HUELGA GENERAL 14 DE NOVIEMBRE DE 2012

SAL PARADISE escribió:Totalmente de acuerdo. Han caído hostias en todos los sitios. No te olvides de Asturias y Leon. De todas formas no trataba de monopolizar territorialmente el maltrato, porque hostias a obreros las ha habido en todos los sitios. Lo que más me jode es que parece que ahora es nuevo. En Andalucía ha habido palos por doquier y nadie ha dicho nada. Tiene cojones que tenga yo que decir esto, con todos mis amigos de Bildu a mi alrededor, guardianes de la ética y moral del universo.

Así es.
En Asturias y León han sufrido tela, no podemos olvidarlo.
Tengo amigos de Cartagena que fueron a apoyar las movilizaciones de Riaño y lo que vivieron allí les cambió la vida, según me han contado en alguna ocasión.
O El LLano contra Peñarroya...en fin, hay tanto ejemplos.

Respecto a Chinaski estoy seguro, es una cuestión de trayectoria. No lo tengo claro respecto a mucha gente que ha mirado hacia otro lado. De la misma manera que aqui tambien hemos hecho lo mismo cuando habían gente jodida en Jaén. O cuando se asesinaba aquí.

Edito para aclaración. Yo, el primero, nacionalista y tal.

SAL PARADISE escribió:Respecto a Chinaski estoy seguro, es una cuestión de trayectoria. No lo tengo claro respecto a mucha gente que ha mirado hacia otro lado. De la misma manera que aqui tambien hemos hecho lo mismo cuando habían gente jodida en Jaén. O cuando se asesinaba aquí.

Edito para aclaración. Yo, el primero, nacionalista y tal.

Bueno, señores, ha sido una gratificante charla.
Voy a seguir currando un rato.
Gabon!

Buenas noches, yo también me voy a dormir. Y de gratificante no ha tenido nada, todo lo contrario.

SAL PARADISE escribió:Buenas noches, yo también me voy a dormir. Y de gratificante no ha tenido nada, todo lo contrario.

Pues también es cierto!!!
Salud!

SAL PARADISE escribió:Lo siento mucho, pero a mi esto de la violencia policial sobrevenida me hace gracia.

Txomin escribió:

Joder, ¿golpes preventivos y de control? una polla, golpeando con saña

Algún día habrá una desgracia de las gordas y luego todo serán lamentos.

Phishead escribió:Algún día habrá una desgracia de las gordas y luego todo serán lamentos.

Ya las ha habido y da igual.
Sacan unos ojo de un pelotazo, tres días con que van a quitar las peloteras, pero ná, ni culpables.
Gente muerta por cargas policiales indiscriminadas e injustificadas, varias y no pasa ná.
Aunque a algunos les sepa mal, hay que organizarse y contraatacar.

Txomin escribió:

Phishead escribió:Algún día habrá una desgracia de las gordas y luego todo serán lamentos.

Ya las ha habido y da igual.
Sacan unos ojo de un pelotazo, tres días con que van a quitar las peloteras, pero ná, ni culpables.
Gente muerta por cargas policiales indiscriminadas e injustificadas, varias y no pasa ná.
Aunque a algunos les sepa mal, hay que organizarse y contraatacar.

la gente nos hemos acostumbrado a mirar hacia otro lado

hasta que no le toca a uno mismo, ya se pueden estar muriendo de hambre el resto del país, ya pueden estar los críos de sus vecinos trabajando de sol a sol en las minas, ya pueden estar torturando en plan Pinochet o Pol Pot al resto de sus conciudadanos, o ya pueden estar fusilando a gente en sus calles, que no moverán un dedo... será por miedo, será por pensar que a nosotros no nos tocará, que seguiremos siendo unos privilegiados y que es mejor que siga eso así, será porque nos han malacostumbrado a unos standards de falso bienestar que no queremos perder, o será por lo que sea, pero ni un puto dedo

se han asegurado de convertirnos en eso

Txomin escribió:

Phishead escribió:Algún día habrá una desgracia de las gordas y luego todo serán lamentos.

Ya las ha habido y da igual.
Sacan unos ojo de un pelotazo, tres días con que van a quitar las peloteras, pero ná, ni culpables.
Gente muerta por cargas policiales indiscriminadas e injustificadas, varias y no pasa ná.
Aunque a algunos les sepa mal, hay que organizarse y contraatacar.

La suerte que tienen esos hijos de puta es que el 99% de las personas que van a la manifestación son gente pacífica y de bien, y de eso se aprovechan. Actuan igual que las bandas de skinheads que tan famosas se hicieron en los 90.

Txomin escribió:

Phishead escribió:Algún día habrá una desgracia de las gordas y luego todo serán lamentos.

Ya las ha habido y da igual.
Sacan unos ojo de un pelotazo, tres días con que van a quitar las peloteras, pero ná, ni culpables.
Gente muerta por cargas policiales indiscriminadas e injustificadas, varias y no pasa ná.
Aunque a algunos les sepa mal, hay que organizarse y contraatacar.

No, si no me refería a eso. Ya sé que han habido, como mínimo, 7 ojos saltados en los dos últimos años. Y gente que ha quedado muy jodida, con bajas permanentes.

