MICROS 3.30. VOTEN EN TOPIC DE VOTOS.!!!!UTILICEN EL COMODIN!!!!

Neska escribió:Esta ronda estoy dentro.

Yomis me dijo que si tenía tempo para zancudos negros de dos metros tenía que tener tiempo para los micros

Él me envió un micro la noche en que nació Elena. Tenía que saldar mi deuda

21. Soap Wars.

Leche, cacao, avellanas y jabón eran las únicas cosas con las que valía la pena traficar desde el año de la fisión universal estable. Y la bodega de Gerardo Strassmann iba hasta los topes de jabón. Jabón liquido, en pastillas, en polvo, estimuladores del placer, con olor a flores, jabón de marsella, suavizante, jabón industrial, ultrasuave…

Julio Hahn, su socio, decía que iban dejando un rastro de burbujas en las pantallas de los radares.

Sugar Bug escribió:

Neska escribió:Esta ronda estoy dentro.

Yomis me dijo que si tenía tempo para zancudos negros de dos metros tenía que tener tiempo para los micros

Él me envió un micro la noche en que nació Elena. Tenía que saldar mi deuda

Has sido madre de nuevo????

23. Ar yu talkin tu mí?

Leche, cacao, avellanas, puerros, mermelada, aceite y sal. ¿Verdad que no era tan difícil? Sólo tenías que apuntártelo antes de salir de casa, hostia ya. Al final cada ridícula tarea del hogar se acabará convirtiendo en un problema de trigonometría. Por cierto, los sábados por la mañana va a comprar toda la ciudad y sus perros: tampoco cuesta tanto pasar por el súper entre semana antes de llegar a casa. Y una cosa más: contesta los malditos mensajes en menos de una hora, porque el placer de ignorarlos un rato se acaba convirtiendo en la vergüenza de no saber qué hacer con ellos al cabo de dos meses. Y luego, que si “hemos perdido el contacto”… Si ninguna de sus pequeñas miserias te produce el menor signo de empatía, el problema lo tienes tú, no ellos. Ah, y si pagas el gimnasio es para ir al gimnasio.

Hank escribió:

21. Soap Wars.

Leche, cacao, avellanas y jabón eran las únicas cosas con las que valía la pena traficar desde el año de la fisión universal estable. Y la bodega de Gerardo Strassmann iba hasta los topes de jabón. Jabón liquido, en pastillas, en polvo, estimuladores del placer, con olor a flores, jabón de marsella, suavizante, jabón industrial, ultrasuave…

Julio Hahn, su socio, decía que iban dejando un rastro de burbujas en las pantallas de los radares.

24. Traumitas e iniciativas

Leche, cacao, avellanas y azúcar; esa era la receta mágica que la tele cantaba, era así como la pequeña Laia pensaba remedar esa maravilla llamada Nocilla que su madre le tenía vetada porque “no es buena para ti”. Laia había sido respetuosa con la ley porque desconocía la tentación, hasta que fue al cumpleaños de su primo Quique y la descubrió. Sus súplicas no habían surtido efecto en su inflexible madre, así que decidió fabricarse su nocilla casera siguiendo las instrucciones del anuncio. La leche y el azúcar no eran problema. Las avellanas y el cacao los había hurtado (con gran culpabilidad) de casa de los abuelos. Sola en su cuarto se puso con afán. Machacó las avellanas, las metió en un vaso, añadió leche hasta arriba y disolvió el azúcar y el cacao. Mojó pan. Lo comió. Lo escupió. Era asqueroso. Había probado el sabor de su primer fracaso.

Yomis escribió:27. Blanco.

