MICROS 3.30. VOTEN EN TOPIC DE VOTOS.!!!!UTILICEN EL COMODIN!!!!

sapir escribió:

Yomis escribió:Editado el primer post con los plazos de la ronda y la banderola.

A ver si se me ocurre algo...

Nos acercamos a la quincena con un maravilloso chucrut recien salido del horno

14. Osuli.

Leche, cacao, avellanas y un montón de tabaco, es todo el placer que necesitaba para sobrevivir en aquella época, y ella lo tenía todo. Los primeros en caer fueron los más pequeños seguidos de los ancianos. La pandemia se extendió por casi todo el planeta, los gobiernos intentaban salvar a una minoría de privilegiados mientras el resto, bueno, éramos el resto, los restos, lo intangible a niveles prácticos. Fue al borde de la desesperación cuando ella me abrió las compuertas de su búnker, era hermosa, con unos 3.000 vinilos a buen recaudo, un puñado de libros y comida, me pidió que me refugiara con ella.
Abrí los ojos y la ceniza me rodeaba, revoloteaba a mí alrededor formando una sinfonía triste. Fue cuando me di cuenta de que estaba perdido, mi cuerpo estaba a punto de ser incinerado. Uno de los primeros síntomas del virus eran las alucinaciones, claramente….

sapir escribió:

Kupak escribió:

sapir escribió:"La Revelación de Sturgeon tiene los siguiente corolarios:

1- La existencia de una enorme cantidad de basura en ciencia-ficción es un hecho verificado y lamentable. 2- Dicho esto, el hecho no es más pronunciado que la existencia de basura en todos lados.
La mejor ciencia-ficción es tan buena como la mejor ficción en cualquier otro campo".

https://es.wikipedia.org/wiki/Ley_de_Sturgeon

   

Es que estoy muy de acuerdo. No hay géneros artísticos mejores que otros. Hay obras mejores que otras.

Claro que sí, el gran Daniel Dennett dice que si te vas a poner a valorar cualquier género, cualquier campo, no te pongas a criticar el 90% peor, ponte con el 10% bueno y por ahí empezamos.

Yomis escribió:14. Osuli.

Leche, cacao, avellanas y un montón de tabaco, es todo el placer que necesitaba para sobrevivir en aquella época, y ella lo tenía todo. Los primeros en caer fueron los más pequeños seguidos de los ancianos. La pandemia se extendió por casi todo el planeta, los gobiernos intentaban salvar a una minoría de privilegiados mientras el resto, bueno, éramos el resto, los restos, lo intangible a niveles prácticos. Fue al borde de la desesperación cuando ella me abrió las compuertas de su búnker, era hermosa, con unos 3.000 vinilos a buen recaudo, un puñado de libros y comida, me pidió que me refugiara con ella.
Abrí los ojos y la ceniza me rodeaba, revoloteaba a mí alrededor formando una sinfonía triste. Fue cuando me di cuenta de que estaba perdido, mi cuerpo estaba a punto de ser incinerado. Uno de los primeros síntomas del virus eran las alucinaciones, claramente….

No sé si llegado el día los acontecimientos se sucederán de esa manera, pero en líneas maestras y por lógica, se parecerá bastante a este relato.
Muy buen trabajo, encontrarle hueco a 3.000 vinilos en el interior de un búnker solo es posible en la mente de un melómano un tanto iluso.

Creo que sé de quién es el 13, pero no voy a usar el comodín

Yomis escribió:13. Plástico fino.