Me refiero a que saldrá algún grupete (llámalo anarco, libertario, antisistema o como lo quieran llamar), se le hincharán las pelotas (las genitales, no las de goma), pondrá una fiambrera donde hayan más de 12 antidisturbios y luego se liará en serio. Pero se les acusará de terroristas, que eso no es justificado, patatin y patatan, y volveremos a la vida de los 90's. No tendrán en cuenta todo lo que han cultivado para que se les responda así.

Phishead escribió:

Txomin escribió:

Phishead escribió:Algún día habrá una desgracia de las gordas y luego todo serán lamentos.

Ya las ha habido y da igual.
Sacan unos ojo de un pelotazo, tres días con que van a quitar las peloteras, pero ná, ni culpables.
Gente muerta por cargas policiales indiscriminadas e injustificadas, varias y no pasa ná.
Aunque a algunos les sepa mal, hay que organizarse y contraatacar.

No, si no me refería a eso. Ya sé que han habido, como mínimo, 7 ojos saltados en los dos últimos años. Y gente que ha quedado muy jodida, con bajas permanentes.

Me refiero a que saldrá algún grupete (llámalo anarco, libertario, antisistema o como lo quieran llamar), se le hincharán las pelotas (las genitales, no las de goma), pondrá una fiambrera donde hayan más de 12 antidisturbios y luego se liará en serio. Pero se les acusará de terroristas, que eso no es justificado, patatin y patatan, y volveremos a la vida de los 90's. No tendrán en cuenta todo lo que han cultivado para que se les responda así.

A cuento de todo esto, yo soy pacífico, de verdad. Activista de MOC desde los 16 años (y tengo 39), metido en varias movidas antiglobalizacion (tengo el honor de haber sido miembro fundador de ATTAC en España, después de colaborar con ellos en Francia, en el famoso incidente de Bové en Millau), metido en organizaciones pacifistas y tal... vamos, que creo que no he matado ni una mosca en mi vida.

Pero la situación me ha llevado a sentir cierto regocijo cuando veo las imágenes del mosso atropellado, o cuando apedrean una unidad de UIP. Y todo esto teniendo trabajo, mi mujer también y con un hijo sano, llegando (a duras penas, eso si) a fin de mes, y comiendo caliente cada día. No sé que haría si me encontrara en la situación que se encuentran millones de españoles, sin futuro y sin nada que perder. Tal vez terminaría saliendo en la tele por alguna animalada.

Vamos, que lo que no me entra en la cabeza es que aún no haya habido una respuesta "violenta" a todo lo que ocurre.

Phishead escribió:A cuento de todo esto, yo soy pacífico, de verdad. Activista de MOC desde los 16 años (y tengo 39), metido en varias movidas antiglobalizacion (tengo el honor de haber sido miembro fundador de ATTAC en España, después de colaborar con ellos en Francia, en el famoso incidente de Bové en Millau), metido en organizaciones pacifistas y tal... vamos, que creo que no he matado ni una mosca en mi vida.

Pero la situación me ha llevado a sentir cierto regocijo cuando veo las imágenes del mosso atropellado, o cuando apedrean una unidad de UIP. Y todo esto teniendo trabajo, mi mujer también y con un hijo sano, llegando (a duras penas, eso si) a fin de mes, y comiendo caliente cada día. No sé que haría si me encontrara en la situación que se encuentran millones de españoles, sin futuro y sin nada que perder. Tal vez terminaría saliendo en la tele por alguna animalada.

Vamos, que lo que no me entra en la cabeza es que aún no haya habido una respuesta "violenta" a todo lo que ocurre.

Al tiempo....ya habrá quien en vez de suicidarse prefiera llevarse a alguien por delante. Ojo, que para mí el suicidarse merece todo mi respeto, un suicida no busca la muerte rechaza la vida.

Creo que llegará un momento en que la gente pasaremos del estado de "rabia e impotencia" al de "furia descontrolada". Ahí será cuando las cosas se líen en serio.

Pues ojalá el día de la rabia descontrolada llegue pronto, por lo menos para que no se sientan tan superiores y vivan con miedo.

lo que está claro es que tenemos una policia a la altura del estado, cuando tienen que estar no están y cuando están no hacen más que darte palos y mostrar su impotencia.
Esto pasa en un estado donde el ciudadano no tienen poder de decisión y se le reprime cuando protesta, el estado padre español de toda la vida que te obliga a hacer lo que él quiere o te pega una paliza. tanta democracia , tanta lucha no ha servido para nada.
Luego nos vendrán con el orgullo de ser español

morley escribió:

SAL PARADISE escribió:Lo siento mucho, pero a mi esto de la violencia policial sobrevenida me hace gracia.

¿la maqueta molaba más?


















ya me voy, perdón...

pinkpanther escribió:Al día siguiente de la huelga, toca cine. De terror, por supuesto. Se ha hecho ya costumbre que dediquemos el día después de una huelga o manifestación a ver los cientos de vídeos de brutalidad policial que circulan por las redes sociales. Y la huelga del 14-N, como esperábamos, ha incorporado varios títulos a nuestra filmoteca.