Leche, cacao, avellanas y el espacio estaba en blanco así que supusimos que se trataba de algunas de esas palabras que prohibieron después de Las Grandes Epidemias. Habían desaparecido sus nombres de los libros y las películas y habían desaparecido incluso sus imágenes de las fotografías o los dibujos más emblemáticos. La única persona cercana que recordaba algo sobre aquellos venenos que se borraron era la única hermana superviviente de mi abuela. Contaba aquella historia de polvos y arenas blancas al principio con pesadez y luego con ardor. Siempre acababa llegando un momento en que comenzaba a perder la cabeza e inventaba que detrás las tres grandes epidemias que durante siglos habían mermado lenta e inexorablemente la salud de la gente no había ningún veneno blanco. Ninguno, imbéciles, termina llamándonos, detrás de los grandes males solo hay la avaricia.

Hank escribió:

23. Ar yu talkin tu mí?

Leche, cacao, avellanas, puerros, mermelada, aceite y sal. ¿Verdad que no era tan difícil? Sólo tenías que apuntártelo antes de salir de casa, hostia ya. Al final cada ridícula tarea del hogar se acabará convirtiendo en un problema de trigonometría. Por cierto, los sábados por la mañana va a comprar toda la ciudad y sus perros: tampoco cuesta tanto pasar por el súper entre semana antes de llegar a casa. Y una cosa más: contesta los malditos mensajes en menos de una hora, porque el placer de ignorarlos un rato se acaba convirtiendo en la vergüenza de no saber qué hacer con ellos al cabo de dos meses. Y luego, que si “hemos perdido el contacto”… Si ninguna de sus pequeñas miserias te produce el menor signo de empatía, el problema lo tienes tú, no ellos. Ah, y si pagas el gimnasio es para ir al gimnasio.

maravilloso y acertado y monólogo... ¿quién no se da un poquito de caña todos los días? ¿o incluso se insulta a si mismo por cualquier chorrada?

bien, bien, es bien...

tacitus escribió:
yomis, sé transgresor

haz la gala ahora

da cinco minutos para votar y ya

tacitus escribió:
yomis, sé transgresor

haz la gala ahora

da cinco minutos para votar y ya

Perseide escribió:Otra ronda que no participo

Koikila escribió:Bueno, mañana rosco y el regalo del chino. Ya no conecto con el gusto popular.

Yomis escribió:

Koikila escribió:Bueno, mañana rosco y el regalo del chino. Ya no conecto con el gusto popular.

Pues tu chucrut está dentro de mis posibles puntos   .

Yomis escribió:26. Ventanas abiertas.

Leche, cacao, avellanas y… camas desechas. Te has dormido. Debería taparte para que no cogieras frío, pero la luna, que es una cotilla, vino a mirarnos y ahora se posa en tu cuerpo desnudo. ¡No puedo negarle tamaño placer a mis ojos! Es gracioso tu pene encogido. Parece un cacahuete. 

Me gusta arrugar mis sábanas contigo. Y mirarte después de follar mientras como nocilla y tú te quedas dormido. Menos mal que dejé las ventanas abiertas. Ya llevaba el sabor a vencida. Me había cansado de apretar los puños si alguien se te acercaba. De no encontrarte entre los turistas que visitaban mi cama. Pero abrí ventanas por si te hacías viento de noche. Te suponía en los días que me faltaban. Y ya no te invento en una prisión, sin juicio. Ahora te estoy mirando el culo. Y no pido más: leche, cacao, avellanas… y camas desechas contigo.

Yomis escribió:


19. Mediaslunas con Nocilla.

“Leche, Cacao, Avellanas y Azucar. ¡Nocilla!” Este era el eslogan que escuchaban reiteradamente todas las noches los niños ingresados en la sala nueve del laboratorio de incubación y acondicionamiento. En esa sala se realizaban experimentos para el desarrollo de la hipnopedia. Esta ciencia era imprescindible para el desarrollo desenfadado, saludable y avanzado de los futuros ciudadanos. Los resultados solían ser bastante satisfactorios. Pero a veces se producía algún accidente. Todos recordaban con pesar el caso de Nikolay Bogdánov. Era un niño extremadamente inteligente pero no era capaz de adaptarse a su propia felicidad. Hasta la hipnopedia era inútil con él. Una tarde, cuando estaban sirviendo la merienda en la sala nueve, las medialunas con Nocilla se acabaron junsto cuando llegó su turno. Y cuando volvieron con más se encontraron varios cadáveres diseminados por la sala. Y a Nikolay sentado en un rincón devorando dos bandejas enteras de medialunas…