Leche, cacao, avellanas y geles del placer. ¿Cansado de que a su parienta le huela el chumino a bacalao? Pruebe el nuevo sabor maracuyá. Compra. Bragas hipoalergénicas, música de Calzedonia. Pantalones cosidos por niños bangladeshís. Refrescos azucarados. Compra. Atún con mercurio, anchoas con anisakis, vacas locas, pollos griposos, pepinos con ecoli. Compra. Y protégete, a ver si vas a coger alguna mierda. No lo hagas sin condón: estriados, lubricados, retardantes, sápidos, ¡vorsprung durch technik! Compra. Tragavacos, comepollas. No puedes no tenerlo todo. Frío para él, calor para ella. Compra. Con paso firme hacia la uniformidad, hacia el amalgama indolente del consumidor, nuestra única dimensión, ¡la única!, en vista de que no valen nada ya nuestra dimensión humana y productiva. Compra. Compra. Compra. Piel fina, plástico fino. Yo es que soy más de Nutella, dice todavía algún gilipollas.

Nunca he entendido lo del bacalao, a pesar de haberlo oído muchas veces me parece siempre muy duro; si se mezcla con parienta y con chumino: tenemos la antimateria.

El tono general es grueso, lo cual conecta bien con la primera línea. Mucho hartazgo y quemazón e imbecilidad. Es lo que hay.

Yomis escribió:12. SIC TRANSIT GLORIA MUNDI ( TREPAS EVERYWHERE! )

-Leche, cacao, avellanas y azúcar nocillaaaaaaaaa!
-¡No me toques los cojones Martínez! .
¿Que mierda de idea es esta?
-Pero Don Pancracio....es pegadiza, musical,  a los niños les encantará y pedirán el producto a sus madres.
-¡Déjese de mariconadas!.
Los niños de hoy son vigorosos, quieren algo que les excite no cancioncillas melosas.
-Si le parece lo cambiamos por leche, cacao , avellanas y azúcar ,  Godzillaaaaaaa.
-¿Me esta tomando el pelo Martínez ? .
-No, no,  ponemos al dinosaurio rompiendo casas de chocolate.
-Grrrrrr El puto representante  de  Starlux  viene en 5 minutos y esta campaña es una mierda.
Riiinggg...
-Ya esta aquí.....pase pase don Salvatore.
-mmm...  Questa idea e molto satisfaciente Don Pancratio ¡molto pegante!¡maraviglioso! ¡ Placer !
-¡Por supuesto!.
¡He trabajado personalmente en ella!
-Pero si.........
- ¡A usted que coño le pasa Martínez!, no le echo por que soy un buen cristiano, inútil,  ¡vaya a pensar algo para Disiclin!

He trabajado en una agencia de publicidad. He vista cosas peores. He visto cómo funciona la Megamáquina. He visto los bancos de imágenes: librerías enteras llenas de fotografías que ilustran cualquier estilo de vida que puedan imaginar.

Quizá era la intención del relato, lo veo demasiado caricaturizado y puede que sea mejor así. Este mundo ya es bastante feo.

Don DON show, y yo me tengo que ir, te leo en tránsito o mejor, con nocturnidad y alevosía.

Donnnchouuuuuu

Yomis escribió:11. Hoy me siento Flex meets A mí plin

Leche, cacao, avellanas y azúcar; ese era mi desayuno y así se lo pedí aquella mañana. Seguro que pensó en el fresco del barrio.
La noche anterior le ofrecí una cerveza sonriendo: piensa en verde. La dejé traer mi deportivo con un escueto ¿te gusta conducir? Le di la bienvenida a la república independiente de mi casa, besé su cuello susurrando que ella era la chispa de la vida. Me contestó diciendo que un diamante es para siempre.
La conduje al dormitorio, me desnudé: busca y compara, y si encuentras algo mejor...
Esa noche el frotar se iba a acabar, me sentía el rey de las camas. Pero... cuate, ahí había tomate.
—Just do it —gimió de placer.
Pero tras el desayuno frotó sus dedos pulgar, índice y corazón en un gesto bien conocido.
—Hay cosas que el dinero no puede comprar, para todo lo demás...
—¡Anda!, ¡la cartera!

A esas frases, al menos en mi época, se les llamaba Copy, y los tipos que las parían eran unos insoportables que solían llevar coleta, pantalones de pinzas y  mocasines sin calcetines en verano. Eran unos privilegiados muy bien pagados, y en los mejores casos se dedicaban solo a ese menester. El relato me ha recordado a esa época, que tendrá su reflejo en esta, pero ya estoy fuera de ese mundo.

