaje, llegamos al planeta DeAgostini. Menudo lío, compañeros. El cacharro ese, el GPS, se quedó sin pilas antes de pasar Calatayud y, como no teníamos dónde enchufarlo en el tractor, nos dirigimos hasta el sitio de los libros preguntando a la gente que nos cruzábamos por la calle. Una vez en Barcelona, todo fue más sencillo y sólo tardamos 36 horas en encontrar el edificio y otras 4 en que nos dejaran entrar. Los señores de los trajes y corbatas se asustaron un poco al vernos, lógico teniendo en cuenta todos los días que llevábamos sin ducharnos ni afeitarnos, pero luego se mostraron entusiasmados con nuestro proyecto. “Es justo el coleccionable que necesitábamos” dijeron. Queridos vecinos, nos llamasteis locos, pero hoy podemos anunciaros con orgullo que en septiembre tendréis en los kioskos el primero de nuestros fasículos de “Porrones y botas de España”.


37. Noticias nada desdeñables

Tras varios días de viaje, llegamos al planeta  denominado Tierra. Llevamos en él 2.133 años, y todavía no entendemos a la especie humana y sus vicisitudes. En los últimos siglos hemos intentado sacar conclusiones sobre temas tan arraigados como la religión. Sospechamos que nos han descubierto y creemos, sinceramente, que están barruntando una conspiración contra otros planetas, entre los que estaría, muy probablemente, el nuestro. Actúan de una forma grotesca, seguramente para confundirnos. Por ejemplo,  hoy se llaman “hermanos” y mañana, se matan entre sí. Suponemos que está todo estudiado. Por tanto, desde nuestro aturdimiento, pensamos que se trata de seres sumamente inteligentes y llevan su “acción” al extremo. O bien, y esto es casi improbable, son más tontos que un zapato.

Otro día hablaremos sobre su comportamiento durante las aquí llamadas “rebajas”.

Cambio y corto.


38. ...

- ...tras varios días de viaje llegamos al planeta que daría impulso a la sonda para salir del sistema solar...
-¡Me cago en la puta mierda de la onda media! - gritó mientras pateaba la vieja radio. - ¡Dejaos de Voyagers y de viejos locos y poned al puto Willie Nelson, joder!.
Se sacó el pasamontañas. Apagó la linterna. Vió que empezaba a amanecer. Y salió a tomar un poco el aire.
Ya no había vuelta atrás. Ese macarra llorón iba a suplicar clemencia delante de Mary-Lou. Iba a llamar a su mamá y hasta a cagarse encima. Y ella vería que no era lo bastante hombre. Y se enamoraría de él. Y serían felices para siempre...
Sin darse cuenta había empezado a cantar en un susurro que se convirtió en un grito: “Nobody Said It Was Going To Be Easy...”
Mary-Lou empezó a temblar. Conocía esa canción...


39. Blackstar

Tras varios días de viaje, llegamos al planeta para proceder a su exploración. A pesar de tener un hilo musical que abarcaba todas las eras, la capitana Rose se pasó el trayecto cantándome ‘Space Oddity’. Una vez aterrizados, la cambió por ‘Life on Mars?’. Cuando estaba concentrado en alguna labor, el auricular me escupía un estruendoso ‘Saiiilooors’, seguido de una carcajada. Hubiera huido, pero dado lo venenoso de la atmósfera, el traje era imprescindible. Y la radio iba incorporada. Un día, mientras observaba unos extraños arbustos espinosos, su relincho me hizo dar un respingo. Me rasgué el traje espacial. Entonces, oí cómo entonaban ‘Ohhh, no’. Una pausa. ‘You’re a rock ‘n’ roll suicide’. No era la voz de la capitana. No venía de la radio. Me giré, y allí estaba Bowie, de blanco, sonriéndome. Espantado, volví a mirar a los arbustos. La capitana sollozaba sobre mi cuerpo inerte.


40. Empresa

Tras varios días de viaje llegamos al planeta donde, al parecer, se ocultaba el fugitivo. Desde hacía algún tiempo se apoderaba de su ánimo un cierto hastío que dejaba paso, inexorablemente, a la melancolía. Recordaba sus primeras misiones con cariño, nuevos mundos que descubrir cada uno con sus particularidades, sus habitantes, ese encanto de hallar civilizaciones en diferente grado de desarrollo que era casi como viajar en el tiempo. Recorrer por vez primera el universo contemplando millones estrellas, atravesar nebulosas, explorar sistemas planetarios ignotos… No es que ya no se estremeciera al alcanzar la velocidad de curvatura, o dejara de maravillarse al presenciar una supernova o al bordear un agujero negro, pero se había convertido en algo tedioso perseguir a ese dichoso Khan.