Yomis escribió:
20. Sigue soñando .
-"Leche, Cacao, Avellanas y azúcaaaar!!!" 
-Puri, ¿estás segura? Me ha perecido que tarareaba.
-Vamos Fernando, está diagnosticado, es una enfermedad rara. Y de las nuevas. Es como el síndrome de Tourette pero diferente. Mejor diría yo.
-Sí, ya, claro. Pues yo creo que nos toma el pelo, mira tú.
-"Papá, ¿¿¿¿¿por qué somos del Atleti?????"
-¿Eh? Pero si no somos del Atleti..
-¡¡Fernando!! No le sigas la corriente ahora.
-Ah, vale, vale... Ya no sé cuándo habla en serio y cuándo no.
-"Be water, my friend"
-Y ahora en inglés, lo que faltaba.
-Vamos Fernando, ya lo dijo el médico. Mucha paciencia y comprensión. 
-"Porque tú lo vales, tío"
-¿Y ahora, eh? Ha añadido esa coletilla sólo para chinchar… 
-Fernando, tómate un respiro, tómate un kit kat.
-Pero, pero… “Impossible is nothing” …supongo. Vamos a ver la tele con él. 
-Compartida, la vida es más...
-Basta ya Puri.

Yomis escribió:


21. Soap Wars.

Leche, cacao, avellanas y jabón eran las únicas cosas con las que valía la pena traficar desde el año de la fisión universal estable. Y la bodega de Gerardo Strassmann iba hasta los topes de jabón. Jabón liquido, en pastillas, en polvo, estimuladores del placer, con olor a flores, jabón de marsella, suavizante, jabón industrial, ultrasuave… 

Julio Hahn, su socio, decía que iban dejando un rastro de burbujas en las pantallas de los radares.

Yomis escribió:


22. Piacerenocilla (Amy Hempel y yo): Mamá, ¿qué comen las brujas?


Leche, cacao, avellanas y a ti, mi cielo.

Yomis escribió:

23. Ar yu talkin tu mí?

Leche, cacao, avellanas, puerros, mermelada, aceite y sal. ¿Verdad que no era tan difícil? Sólo tenías que apuntártelo antes de salir de casa, hostia ya. Al final cada ridícula tarea del hogar se acabará convirtiendo en un problema de trigonometría. Por cierto, los sábados por la mañana va a comprar toda la ciudad y sus perros: tampoco cuesta tanto pasar por el súper entre semana antes de llegar a casa. Y una cosa más: contesta los malditos mensajes en menos de una hora, porque el placer de ignorarlos un rato se acaba convirtiendo en la vergüenza de no saber qué hacer con ellos al cabo de dos meses. Y luego, que si “hemos perdido el contacto”… Si ninguna de sus pequeñas miserias te produce el menor signo de empatía, el problema lo tienes tú, no ellos. Ah, y si pagas el gimnasio es para ir al gimnasio.

Yomis escribió:

24. Traumitas e iniciativas

Leche, cacao, avellanas y azúcar; esa era la receta mágica que la tele cantaba, era así como la pequeña Laia pensaba remedar esa maravilla llamada Nocilla que su madre le tenía vetada porque “no es buena para ti”. Laia había sido respetuosa con la ley porque desconocía la tentación, hasta que fue al cumpleaños de su primo Quique y la descubrió. Sus súplicas no habían surtido efecto en su inflexible madre, así que decidió fabricarse su nocilla casera siguiendo las instrucciones del anuncio. La leche y el azúcar no eran problema. Las avellanas y el cacao los había hurtado (con gran culpabilidad) de casa de los abuelos. Sola en su cuarto se puso con afán. Machacó las avellanas, las metió en un vaso, añadió leche hasta arriba y disolvió el azúcar y el cacao. Mojó pan. Lo comió. Lo escupió. Era asqueroso. Había probado el sabor de su primer fracaso.