Muy ingenioso.

Koikila escribió:Creo que sé de quién es el 13, pero no voy a usar el comodín

Si esta tarde nadie lo ha utilizado lo quito.
Nadie ha utilizado la idea dinámica

Administración progresista
Participación conservadora

Yomis escribió:10. Tuve que hacerlo.

“Leche, cacao, avellanas y azúcar”, oí que canturreaban a mis espaldas. Me giré mientras mi hijo desenvolvía el bocata con placer y vi a un padre al que apenas si conocía de vista.
“La canción olvidó añadir aceite de palma, girasol oleico, sólidos lácteos y emulgentes”, dijo con una sonrisa.
Arqueé una ceja.
“No quiero darte lecciones pero nunca daría eso a los niños para merendar...”
Arqueé la otra ceja.
“Yo prefiero que mi niña crezca más sana…”
No me quedaban cejas que arquear, así que cuando sacó un tuper de vidrio con fruta cortada me di la vuelta murmurando una excusa. “En vez de nocilla eso debería llamarse nociva”, llegué a escuchar.
El mundo se oscureció. La hostia, con toda la mano abierta, hizo eco en el patio y retumbó por las aulas ya vacías.
Hacía treinta y siete años que no me llamaban al despacho del director.

Cuando los antiguos dioses dejan de obrar milagros hay que invocar a otros que sean jóvenes, más vigorosos y beligerantes.
Y con ellos llega también llega un nuevo bestiario, más terrible que las huestes del vetusto ángel caído, más feroces y con más cuernos.

Hemos de creer que viviremos para siempre, aunque sea a base de comer fruta cortada.
Me ha parecido un muy buen relato.

Yomis escribió:9. Para gustos, colores

Leche, cacao, avellana y... otros eufemismos. Claramente son referencias al semen, las heces, los pezones... todo aquello que los fetichistas piden. En "La Cabaña" no se mira mal a nadie. Da igual cual sea su modo de obtener placer.
Lars Gutiérrez es un hombre heterosexual, pero lo que mas le excita es poder tragarse su propio semen. Cuando hablamos con el nos comenta "Hay gente a la que le gusta el Chinese o el St. Anger y yo no los desprecio por ello".
"La Cabaña" es, en definitiva, el sitio donde se cumplen los deseos más inverosímiles, surrealistas o descabellados sin que te miren mal, siendo una persona más.

No he escuchado ninguna de las dos obras citadas, que son comparadas al acto de tomar la propia simiente de uno. El hecho de que a las cosas no se las llame por el nombre, ya es turbio en sí mismo aunque puede formar parte de un juego. Pero cuando se organiza a nivel tipo "La Cabaña" las cosas suelen embarrarse hasta llegar al lodo más sucio.

Me gusta el tono insalubre del relato sin ahondar más de lo necesario, con un par de detalles; lo más enfermizo es la total normalidad con la que lo aborda. Muy bien.

A ver si alguien utiliza el comodin onque sea por pena hacia este humilde adminostrador

Yomis escribió:8.Retiro de silencio

Leche, cacao, avellanas y azúcar...Me consideraba una rara avis: alguien que vivía al margen de la esclavitud de los eslóganes. Estaba seguro de que esta semana encontraría la respuesta a muchos de mis interrogantes sobre el dolor, el placer y otras grandes cuestiones. Pero ahí estaba yo: con la canción de la Nocilla repitiéndose en un bucle infinito. Veía a los demás ataviados con sus túnicas, haciendo ejercicios respiratorios mientras yo me esforzaba para no tararear la canción (aunque no podía evitar mover el pie a su ritmo). Dijo el poeta que las lágrimas rebosan el mar al ser más grandes que este. Yo os aseguro que una canción pegadiza desborda el silencio. Me tumbé a dormir en mi estera pensando que un mal día lo tiene cualquiera. Al levantarme la mañana siguiente, fijé en mi vista en el mapa el mundo que adornaba la pared: ¡Maldición, África tropical!...