La secuencia del mosso abriéndole la cabeza a un crío en Tarragona, su compañero rematándolo en el suelo, y un tercero apaleando a una chica por estar cerca, se convierte en un clásico del género, a la altura de títulos como “Paliza en el andén del Cercanías”, “Estudiantes apaleados a la puerta del instituto”, o el popular “A mí no, que soy compañero”, que es del subgénero comedia tonta.

Nos pasamos vídeos unos a otros, revisamos fotografías más propias de forense (cabezas abiertas, espaldas amoratadas, hasta un ojo reventado), y reunimos información para elaborar el parte de bajas: cuántos heridos, cuántos detenidos, cuántos periodistas golpeados, cuántos policías infiltrados han sido pillados.

Empieza a parecernos rutina, una más de este ciclo de protestas. Y no puede ser, no podemos normalizarlo. No sé si alguien lleva la cuenta de los apaleados en el último año y medio (desde el 15-M hasta hoy), los detenidos, los cientos que han recibido multas, y la cuenta más difícil de hacer: la de los ciudadanos asustados, que pueden pensar que ir a una manifestación es demasiado peligroso. Si esto es una democracia, hay que decir basta, o lo que estará en riesgo no serán ya solo los derechos sociales.

No es la primera vez que un crío acaba con grapas en la cabeza. Tampoco es la primera vez que una manifestante pierde un ojo: en la huelga anterior hubo otros dos casos, y también en Barcelona; 23 en toda España desde 1990 por el uso de un armamento que en otros países está prohibido, y que hace meses ya mató a un joven en Bilbao.

Cada uno habrá hecho su propia selección de momentos terribles del pasado miércoles, había para elegir: porrazos, empujones, patadas en la cabeza del caído, rodillas en la espalda, cuerpos arrastrados, sin distinguir ni edad ni género, lo mismo hombres que mujeres, lo mismo ancianos que críos. Todos hemos sentido miedo en algún momento, en vivo o en diferido, y eso es lo que buscan: que la próxima vez no vayamos; que cuando la delegada del Gobierno pronostique incidentes violentos, entendamos que ella nunca se equivoca; que al día siguiente hablemos de porrazos y no de la huelga. Una vez más, convertir un problema social en otro de orden público.

Me falta incluir en este artículo una palabra clave, sin la cual todo lo anterior sería incomprensible: impunidad. Porque más fácil que contar cuántos heridos y detenidos ha habido, es contar cuántos policías han sido investigados, expedientados, suspendidos o juzgados. Ya saben la respuesta.

La misma impunidad que ha acompañado a las fuerzas policiales en todos estos años de democracia. Unas veces amparada en la lucha contra el terrorismo, otras en el silencio cómplice de los compañeros, otras en la flojera de la Justicia, y en los casos contados en que sí había investigación, juicio y condena, acudía puntual el gobierno con el indulto. Esa es la historia de los abusos policiales en España, como denuncian organismos internacionales y ONGs desde hace años, y que no distingue de cuerpos, estatales o autonómicos.

¿Hasta dónde va a llegar la actual escalada represiva? Siendo previsible que el malestar vaya a más, ¿irá acompañada de una mayor represión? ¿Qué tiene que pasar para que alguien tome medidas? ¿Pasará como con los desahucios, que hemos necesitado dos muertos y cuatro años de protestas en la calle para que los dos grandes partidos y el gobierno se den por enterados y tomen alguna medida (insuficiente, además)?

No puede ser que tengamos que esperar un muerto para que alguien dé explicaciones, dimita o sea investigado, un ministro, un consejero, un mando policial o un agente. Lo sucedido el miércoles ya debería ser suficiente, debería tener consecuencias.

Nadie desea un muerto, sería subir de golpe varios escalones, nos enfrentaría a un escenario indeseable e imprevisible. Pero deberían saber que están tentando a la suerte a base de golpear cabezas, disparar bolas desde cerca y lanzar furgones a la carrera. Cada día después, mientras vemos los vídeos, pensamos lo mismo: lo raro es que no haya pasado nada más grave. Están a tiempo de frenar.

Aunque pase (que pasó), no dimite nadie ni se depuran responsabilidades. Lo de los videos e imagenes de la brutalidad policial, son necesarios, al igual que lo es una respuesta social. Hay que organizarse y luchar contra esa barbarie que es la represión policial. Objetivos concretos, lucha de guerrillas, acción e invisibilidad. Lo que pasa es que muchos de los que ahora se rasgan las vestiduras con la brutalidad policial, si les contesta con la misma moneda, se ampararán en frases como ese no es el camino, nos ponemos la misma altura, etc....

Phishead escribió:

Pero la situación me ha llevado a sentir cierto regocijo cuando veo las imágenes del mosso atropellado, o cuando apedrean una unidad de UIP. Y todo esto teniendo trabajo, mi mujer también y con un hijo sano, llegando (a duras penas, eso si) a fin de mes, y comiendo caliente cada día. No sé que haría si me encontrara en la situación que se encuentran millones de españoles, sin futuro y sin nada que perder. Tal vez terminaría saliendo en la tele por alguna animalada.