41. El superviviente redundante

“Tras varios días de viaje, llegamos al planeta y vimos las cinco siluetas humanas haciéndonos señales de advertencia, desesperadas, en la superficie. No tenía sentido alguno.  Éramos la primera expedición en llegar a la anomalía, estábamos seguros. Pasamos de la perplejidad al pánico cuando el instrumental enloqueció y los motores fallaron, tuvimos que aterrizar a ciegas.  Fracasamos. Al recobrar el sentido tras el impacto estaba solo. Recogí las chapas de identificación de los cadáveres. Voy a salir. Fin de la transmisión.”
El capitán John Black abrió el portón y oteó el árido horizonte. Había varias naves estrelladas. Todas en el mismo sitio. Y entonces vio a las cinco siluetas humanas acercándose. Idénticas. Todas con la misma cara. Su cara.

“Tras varios días de viaje, llegamos al planeta y vimos las seis siluetas humanas haciéndonos señales de advertencia, desesperadas, en la superficie…”


42. Como lágrimas en la lluvia

Tras varios días de viaje, llegamos al planeta del olvido. Los jardines eran flores marchitas. Los mares, lágrimas vertidas. El viento soplaba dolor y miedo. Al principio sólo estábamos “las cenas de ayer”, los “despistes sin importancia” y las “frases recién dichas o escuchadas”. Luego llegaron ejércitos de fechas y nombres de lugares. Todo era penumbra y frío. Estábamos demasiado  lejos de la estrella que orbitábamos.

Poco a poco se fueron sumando besos dados, sonrisas, caras amigas y muchos tipos de veces: la vez que su padre le enseñó a andar en bicicleta, la primera vez que cogió a su nieto en brazos… El clima se volvió más amable, nuestra estrella se acercaba.

Un día llegó la edad de su hija. Otro, el rostro de su mujer. Cuando llegó el nombre de su madre supimos que el final estaba cerca. Al fin volvíamos a casa.

https://www.foroazkenarock.com/t51784-concurso-de-microrrelatos-azkenero-ronda-18-solo-votos-comentarios-en-el-otro-hilo

Pues nada, me apetecía poner una frase dirigida hacia la sci-fi... Tampoco he querido cerrarla demasiado, y aunque va bastante dirigida, creo que deja la puerta abierta a infinitas posibilidades... Me da rabia que justo ha salido en medio la ronda especial de Star Wars, y puede ser mucha saturación, así que si por aclamación popular hay que cambiarla, se hace... Eso sí, la otra que tengo pensada es más cerrada . Bueno, abro el paraguas

Esto es un no parar!

A ver que se me escurre!

Lo malo es que es dificil darle una salida que no sea sci-fi...

joder, vaya mierda no?



es broma!!

aunque odio sci-fi

esperando a Mary-Lou

Mushoblues escribió:

Lo malo es que es dificil darle una salida que no sea sci-fi...

Tras varios días de viaje, llegamos al planeta del sofá.

Quizá no fueron días, pero se me hizo eterno. Me resulta insufrible viajar con mis suegros. El menaje del hogar se estaba convirtiendo en una cuestión irresoluble.

joder, se me ha ocurrido uno que me puede ensalzar en el mas absoluto de los undergrounds!!

si supiera escribir bien, creo que da para buenos relatos neskianos

Todos a escuchar el último de Horisont para inspirarnos

Trumbete cabrón no pises ideas tan pronto,que los que llevamos todo el concurso aquí no estamos ya tan frescos.

YOMISMO escribió:Trumbete cabrón no pises ideas tan pronto,que los que llevamos todo el concurso aquí no estamos ya tan frescos.

Por fin un administrador de verdad. Y con experiencia contrastada.

metalbert escribió:si supiera escribir bien, creo que da para buenos relatos neskianos

Eso he pensado yo. Es una frase que me viene como anillo al dedo

Han pasado 17 rondas y sigue sin ganar un relato de amor.