No recuerdo la discográfica, hace ya mucho tiempo, pero imprimía en sus discos compactos un pequeño mensaje parecido a: "Salven al mundo de la música New Age"; si no era así, era muy parecido.

Muy bueno.

Yomis escribió:

Koikila escribió:Creo que sé de quién es el 13, pero no voy a usar el comodín

Si esta tarde nadie lo ha utilizado lo quito.
Nadie ha utilizado la idea dinámica

Venga, vale, va
Lo uso
Pero tengo que preguntar por privado, no?

Yo pensaba usarlo una vez cerrada la recepcion

pRobe adminostrador

tacitus escribió:pRobe adminostrador

hace mucho tiempo que no sale?

Yomis escribió:1. Tengo secuestrado el concurso

Leche, Cacao, Avellanas y Azúcar. Eso era lo que necesitaba para resistir el asedio. Eso sí, nada de comprarlo en bote. Las mezclas y las proporciones las hacía él a su manera. Como todo en la vida. Un espíritu libre que se resistía contra el límite de las 150 palabras. El placer de lo dulce se mezclaba con un cierto aroma saladito que llegaba de fuera. Era el olor del mar. Yomis, atrincherado, gritaba a los de fuera y de vez en cuando despotricaba de Stoner. Quería garantías de libertad formal ¡libertad formal!. Libre de endecasílabos y otros corsés. Mmm eso del corsé le llevó a otros pensamientos y se había puesto cachondo, pero no era el momento. Metió el concurso en una mochila, y saltó al vacío gritando al viento.

A favor: la inclusión de saladito resulta muy forzada. no cuadra con el tono del resto. y alguna pejiguería con la puntuación.
En contra: Personalmente odio el metaconcurso. Aunque este explique una historia (que sin el background necesitaría mil palabras para comprenderse).
Lo mejor: Meter el concurso en una mochila.

Sugar Bug escribió:

Yomis escribió:1. Tengo secuestrado el concurso

Leche, Cacao, Avellanas y Azúcar. Eso era lo que necesitaba para resistir el asedio. Eso sí, nada de comprarlo en bote. Las mezclas y las proporciones las hacía él a su manera. Como todo en la vida. Un espíritu libre que se resistía contra el límite de las 150 palabras. El placer de lo dulce se mezclaba con un cierto aroma saladito que llegaba de fuera. Era el olor del mar. Yomis, atrincherado, gritaba a los de fuera y de vez en cuando despotricaba de Stoner. Quería garantías de libertad formal ¡libertad formal!. Libre de endecasílabos y otros corsés. Mmm eso del corsé le llevó a otros pensamientos y se había puesto cachondo, pero no era el momento. Metió el concurso en una mochila, y saltó al vacío gritando al viento.

A favor: la inclusión de saladito resulta muy forzada. no cuadra con el tono del resto. y alguna pejiguería con la puntuación.
En contra: Personalmente odio el metaconcurso. Aunque este explique una historia (que sin el background necesitaría mil palabras para comprenderse).
Lo mejor: Meter el concurso en una mochila.

Oye perdona....
m

Yomis escribió:2. El parchís de medianoche

Leche, Cacao, Avellanas y Parchís.
Chaka-chaka-chaka-plas.
Cinco, salgo de casa.
Seis, el parchís te da alas.
Siete, la ficha no engaña.
Plátano y pera, cuento veinte.
Un, dos, tres, cuatro, cinco, seis, veinte. Barrera.
Chaka-chaka-plas.
Un, dos, tres, responda parchís.
- ¿Cuál era la pregunta?
De oca a oca, responda parchís.
- ¿Perdón?
Vas a la cárcel, responda parchís coñe.
- Bueno pues parchís.
Placer, como una y cuento veinte.