Vamos, que lo que no me entra en la cabeza es que aún no haya habido una respuesta "violenta" a todo lo que ocurre.

Cuando me preguntan si tengo trabajo y me contestan "no sabes la suerte que tienes" siempre respondo: "no, los que no saben la suerte que tienen de que YO tenga trabajo, son ELLOS" No sé que coño ha cambiado en mi cabeza, pero soy capaz de imaginarme brindando con champán ante un acto como el que se está apuntando encubiertamente en unas lineas más arriba. Y no, no estoy orgulloso.

Leyendo de una tacada las ultimas 20 páginas de este tópic a uno le queda la sensación más amarga que podría tener por esta situación que vivimos. Y no por la brutalidad policial, impunidad de los cuerpos del orden, políticos, banqueros, etc. Sino por lo de siempre, la falta de entendimiento entre los "reprimidos". A ver, que yo sepa, en este foro no hay ningún alto cargo político, ningún empresario de ninguna multinacional, ningún policia, ningún banquero.... Es decir, aquí somos todos "victimas", y mirad qué discrepancias cuando lo que debería haber es más unidad.

Por un lado están los que se engañan así mismos. Lo siento, es así, los que os creeis todavía que "tenemos lo que nos merecemos", los que tenemos parte de culpa de lo que está pasando, los que piensan todavía que hemos vivido por encima de nuestras posibilidades, y sin saberlo, les siguen el juego a ellos, a los medios del poder, al propio poder. Son los que más rabia me dan, pero no por ellos, sino porque esos ya están "infectados" Muchos algún dia se caen del burro y acaban viendo la realidad, pero como norma general, no aceptan la lucha, ni la legitiman, ya que piensan que somos tan culpables como contra los que luchamos.

Por otro lado están los que quieren hacer algo, los que piensan que hay que hacer algo, que hay que salir a la calle, que tenemos que parar esto como sea, y que si bien es cierto que en estos mecanismos de huelga hay errores, eso no desligitima que la opción sea la correcta moral y éticamente. Los que aceptan que la sociedad es muy heterogénea, que entre el pueblo llano hay mucha diversidad, que cada uno somos de nuestro padre y de nuestra madre, y que nuestras diferencias no deben importar y debemos apartarlas para luchar por un frente común.

Y luego están los que creen que hay que hacer algo, pero que lo que se hace no es correcto, pero como se dice por ahí, no aportan ninguna opción alternativa porque entreo otras cosas, desconocen cuales podrían ser esas alternativas. Eso al final conlleva al inmovilismo, actitud que también desean desde el poder: no estás conmigo pero por lo menos no estás contra mi. Son también de este grupo los que quieren que les hagan actos de protesta a su medida para que entonces sí se movilicen. Manifestaciones a la carta: No me pongas slogans ridículos que entonces no voy, ponme los que yo quiero. Si el acto es el 15M, son unos niñatos perroflautas que viven en la utopia, si el acto es una huelga promovida por los sindicatos, pues ya sabemos: sindicatos=gentuza.

Yo quiero creer que estoy en el segundo grupo, creo que esa debería ser la solucion, aceptar nuestras pequeñas diferencias, respetarlas, y luchar por un frente común. Somos muy distintos, las personas somos asiN, pero no debemos hacer que sean los actos los que se adapten a nosotros, porque entonces estamos entrando en el juego de la división, que tanto les gusta a los de arriba, el divide y vencerás. Y yo creo que la cosa está muy clara, somos nosotros contra ellos, punto pelota.

Phishead escribió:Creo que llegará un momento en que la gente pasaremos del estado de "rabia e impotencia" al de "furia descontrolada". Ahí será cuando las cosas se líen en serio.

Pues creo que el año que viene va a ser caliente... Entre que la situación económica va a ser más grave y la rabia y impotencia de la gente, hay muchos números de que todo va a petar por un lado o por otro. Lo curioso es que los políticos en cierta manera lo saben... Sólo teneis que ver como se a disparado el presupuesto para los antidisturbios de manera exponencial y no es que el país vaya sobrado de dinero... Ya saben que el año que viene van haber más que palos...

pinkpanther escribió:Al día siguiente de la huelga, toca cine. De terror, por supuesto. Se ha hecho ya costumbre que dediquemos el día después de una huelga o manifestación a ver los cientos de vídeos de brutalidad policial que circulan por las redes sociales. Y la huelga del 14-N, como esperábamos, ha incorporado varios títulos a nuestra filmoteca.

La secuencia del mosso abriéndole la cabeza a un crío en Tarragona, su compañero rematándolo en el suelo, y un tercero apaleando a una chica por estar cerca, se convierte en un clásico del género, a la altura de títulos como “Paliza en el andén del Cercanías”, “Estudiantes apaleados a la puerta del instituto”, o el popular “A mí no, que soy compañero”, que es del subgénero comedia tonta.

Nos pasamos vídeos unos a otros, revisamos fotografías más propias de forense (cabezas abiertas, espaldas amoratadas, hasta un ojo reventado), y reunimos información para elaborar el parte de bajas: cuántos heridos, cuántos detenidos, cuántos periodistas golpeados, cuántos policías infiltrados han sido pillados.