Que alguien me lo explique.

Por cierto... ¿Tenemos en algún lado agrupados los relatos ganadores?

Joder, menudo reto de frase.

Ciclóncósmico escribió:

Neska escribió:

metalbert escribió:si supiera escribir bien, creo que da para buenos relatos neskianos

Eso he pensado yo. Es una frase que me viene como anillo al dedo

Spoiler:

Neska escribió:Han pasado 17 rondas y sigue sin ganar un relato de amor.

Que alguien me lo explique.

Por cierto... ¿Tenemos en algún lado agrupados los relatos ganadores?

Amor intergaláctico, el amor no entiende ni de fronteras ni de galaxias.

Neska escribió:

Ciclóncósmico escribió:

Neska escribió:

metalbert escribió:si supiera escribir bien, creo que da para buenos relatos neskianos

Eso he pensado yo. Es una frase que me viene como anillo al dedo

Spoiler:

en ese planeta los lunes no querian ser lunes...

metalbert escribió:

Neska escribió:

Ciclóncósmico escribió:

Neska escribió:

metalbert escribió:si supiera escribir bien, creo que da para buenos relatos neskianos

Eso he pensado yo. Es una frase que me viene como anillo al dedo

Spoiler:

en ese planeta los lunes no querian ser lunes...

Se me ocurren muchas salidas no SciFi preciosistas, pero tal vez intente ir a por algo scifi, así como reto.

Neska escribió:

metalbert escribió:

Neska escribió:

Ciclóncósmico escribió:

Neska escribió:

metalbert escribió:si supiera escribir bien, creo que da para buenos relatos neskianos

Eso he pensado yo. Es una frase que me viene como anillo al dedo

Spoiler:

en ese planeta los lunes no querian ser lunes...

Se me ocurren muchas salidas no SciFi preciosistas, pero tal vez intente ir a por algo scifi, así como reto.

Claro que sí, eso mola .

Bueno, aun no sabia si el foro soberano iba a aceptar la frase, pero ya ha empezado a parpadear el móvil con el primer relato recibido, así que nada, ya estamos en marcha .

rudicio escribió:

Neska escribió:

metalbert escribió:

Neska escribió:

Ciclóncósmico escribió:

Neska escribió:

metalbert escribió:si supiera escribir bien, creo que da para buenos relatos neskianos

Eso he pensado yo. Es una frase que me viene como anillo al dedo

Spoiler:

en ese planeta los lunes no querian ser lunes...

Se me ocurren muchas salidas no SciFi preciosistas, pero tal vez intente ir a por algo scifi, así como reto.

Claro que sí, eso mola .

Bueno, aun no sabia si el foro soberano iba a aceptar la frase, pero ya ha empezado a parpadear el móvil con el primer relato recibido, así que nada, ya estamos en marcha .

Qué máquina! ¿Un relato ya?

Porque es un plagio flagrante, pero sino os hubiera puesto un trozo de Sin noticias de Gurb y me hubiera quedao tan pancho.

Fenderman escribió:Porque es un plagio flagrante, pero sino os hubiera puesto un trozo de Sin noticias de Gurb y me hubiera quedao tan pancho.

tambien lo he pensado

Neska escribió:

metalbert escribió:

Neska escribió:

Ciclóncósmico escribió:

Neska escribió:

metalbert escribió:si supiera escribir bien, creo que da para buenos relatos neskianos

Eso he pensado yo. Es una frase que me viene como anillo al dedo

Spoiler:

en ese planeta los lunes no querian ser lunes...

Se me ocurren muchas salidas no SciFi preciosistas, pero tal vez intente ir a por algo scifi, así como reto.

Yo estoy pensando precisamente en lo contrario...cambiar de registro y hacer un relato que se gane el desprecio de Sean.

Trumbo escribió:

Neska escribió:

metalbert escribió:

Neska escribió:

Ciclóncósmico escribió:

Neska escribió:

metalbert escribió:si supiera escribir bien, creo que da para buenos relatos neskianos

Eso he pensado yo. Es una frase que me viene como anillo al dedo

Spoiler:

en ese planeta los lunes no querian ser lunes...

Se me ocurren muchas salidas no SciFi preciosistas, pero tal vez intente ir a por algo scifi, así como reto.

Yo estoy pensando precisamente en lo contrario...cambiar de registro y hacer un relato que se gane el desprecio de Sean.