A favor: Poesía contemporánea setentera. Dadaísmo y creatividad. Cacofonía y juegos reunidos geyper.
En contra: Demasiado formalismo estructural. No rompe los límites clásicos del verso.

Lo mejor: El descubrimiento del sexo.

m señor escribió:

Sugar Bug escribió:

Yomis escribió:1. Tengo secuestrado el concurso

Leche, Cacao, Avellanas y Azúcar. Eso era lo que necesitaba para resistir el asedio. Eso sí, nada de comprarlo en bote. Las mezclas y las proporciones las hacía él a su manera. Como todo en la vida. Un espíritu libre que se resistía contra el límite de las 150 palabras. El placer de lo dulce se mezclaba con un cierto aroma saladito que llegaba de fuera. Era el olor del mar. Yomis, atrincherado, gritaba a los de fuera y de vez en cuando despotricaba de Stoner. Quería garantías de libertad formal ¡libertad formal!. Libre de endecasílabos y otros corsés. Mmm eso del corsé le llevó a otros pensamientos y se había puesto cachondo, pero no era el momento. Metió el concurso en una mochila, y saltó al vacío gritando al viento.

A favor: la inclusión de saladito resulta muy forzada. no cuadra con el tono del resto. y alguna pejiguería con la puntuación.
En contra: Personalmente odio el metaconcurso. Aunque este explique una historia (que sin el background necesitaría mil palabras para comprenderse).
Lo mejor: Meter el concurso en una mochila.

Oye perdona....
m

una buena idea hay que aprovecharla!

Yomis escribió:3.Una segunda oportunidad.

Leche, cacao, avellanas y cianuro, canturreaba mientras llegaba a la fábrica. Sintió un escalofrío de placer mientras pensaba en lo que le pasaría al vejestorio. Iba a llevar la producción a China, así que morir envenenado por su propio producto era lo menos que se merecía. ¡Ah! y también merecía una muerte lenta por inventar aquel abyecto tarro de dos sabores. Había mezclado el veneno en el bote que el viejo repelente siempre tenía en su despacho.
Disimuló su asombro al ver al tirano berreando cual poseso como todas las mañanas. No podía ser, ¡si se paseaba comiendo rebanadas de Nocilla! Aprovechó la pausa del almuerzo para entrar disimuladamente al despacho. El bote llevaba unos 10 años caducado. Abrió un armario y lo encontró lleno de tarros de Nutella. Vaya, al menos ese imbécil tiene buen gusto, pensó, mientras volvía a sacar la bolsita con el veneno.

A favor: El odio. Todo lo que sea odio, venganza, insultos y tomarse la justicia por la propia mano es agradable a oídos de este humilde cantamañanas.
En contra: El tiempo verbal. Este relato hubiera ganado en primera persona. Acritud, odio, tensión... un narrador omnisciente es eso, un narrador. Y no tensa los músculos al entrar en el despacho.

Lo mejor: QUe la gota que colma el vaso tenga dos sabores.

Yomis escribió:4. La Granjera.

Leche, Cacao, Avellanas y Almendras; aunque también había Cacahuetes, Anacardos y todo tipo de frutos secos. Un verdadero placer. Decenas de estanterías abandonadas repletas de todo tipo de comida envasada. Y tú pensando en follar. ¡Cómo había cambiado todo! Fui metiendo rápidamente todo lo que pude en las mochilas que habíamos llevado, mientras te quitabas lentamente el sujetador y tus preciosos pezones golpeaban mi razón a escasos metros. ¡Por Dios! ¿Comer? ¿Follar? ¿Escapar de los zombies? Nunca antes la vida había sido algo tan raro y excitante.

A favor: Descubrir que en momentos de tensión extrema tu pareja es capaz de soltar el puto móvil y ponerse perra contigo. Que la rutina mata el sexo y convierte las encimeras en algo asexual.
En contra: El orden. El orden de las frases. Hay algo que no cuadra, ni un crescendo, ni un ritmo. Empieza a subir y de repente se detiene. Luego arranca de nuevo...