Empieza a parecernos rutina, una más de este ciclo de protestas. Y no puede ser, no podemos normalizarlo. No sé si alguien lleva la cuenta de los apaleados en el último año y medio (desde el 15-M hasta hoy), los detenidos, los cientos que han recibido multas, y la cuenta más difícil de hacer: la de los ciudadanos asustados, que pueden pensar que ir a una manifestación es demasiado peligroso. Si esto es una democracia, hay que decir basta, o lo que estará en riesgo no serán ya solo los derechos sociales.

No es la primera vez que un crío acaba con grapas en la cabeza. Tampoco es la primera vez que una manifestante pierde un ojo: en la huelga anterior hubo otros dos casos, y también en Barcelona; 23 en toda España desde 1990 por el uso de un armamento que en otros países está prohibido, y que hace meses ya mató a un joven en Bilbao.

Cada uno habrá hecho su propia selección de momentos terribles del pasado miércoles, había para elegir: porrazos, empujones, patadas en la cabeza del caído, rodillas en la espalda, cuerpos arrastrados, sin distinguir ni edad ni género, lo mismo hombres que mujeres, lo mismo ancianos que críos. Todos hemos sentido miedo en algún momento, en vivo o en diferido, y eso es lo que buscan: que la próxima vez no vayamos; que cuando la delegada del Gobierno pronostique incidentes violentos, entendamos que ella nunca se equivoca; que al día siguiente hablemos de porrazos y no de la huelga. Una vez más, convertir un problema social en otro de orden público.

Me falta incluir en este artículo una palabra clave, sin la cual todo lo anterior sería incomprensible: impunidad. Porque más fácil que contar cuántos heridos y detenidos ha habido, es contar cuántos policías han sido investigados, expedientados, suspendidos o juzgados. Ya saben la respuesta.

La misma impunidad que ha acompañado a las fuerzas policiales en todos estos años de democracia. Unas veces amparada en la lucha contra el terrorismo, otras en el silencio cómplice de los compañeros, otras en la flojera de la Justicia, y en los casos contados en que sí había investigación, juicio y condena, acudía puntual el gobierno con el indulto. Esa es la historia de los abusos policiales en España, como denuncian organismos internacionales y ONGs desde hace años, y que no distingue de cuerpos, estatales o autonómicos.

¿Hasta dónde va a llegar la actual escalada represiva? Siendo previsible que el malestar vaya a más, ¿irá acompañada de una mayor represión? ¿Qué tiene que pasar para que alguien tome medidas? ¿Pasará como con los desahucios, que hemos necesitado dos muertos y cuatro años de protestas en la calle para que los dos grandes partidos y el gobierno se den por enterados y tomen alguna medida (insuficiente, además)?

No puede ser que tengamos que esperar un muerto para que alguien dé explicaciones, dimita o sea investigado, un ministro, un consejero, un mando policial o un agente. Lo sucedido el miércoles ya debería ser suficiente, debería tener consecuencias.

Nadie desea un muerto, sería subir de golpe varios escalones, nos enfrentaría a un escenario indeseable e imprevisible. Pero deberían saber que están tentando a la suerte a base de golpear cabezas, disparar bolas desde cerca y lanzar furgones a la carrera. Cada día después, mientras vemos los vídeos, pensamos lo mismo: lo raro es que no haya pasado nada más grave. Están a tiempo de frenar.

Quién lo firma?

RockRotten escribió:Leyendo de una tacada las ultimas 20 páginas de este tópic a uno le queda la sensación más amarga que podría tener por esta situación que vivimos. Y no por la brutalidad policial, impunidad de los cuerpos del orden, políticos, banqueros, etc. Sino por lo de siempre, la falta de entendimiento entre los "reprimidos". A ver, que yo sepa, en este foro no hay ningún alto cargo político, ningún empresario de ninguna multinacional, ningún policia, ningún banquero.... Es decir, aquí somos todos "victimas", y mirad qué discrepancias cuando lo que debería haber es más unidad.

Por un lado están los que se engañan así mismos. Lo siento, es así, los que os creeis todavía que "tenemos lo que nos merecemos", los que tenemos parte de culpa de lo que está pasando, los que piensan todavía que hemos vivido por encima de nuestras posibilidades, y sin saberlo, les siguen el juego a ellos, a los medios del poder, al propio poder. Son los que más rabia me dan, pero no por ellos, sino porque esos ya están "infectados" Muchos algún dia se caen del burro y acaban viendo la realidad, pero como norma general, no aceptan la lucha, ni la legitiman, ya que piensan que somos tan culpables como contra los que luchamos.

Por otro lado están los que quieren hacer algo, los que piensan que hay que hacer algo, que hay que salir a la calle, que tenemos que parar esto como sea, y que si bien es cierto que en estos mecanismos de huelga hay errores, eso no desligitima que la opción sea la correcta moral y éticamente. Los que aceptan que la sociedad es muy heterogénea, que entre el pueblo llano hay mucha diversidad, que cada uno somos de nuestro padre y de nuestra madre, y que nuestras diferencias no deben importar y debemos apartarlas para luchar por un frente común.