Yomis escribió:


25. Nocilgate doble acción.

Leche, cacao, avellanas y monofluorofosfato de sodio.

Pensadlo bien. 

Yomis escribió:



26. Ventanas abiertas.

Leche, cacao, avellanas y… camas desechas. Te has dormido. Debería taparte para que no cogieras frío, pero la luna, que es una cotilla, vino a mirarnos y ahora se posa en tu cuerpo desnudo. ¡No puedo negarle tamaño placer a mis ojos! Es gracioso tu pene encogido. Parece un cacahuete. 

Me gusta arrugar mis sábanas contigo. Y mirarte después de follar mientras como nocilla y tú te quedas dormido. Menos mal que dejé las ventanas abiertas. Ya llevaba el sabor a vencida. Me había cansado de apretar los puños si alguien se te acercaba. De no encontrarte entre los turistas que visitaban mi cama. Pero abrí ventanas por si te hacías viento de noche. Te suponía en los días que me faltaban. Y ya no te invento en una prisión, sin juicio. Ahora te estoy mirando el culo. Y no pido más: leche, cacao, avellanas… y camas desechas contigo.

Yomis escribió:



27. Blanco.

Leche, cacao, avellanas y el espacio estaba en blanco así que supusimos que se trataba de algunas de esas palabras que prohibieron después de Las Grandes Epidemias. Habían desaparecido sus nombres de los libros y las películas y habían desaparecido incluso sus imágenes de las fotografías o los dibujos más emblemáticos. La única persona cercana que recordaba algo sobre aquellos venenos que se borraron era la única hermana superviviente de mi abuela. Contaba aquella historia de polvos y arenas blancas al principio con pesadez y luego con ardor. Siempre acababa llegando un momento en que comenzaba a perder la cabeza e inventaba que detrás las tres grandes epidemias que durante siglos habían mermado lenta e inexorablemente la salud de la gente no había ningún veneno blanco. Ninguno, imbéciles, termina llamándonos, detrás de los grandes males solo hay avaricia.

Toro escribió:

Yomis escribió:



26. Ventanas abiertas.

Leche, cacao, avellanas y… camas desechas. Te has dormido. Debería taparte para que no cogieras frío, pero la luna, que es una cotilla, vino a mirarnos y ahora se posa en tu cuerpo desnudo. ¡No puedo negarle tamaño placer a mis ojos! Es gracioso tu pene encogido. Parece un cacahuete. 

Me gusta arrugar mis sábanas contigo. Y mirarte después de follar mientras como nocilla y tú te quedas dormido. Menos mal que dejé las ventanas abiertas. Ya llevaba el sabor a vencida. Me había cansado de apretar los puños si alguien se te acercaba. De no encontrarte entre los turistas que visitaban mi cama. Pero abrí ventanas por si te hacías viento de noche. Te suponía en los días que me faltaban. Y ya no te invento en una prisión, sin juicio. Ahora te estoy mirando el culo. Y no pido más: leche, cacao, avellanas… y camas desechas contigo.

+: Sugerente, a quien no le gusta deshacer camas y menos que se lo pidan?
-: Echo en falta una acción más concreta, gustos personales, claro

Kupak escribió:

Toro escribió:

Yomis escribió:



26. Ventanas abiertas.

Leche, cacao, avellanas y… camas desechas. Te has dormido. Debería taparte para que no cogieras frío, pero la luna, que es una cotilla, vino a mirarnos y ahora se posa en tu cuerpo desnudo. ¡No puedo negarle tamaño placer a mis ojos! Es gracioso tu pene encogido. Parece un cacahuete. 

Me gusta arrugar mis sábanas contigo. Y mirarte después de follar mientras como nocilla y tú te quedas dormido. Menos mal que dejé las ventanas abiertas. Ya llevaba el sabor a vencida. Me había cansado de apretar los puños si alguien se te acercaba. De no encontrarte entre los turistas que visitaban mi cama. Pero abrí ventanas por si te hacías viento de noche. Te suponía en los días que me faltaban. Y ya no te invento en una prisión, sin juicio. Ahora te estoy mirando el culo. Y no pido más: leche, cacao, avellanas… y camas desechas contigo.