Lo mejor: Y tú pensando en follar. Me recuerda a aquel verso de Los Suaves: Yo solo pienso en dormir. Que supongo que es de donde viene mi problema con el ritmo del relato... paradojas...

Yomis escribió:5. Kedardo.

Leche, cacao, avellanas y otras tantas cosas inútiles y dulces no impidieron que Kedardo, que vestía sus flacos alambres con un trocito de paño, llegara hasta el sofá para acomodarse con placer en un pliegue de la manta junto a la inquilina con la que charlaba a diario y que dormía profundamente antes las luces y voces de un televisor que nunca descansaba. Kedardo rara vez tocaba a personas, pero era media mañana y la inquilina no despertaba. Decidió trepar por el brazo hasta llegar al cuello y allí comprobó que la inquilina se había marchado. El fino alambre de Kedardo se curvó bajo su pañito a cuadros y desde el hombro echó una mirada al apartamento; habían sido buenos años. Volvería a la infame grieta de la cocina. Pasaría una larga temporada sopesando si mostrarse a las nuevas personas. Pero antes recortaría un pequeño cuadrado de suéter que llevaría consigo.

Gregorio Samsa, en su lecho de muerte, siempre explicaba, a quien quisiera escucharle o no, su gran aventura. Gregorio Samsa siempre hablaba de cuando conoció a Kedardo, una araña cosmopolita, una araña que, pequeña, peluda y suave, diríase era toda de paño inglés. Gregorio Samsa contaba como Kedardo, escondido de todo y de todos, escribía palabra tras palabra en una madeja enloquecida de hilo del que no quería alejarse.
Gregorio Samsa meditaba, en la duermevela previa a la muerte, si esa pequeña sombra que creía ver moverse frente a sus ojos podía ser su viejo amigo Kedardo que, venía a verle.
Y Kedardo, ajeno a todo, seguía en la infame grieta de la cocina. Esperando a que la tabla de madera que tapaba la luz desapareciera para poder ver de nuevo a la inquilina.

O de cómo un microrrelato puede recordar a una obra maestra. O de cómo un relato puede, quizá, hablarle a cada uno de su propia historia. ¿Cuando leíste a Kafka? ¿Cuando espiaste por última vez a aquella chica? ¿Cuando empezaste a pensar en la muerte como algo que podía pasar? ¿Cuando empezaron a acumularse los recuerdos? ¿Cuando...
Preciosos los giros en las enumeraciones convertidas en frase (“pero era media mañana” destila dulzor y olor a jazmín). Quizá haya alguna palabra que rompe mínimamente el suave paladear del relato, pero en su mayoría se deslizan por la lengua incluso si se recita sin voz y sin mover los labios. Uno de esos microrrelatos que tiene tanto placer estético como ético. Un relato que, pese a no ser un diez absoluto en lo que al concurso se refiere, si que cuenta una historia. Cuenta, incluso, varias historias. Y eso, absurdamente, es cada día más escaso en el concurso.


Y ya puestos, sobra una s en “antes”.

Vaya dos maravillas vienen de camino, the chucruts power!!!

Yomis escribió:6. Bienvenido a la república independiente de mi casa

— Leche, cacao, avellanas y...
— ¡Y pollas en vinagre! No he preguntado qué quieres, te digo que mi madre está poniendo bocatas de mortadela
— Bueno, aceptamos barco...
— Hombre, no se por qué piensas que te tiene que poner el bocata que quieras
— Porque yo lo valgo
— Sí, sí... no te engañes, tú no vales nada
— El algodón no engaña
— ¿Me vacilas? Deja de decir frases de la tele, quedas avisado
— Busque, compare, y si encuentra algo mejor, cómprelo
— Venga tío se acabó, lárgate a tu casa
— Di adiós a la caspa

La madre se detuvo colocando la mortadela, parecía que había caído algún marco en una habitación.

Pablito miraba su mano aún caliente, y la copia de ella en la cara de su “amigo”, sonríe y añade;

— El placer de dar un tortazo al pesado de turno no tiene precio.... para todo lo demás, mastercard.