Y luego están los que creen que hay que hacer algo, pero que lo que se hace no es correcto, pero como se dice por ahí, no aportan ninguna opción alternativa porque entreo otras cosas, desconocen cuales podrían ser esas alternativas. Eso al final conlleva al inmovilismo, actitud que también desean desde el poder: no estás conmigo pero por lo menos no estás contra mi. Son también de este grupo los que quieren que les hagan actos de protesta a su medida para que entonces sí se movilicen. Manifestaciones a la carta: No me pongas slogans ridículos que entonces no voy, ponme los que yo quiero. Si el acto es el 15M, son unos niñatos perroflautas que viven en la utopia, si el acto es una huelga promovida por los sindicatos, pues ya sabemos: sindicatos=gentuza.

Yo quiero creer que estoy en el segundo grupo, creo que esa debería ser la solucion, aceptar nuestras pequeñas diferencias, respetarlas, y luchar por un frente común. Somos muy distintos, las personas somos asiN, pero no debemos hacer que sean los actos los que se adapten a nosotros, porque entonces estamos entrando en el juego de la división, que tanto les gusta a los de arriba, el divide y vencerás. Y yo creo que la cosa está muy clara, somos nosotros contra ellos, punto pelota.

Bravo, RockRotten, ha explicado usted de manera excelente cosas que yo he intentado y no he podido decir con tanta claridad creo que nunca.

Chinaski escribió:

pinkpanther escribió:Al día siguiente de la huelga, toca cine. De terror, por supuesto. Se ha hecho ya costumbre que dediquemos el día después de una huelga o manifestación a ver los cientos de vídeos de brutalidad policial que circulan por las redes sociales. Y la huelga del 14-N, como esperábamos, ha incorporado varios títulos a nuestra filmoteca.

La secuencia del mosso abriéndole la cabeza a un crío en Tarragona, su compañero rematándolo en el suelo, y un tercero apaleando a una chica por estar cerca, se convierte en un clásico del género, a la altura de títulos como “Paliza en el andén del Cercanías”, “Estudiantes apaleados a la puerta del instituto”, o el popular “A mí no, que soy compañero”, que es del subgénero comedia tonta.

Nos pasamos vídeos unos a otros, revisamos fotografías más propias de forense (cabezas abiertas, espaldas amoratadas, hasta un ojo reventado), y reunimos información para elaborar el parte de bajas: cuántos heridos, cuántos detenidos, cuántos periodistas golpeados, cuántos policías infiltrados han sido pillados.

Empieza a parecernos rutina, una más de este ciclo de protestas. Y no puede ser, no podemos normalizarlo. No sé si alguien lleva la cuenta de los apaleados en el último año y medio (desde el 15-M hasta hoy), los detenidos, los cientos que han recibido multas, y la cuenta más difícil de hacer: la de los ciudadanos asustados, que pueden pensar que ir a una manifestación es demasiado peligroso. Si esto es una democracia, hay que decir basta, o lo que estará en riesgo no serán ya solo los derechos sociales.

No es la primera vez que un crío acaba con grapas en la cabeza. Tampoco es la primera vez que una manifestante pierde un ojo: en la huelga anterior hubo otros dos casos, y también en Barcelona; 23 en toda España desde 1990 por el uso de un armamento que en otros países está prohibido, y que hace meses ya mató a un joven en Bilbao.

Cada uno habrá hecho su propia selección de momentos terribles del pasado miércoles, había para elegir: porrazos, empujones, patadas en la cabeza del caído, rodillas en la espalda, cuerpos arrastrados, sin distinguir ni edad ni género, lo mismo hombres que mujeres, lo mismo ancianos que críos. Todos hemos sentido miedo en algún momento, en vivo o en diferido, y eso es lo que buscan: que la próxima vez no vayamos; que cuando la delegada del Gobierno pronostique incidentes violentos, entendamos que ella nunca se equivoca; que al día siguiente hablemos de porrazos y no de la huelga. Una vez más, convertir un problema social en otro de orden público.

Me falta incluir en este artículo una palabra clave, sin la cual todo lo anterior sería incomprensible: impunidad. Porque más fácil que contar cuántos heridos y detenidos ha habido, es contar cuántos policías han sido investigados, expedientados, suspendidos o juzgados. Ya saben la respuesta.

La misma impunidad que ha acompañado a las fuerzas policiales en todos estos años de democracia. Unas veces amparada en la lucha contra el terrorismo, otras en el silencio cómplice de los compañeros, otras en la flojera de la Justicia, y en los casos contados en que sí había investigación, juicio y condena, acudía puntual el gobierno con el indulto. Esa es la historia de los abusos policiales en España, como denuncian organismos internacionales y ONGs desde hace años, y que no distingue de cuerpos, estatales o autonómicos.

¿Hasta dónde va a llegar la actual escalada represiva? Siendo previsible que el malestar vaya a más, ¿irá acompañada de una mayor represión? ¿Qué tiene que pasar para que alguien tome medidas? ¿Pasará como con los desahucios, que hemos necesitado dos muertos y cuatro años de protestas en la calle para que los dos grandes partidos y el gobierno se den por enterados y tomen alguna medida (insuficiente, además)?