+: Sugerente, a quien no le gusta deshacer camas y menos que se lo pidan?
-: Echo en falta una acción más concreta, gustos personales, claro

Hombre, acción lo que se dice acción no sé, pero tiene más movimiento de imágenes que toda la saga de 007. Pero lo que quería destacar es la frase del cacahuete, se sale del ritmo de una forma deliciosa, da un toque como "infantil" que casa muy bien con el tema nocilla. Un relato estupendo.

Toro escribió:

Kupak escribió:

Toro escribió:

Yomis escribió:



26. Ventanas abiertas.

Leche, cacao, avellanas y… camas desechas. Te has dormido. Debería taparte para que no cogieras frío, pero la luna, que es una cotilla, vino a mirarnos y ahora se posa en tu cuerpo desnudo. ¡No puedo negarle tamaño placer a mis ojos! Es gracioso tu pene encogido. Parece un cacahuete. 

Me gusta arrugar mis sábanas contigo. Y mirarte después de follar mientras como nocilla y tú te quedas dormido. Menos mal que dejé las ventanas abiertas. Ya llevaba el sabor a vencida. Me había cansado de apretar los puños si alguien se te acercaba. De no encontrarte entre los turistas que visitaban mi cama. Pero abrí ventanas por si te hacías viento de noche. Te suponía en los días que me faltaban. Y ya no te invento en una prisión, sin juicio. Ahora te estoy mirando el culo. Y no pido más: leche, cacao, avellanas… y camas desechas contigo.

+: Sugerente, a quien no le gusta deshacer camas y menos que se lo pidan?
-: Echo en falta una acción más concreta, gustos personales, claro

Hombre, acción lo que se dice acción no sé, pero tiene más movimiento de imágenes que toda la saga de 007. Pero lo que quería destacar es la frase del cacahuete, se sale del ritmo de una forma deliciosa, da un toque como "infantil" que casa muy bien con el tema nocilla. Un relato estupendo.

Si, imagenes si, lo veo más descriptivo que narrativo, por eso hablo de gustos personales, me da la sensación de que hay una audiencia como dividida con eso

Edito: con lo del cacahuete no he podido evitar acordarme del anacardo

Kupak escribió:

Toro escribió:

Kupak escribió:

Toro escribió:

Yomis escribió:



26. Ventanas abiertas.

Leche, cacao, avellanas y… camas desechas. Te has dormido. Debería taparte para que no cogieras frío, pero la luna, que es una cotilla, vino a mirarnos y ahora se posa en tu cuerpo desnudo. ¡No puedo negarle tamaño placer a mis ojos! Es gracioso tu pene encogido. Parece un cacahuete. 

Me gusta arrugar mis sábanas contigo. Y mirarte después de follar mientras como nocilla y tú te quedas dormido. Menos mal que dejé las ventanas abiertas. Ya llevaba el sabor a vencida. Me había cansado de apretar los puños si alguien se te acercaba. De no encontrarte entre los turistas que visitaban mi cama. Pero abrí ventanas por si te hacías viento de noche. Te suponía en los días que me faltaban. Y ya no te invento en una prisión, sin juicio. Ahora te estoy mirando el culo. Y no pido más: leche, cacao, avellanas… y camas desechas contigo.

+: Sugerente, a quien no le gusta deshacer camas y menos que se lo pidan?
-: Echo en falta una acción más concreta, gustos personales, claro

Hombre, acción lo que se dice acción no sé, pero tiene más movimiento de imágenes que toda la saga de 007. Pero lo que quería destacar es la frase del cacahuete, se sale del ritmo de una forma deliciosa, da un toque como "infantil" que casa muy bien con el tema nocilla. Un relato estupendo.