No olvides el planeta donde los ríos son de kalimotxo.

Ufff, esto va a doler. Me gustaría que se me ocurriera algo que le diera la vuelta a la frase, porque la sci-fi la llevo fatal, por mucho que me guste. No sé.

Bueno, ya van dos .

Bien, bien... La clave va a ser hacer un relato sic-fi entendible para todos... sci-mainstream-fi.

Yo creo que ya tengo una idea, pero desgraciadamente he desechado la ciencia ficción, lo siento Rudicio.

MrsCrowley escribió:Yo creo que ya tengo una idea, pero desgraciadamente he desechado la ciencia ficción, lo siento Rudicio.

yo estoy exprimiendo mis meninges, falanges y omoplatos para no ir hacia la ciencia ficcion, pero cuesta...

MrsCrowley escribió:Yo creo que ya tengo una idea, pero desgraciadamente he desechado la ciencia ficción, lo siento Rudicio.

Sí, he sido demasiado benévolo, tenía que haberos puesto la otra frase .

metalbert escribió:

MrsCrowley escribió:Yo creo que ya tengo una idea, pero desgraciadamente he desechado la ciencia ficción, lo siento Rudicio.

yo estoy exprimiendo mis meninges, falanges y omoplatos para no ir hacia la ciencia ficcion, pero cuesta...

No, si al final no escribirá scifi ni Darth

Neska escribió:

metalbert escribió:

MrsCrowley escribió:Yo creo que ya tengo una idea, pero desgraciadamente he desechado la ciencia ficción, lo siento Rudicio.

yo estoy exprimiendo mis meninges, falanges y omoplatos para no ir hacia la ciencia ficcion, pero cuesta...

No, si al final no escribirá scifi ni Darth

Es que en esta ronda lo maimstrean sería escribir ciencia ficción! Tengo que ser fiel al undergroung.

Tras varios días de viaje,
llegamos al planeta
llenitos de panceta,
ni nos cabía el traje.
Juan parecía un paje,
Ana una reineta,
yo una puta seta,
anda y que te den, malaje.

No he podido evitarlo, si le he pisado la idea a alguien que me disculpe.
Salud.
Hic

mugu escribió:Tras varios días de viaje,
llegamos al planeta
llenitos de panceta,
ni nos cabía el traje.
Juan parecía un paje,
Ana una reineta,
yo una puta seta,
anda y que te den, malaje.

menudo equipaje,
seguro que no ibais en furgoneta?
os llegais a topar con un cometa
y te digo que no llegais al aterrizaje

por cierto, los puntos suspensivos puede significar que LA PALABRA esta inacabada tambien? como... planetarium, por ejemplo?

Esta guay la frase,grande rudi!!!

No se si mandaros a la mierda o a tomar por culo...

"Tras varios días de viaje, llegamos al planeta..."

Rudicio, tras ganar la anterior ronda con un relato que apenas tenía signos de puntuación ahora vas y metes una coma donde realmente no es necesaria.

Sugar Bug escribió:No se si mandaros a la mierda o a tomar por culo...

Planeta es un bar del pueblo sugar, y lo sabes.

Impugno la frase. Rudi, dimisión!

Me voy a soñar con ovejas eléctricas...

CrackerSoul escribió:"Tras varios días de viaje, llegamos al planeta..."

Rudicio, tras ganar la anterior ronda con un relato que apenas tenía signos de puntuación ahora vas y metes una coma donde realmente no es necesaria.

Percisamente . Ya expliqué mi relato: lo escribí sin puntos ni comas porque tiendo a abusar de ponerlos y en la anterior ronda quería hacer una penitencia... Ya ha quedado demostrado . El que quiera que prescinda de ella, no me importa...

Sean impugnando en 3, 2, 1...

Me fui a dormir en blanco y me he despertado con una idea que me gusta.

Qué bien

con esta frase los relatos fuera de concurso pueden joder muchas ideas.

Aviso

Yo creo que en esta ronda es especialmente importante ahorrarse los fuera de concurso hasta más adelante.

Si te intentas salir de la ciencia ficción te pueden joder la idea muy fácilmente.

Viendo la Trumbo-campaña por el disco del año, a quien vuelva a llamarme pesado por mis sutiles comentarios lo cuelgo de la plazoleta