No puede ser que tengamos que esperar un muerto para que alguien dé explicaciones, dimita o sea investigado, un ministro, un consejero, un mando policial o un agente. Lo sucedido el miércoles ya debería ser suficiente, debería tener consecuencias.

Nadie desea un muerto, sería subir de golpe varios escalones, nos enfrentaría a un escenario indeseable e imprevisible. Pero deberían saber que están tentando a la suerte a base de golpear cabezas, disparar bolas desde cerca y lanzar furgones a la carrera. Cada día después, mientras vemos los vídeos, pensamos lo mismo: lo raro es que no haya pasado nada más grave. Están a tiempo de frenar.

Quién lo firma?

Isaac Rosa

http://www.eldiario.es/zonacritica/represion_huelga_general_policia_6_69353080.html

Buena reflexión

Attikus escribió:

Chinaski escribió:

pinkpanther escribió:Al día siguiente de la huelga, toca cine. De terror, por supuesto. Se ha hecho ya costumbre que dediquemos el día después de una huelga o manifestación a ver los cientos de vídeos de brutalidad policial que circulan por las redes sociales. Y la huelga del 14-N, como esperábamos, ha incorporado varios títulos a nuestra filmoteca.

La secuencia del mosso abriéndole la cabeza a un crío en Tarragona, su compañero rematándolo en el suelo, y un tercero apaleando a una chica por estar cerca, se convierte en un clásico del género, a la altura de títulos como “Paliza en el andén del Cercanías”, “Estudiantes apaleados a la puerta del instituto”, o el popular “A mí no, que soy compañero”, que es del subgénero comedia tonta.

Nos pasamos vídeos unos a otros, revisamos fotografías más propias de forense (cabezas abiertas, espaldas amoratadas, hasta un ojo reventado), y reunimos información para elaborar el parte de bajas: cuántos heridos, cuántos detenidos, cuántos periodistas golpeados, cuántos policías infiltrados han sido pillados.

Empieza a parecernos rutina, una más de este ciclo de protestas. Y no puede ser, no podemos normalizarlo. No sé si alguien lleva la cuenta de los apaleados en el último año y medio (desde el 15-M hasta hoy), los detenidos, los cientos que han recibido multas, y la cuenta más difícil de hacer: la de los ciudadanos asustados, que pueden pensar que ir a una manifestación es demasiado peligroso. Si esto es una democracia, hay que decir basta, o lo que estará en riesgo no serán ya solo los derechos sociales.

No es la primera vez que un crío acaba con grapas en la cabeza. Tampoco es la primera vez que una manifestante pierde un ojo: en la huelga anterior hubo otros dos casos, y también en Barcelona; 23 en toda España desde 1990 por el uso de un armamento que en otros países está prohibido, y que hace meses ya mató a un joven en Bilbao.

Cada uno habrá hecho su propia selección de momentos terribles del pasado miércoles, había para elegir: porrazos, empujones, patadas en la cabeza del caído, rodillas en la espalda, cuerpos arrastrados, sin distinguir ni edad ni género, lo mismo hombres que mujeres, lo mismo ancianos que críos. Todos hemos sentido miedo en algún momento, en vivo o en diferido, y eso es lo que buscan: que la próxima vez no vayamos; que cuando la delegada del Gobierno pronostique incidentes violentos, entendamos que ella nunca se equivoca; que al día siguiente hablemos de porrazos y no de la huelga. Una vez más, convertir un problema social en otro de orden público.

Me falta incluir en este artículo una palabra clave, sin la cual todo lo anterior sería incomprensible: impunidad. Porque más fácil que contar cuántos heridos y detenidos ha habido, es contar cuántos policías han sido investigados, expedientados, suspendidos o juzgados. Ya saben la respuesta.

La misma impunidad que ha acompañado a las fuerzas policiales en todos estos años de democracia. Unas veces amparada en la lucha contra el terrorismo, otras en el silencio cómplice de los compañeros, otras en la flojera de la Justicia, y en los casos contados en que sí había investigación, juicio y condena, acudía puntual el gobierno con el indulto. Esa es la historia de los abusos policiales en España, como denuncian organismos internacionales y ONGs desde hace años, y que no distingue de cuerpos, estatales o autonómicos.

¿Hasta dónde va a llegar la actual escalada represiva? Siendo previsible que el malestar vaya a más, ¿irá acompañada de una mayor represión? ¿Qué tiene que pasar para que alguien tome medidas? ¿Pasará como con los desahucios, que hemos necesitado dos muertos y cuatro años de protestas en la calle para que los dos grandes partidos y el gobierno se den por enterados y tomen alguna medida (insuficiente, además)?

No puede ser que tengamos que esperar un muerto para que alguien dé explicaciones, dimita o sea investigado, un ministro, un consejero, un mando policial o un agente. Lo sucedido el miércoles ya debería ser suficiente, debería tener consecuencias.

Nadie desea un muerto, sería subir de golpe varios escalones, nos enfrentaría a un escenario indeseable e imprevisible. Pero deberían saber que están tentando a la suerte a base de golpear cabezas, disparar bolas desde cerca y lanzar furgones a la carrera. Cada día después, mientras vemos los vídeos, pensamos lo mismo: lo raro es que no haya pasado nada más grave. Están a tiempo de frenar.