Si, imagenes si, lo veo más descriptivo que narrativo, por eso hablo de gustos personales, me da la sensación de que hay una audiencia como dividida con eso

Edito: con lo del cacahuete no he podido evitar acordarme del anacardo

Narrar tambien narra eh, me refiero a que te cuenta cosas que ocurrieron, está el elemento tiempo quiero decir, los amantes que pasaron por su cama, los celos, los deseos. Ya digo, mucho movimiento, también gracia, un retrato perfecto, elegancia pasmosa.

Toro escribió:

Kupak escribió:

Toro escribió:

Kupak escribió:

Toro escribió:

Yomis escribió:



26. Ventanas abiertas.

Leche, cacao, avellanas y… camas desechas. Te has dormido. Debería taparte para que no cogieras frío, pero la luna, que es una cotilla, vino a mirarnos y ahora se posa en tu cuerpo desnudo. ¡No puedo negarle tamaño placer a mis ojos! Es gracioso tu pene encogido. Parece un cacahuete. 

Me gusta arrugar mis sábanas contigo. Y mirarte después de follar mientras como nocilla y tú te quedas dormido. Menos mal que dejé las ventanas abiertas. Ya llevaba el sabor a vencida. Me había cansado de apretar los puños si alguien se te acercaba. De no encontrarte entre los turistas que visitaban mi cama. Pero abrí ventanas por si te hacías viento de noche. Te suponía en los días que me faltaban. Y ya no te invento en una prisión, sin juicio. Ahora te estoy mirando el culo. Y no pido más: leche, cacao, avellanas… y camas desechas contigo.

+: Sugerente, a quien no le gusta deshacer camas y menos que se lo pidan?
-: Echo en falta una acción más concreta, gustos personales, claro

Hombre, acción lo que se dice acción no sé, pero tiene más movimiento de imágenes que toda la saga de 007. Pero lo que quería destacar es la frase del cacahuete, se sale del ritmo de una forma deliciosa, da un toque como "infantil" que casa muy bien con el tema nocilla. Un relato estupendo.

Si, imagenes si, lo veo más descriptivo que narrativo, por eso hablo de gustos personales, me da la sensación de que hay una audiencia como dividida con eso

Edito: con lo del cacahuete no he podido evitar acordarme del anacardo

Narrar tambien narra eh, me refiero a que te cuenta cosas que ocurrieron, está el elemento tiempo quiero decir, los amantes que pasaron por su cama, los celos, los deseos. Ya digo, mucho movimiento, también gracia, un retrato perfecto, elegancia pasmosa.

Si, que hubo amantes, celos y deseos, pero no he encontrado ese acontecimiento relevante que convierten el momento en digno momento inmortal a traves de un microrrelato para la posteridad. Pero por eso precisamente remarco que son gustos. Me gusta que me esten contando algo extraordinario o inusual, porque lo que aqui me cuentan si es extraordinario, pero me falta, a mi, el motivo que me hizo redondear ese numero en el calendario

Toro escribió:Estoy de acuerdo, hay momentos inmortales que pasan a la eternidad de manera natural, porque el protagonista lo vive asi, lo he vivido tambien, aunque no es lo que me ha transmitido. Pero quiza el problema entonces en que no he empatizado con la relevancia que el narrador da a ese momento.

Sugar Bug escribió:

Toro escribió:Estoy de acuerdo, hay momentos inmortales que pasan a la eternidad de manera natural, porque el protagonista lo vive asi, lo he vivido tambien, aunque no es lo que me ha transmitido. Pero quiza el problema entonces en que no he empatizado con la relevancia que el narrador da a ese momento.

Y el porculo que has dado con lo de efectivo o efectista...

Toro escribió:Estoy de acuerdo, hay momentos inmortales que pasan a la eternidad de manera natural sin que haya pasado nada extraordinario mas que en la forma de vivir ese dia del protagonista, porque el protagonista lo vive asi... lo he vivido tambien, aunque no es lo que me ha transmitido. Pero quiza el problema entonces en que no he empatizado con la relevancia que el narrador da a ese momento.