Quién lo firma?

Isaac Rosa

http://www.eldiario.es/zonacritica/represion_huelga_general_policia_6_69353080.html

Pues me ha gustado mucho.

despues estamos los que pensamos que ya lo hemos perdido todo....

bueno, que ya hace decadas que lo perdimos todo, y que se esta llevando a cabo un desmontaje del estado social poco a poco desde hace decadas...

lo unico es que no nos dimos cuenta porque la coyuntura economica nos iba bien... pero a la que ha ido un poco mala ya comenzamos a darnos cuenta... y es mas... con la crisis surge una aceleracion en la destruccion del sistema de bienestar creado...

en fin... solo estamos aun al comienzo del final....

que podemos oponer a eso?

gente que aun cree en la democracia y quiere acrecentarla? socialdemocratas de nombre o de hecho aun convencidos de la neutralidad del estado y de que hay que controlarlo? todo tipo de gente que no plantea las cosas en terminos economicos y materialistas (clases sociales, lucha entre las mismas, lucha economica por el beneficio, relacion capital/trabajo), sino que aun se mueve por espantajos ideologicos e idealismo vano (derechos, ciudadania, unidad de todo el pais...), nostalgicos de todo tipo de regimenes o ideas que han fracasado...

es decir, no podemos oponer nada...

en fin... caeremos mas, pero en cualquier caso en un futuro estoy seguro de que otra gente se levantara y hara lo correcto, que yo por supuesto no se que es...

nos vamos al carajo...

DUMBHEAD escribió:despues estamos los que pensamos que ya lo hemos perdido todo....

bueno, que ya hace decadas que lo perdimos todo, y que se esta llevando a cabo un desmontaje del estado social poco a poco desde hace decadas...

lo unico es que no nos dimos cuenta porque la coyuntura economica nos iba bien... pero a la que ha ido un poco mala ya comenzamos a darnos cuenta... y es mas... con la crisis surge una aceleracion en la destruccion del sistema de bienestar creado...

en fin... solo estamos aun al comienzo del final....

que podemos oponer a eso?

gente que aun cree en la democracia y quiere acrecentarla? socialdemocratas de nombre o de hecho aun convencidos de la neutralidad del estado y de que hay que controlarlo? todo tipo de gente que no plantea las cosas en terminos economicos y materialistas (clases sociales, lucha entre las mismas, lucha economica por el beneficio, relacion capital/trabajo), sino que aun se mueve por espantajos ideologicos e idealismo vano (derechos, ciudadania, unidad de todo el pais...), nostalgicos de todo tipo de regimenes o ideas que han fracasado...

es decir, no podemos oponer nada...

en fin... caeremos mas, pero en cualquier caso en un futuro estoy seguro de que otra gente se levantara y hara lo correcto, que yo por supuesto no se que es...

nos vamos al carajo...

Es cierto, está este grupo también al que hay dias que yo también pertenezco, la verdad, pero con un poquito de esperanza que quizás sea un placebo que solo provenga del instinto de supervivencia

no me hagas caso... personalmente estoy bastante de bajon desde hace una temporada asi que es normal que no vea nada bueno en el mundo

lo de mi pueblo (11000 mandriles) ha sido de traca:
a los que pidieron vacaciones para ese dia,
hay que adjuntar varias fábricas que cerraron ese dia para recuperarlo despues este sabado
y a eso vamos a sumar que dos de las empresas más punteras del pueblo los obreros entraron a trabajar a las cuatro y media de la mañana en vez de a las seis para no toparse con los piquetes

visto esto hasta me creo los porcentajes estatales que cuentan en la tele




y donde estaban los piquetes ¿tomando chiquitos con pinchos ?

nacho escribió:lo de mi pueblo (11000 mandriles) ha sido de traca:
a los que pidieron vacaciones para ese dia,
hay que adjuntar varias fábricas que cerraron ese dia para recuperarlo despues este sabado
y a eso vamos a sumar que dos de las empresas más punteras del pueblo los obreros entraron a trabajar a las cuatro y media de la mañana en vez de a las seis para no toparse con los piquetes

visto esto hasta me creo los porcentajes estatales que cuentan en la tele




y donde estaban los piquetes ¿tomando chiquitos con pinchos ?

Pero nomhemos quedado que los piquetes son los legionarios de lucifer?

ĆeMaRiĆ escribió:

nacho escribió:lo de mi pueblo (11000 mandriles) ha sido de traca:
a los que pidieron vacaciones para ese dia,
hay que adjuntar varias fábricas que cerraron ese dia para recuperarlo despues este sabado
y a eso vamos a sumar que dos de las empresas más punteras del pueblo los obreros entraron a trabajar a las cuatro y media de la mañana en vez de a las seis para no toparse con los piquetes

visto esto hasta me creo los porcentajes estatales que cuentan en la tele




y donde estaban los piquetes ¿tomando chiquitos con pinchos ?

Pero nomhemos quedado que los piquetes son los legionarios de lucifer?

ah, ya, estarían en el puticlub satánico

si eso es cierto...
va a ser que los grises no se fueron