A favor: lo liberador de una torta bien dada. tanto que deja de enervarte lo que provoca la torta misma. ¡Más bofetadas y menos pantalones tobilleros!
En contra: Los diálogos también usan su puntuación ortográfica. Y el desastre de tiempso verbales entre Pablito y misma.

Lo mejor: Recordar el cosquilleo en la palma de la mano después de dar una buena ostia. Lástima que también nos recuerde a la humillación ardiente de cuando la recibes.

15. Ya dejé de joder con la pelota.

Leche, cacao, avellanas y el placer de rascarme la cabeza con tu barba mientras desayunaba sentada en tus rodillas y escuchábamos aquella cinta de Joan Manel Serrat. Sentada encima de ti, en mi posición de privilegio, comíamos churros con chocolate en la mesa del jardín.
Leche, café, gritos y resacas que intentaba disimular mientras me gritabas a las nueve de la mañana: ¿Dónde coño estuviste hasta las siete de la mañana? ¿Y porqué hay una oca y un enano de piedra en el garage? El camino a la ducha se me antojaba una distancia enorme.
Leche, café descafeinado, botellines vacíos y el peso de dos perros sobre mí en el sofá. La distancia desde casa hasta el minúsculo ático del Raval se hacía cada día más grande.
Leche de soja, café descafeinado, lágrimas y un sillón vacío al lado de tu lámpara art-decó. Y un hueco en mi pecho.

16. '' El rango medio es decisivo "

Leche, Cacao, Avellanas y farlopa, la dieta en el estudio de grabación donde me hallaba desde hace días.
Cuando la banda conseguía reducir el subidón de farla los porros hacían descender los niveles de glucosa a mínimos históricos, solo un buen atracón de dulce podía recuperarlos de la inequívoca hipoglucemia, la leche era para mitigar los efectos e hidratarlos.
Eran muy jóvenes, maleables, oportunistas y rogaban placer. La marihuana les hacía entender que sonaba poco grave, y había que llenar el espectro con un batallón de graves con tanto cuerpo y profundidad como cien ejércitos retumbando en la misma guerra, cuando la coca invadía su intelecto los agudos ofrecían una respuesta latosa y rasposa con una estridencia sin matices, esto no dejaba ningún margen de frecuencia para la voz, todo se había convertido en un contencioso donde las pistas se batían entre ellas sin margen para la definición.

Yomis escribió:7. "Una cosa te lleva a otra"

Leche, cacao, avellanas y cucharilla! Marcos se desencajaba a carcajadas antes de vencerse. A mí por repetido no es que hubiese dejado de hacerme gracia, pero los calambres estomacales me indisponían siquiera a querer doblarme de la risa.
El placer de pulverizar el grumo, las burbujas al calor de la llama sí me disponían en cambio a entonar mi propio estribillo ritual aunque Marcos ya no pudiese oirlo: "más chutes, no... y mis cucharas 'impregnás' de colacao!"

A favor: Encontrar la analogía en la descripción y depositarla, suave y exacta, en la misma época que la canción.
En contra: Algo en el primer párrafo no termina, para mí, de funcionar bien. Y creo que es el indisponían.

Lo mejor: Saber que todos (excepto los millenials, esos seres) leemos ese verso cantándolo.

Sugar Bug escribió:

tacitus escribió:pRobe adminostrador

hace mucho tiempo que no sale?

la la ra lalala

Koikila escribió:

Yomis escribió:

Koikila escribió:Creo que sé de quién es el 13, pero no voy a usar el comodín

Si esta tarde nadie lo ha utilizado lo quito.
Nadie ha utilizado la idea dinámica

Venga, vale, va
Lo uso
Pero tengo que preguntar por privado, no?

Claro

Se viene otra maravilla en breve.

Están los ánimos calientes!! DonShow y SugarChou

Yomis escribió:15. Ya dejé de joder con la pelota.

Leche, cacao, avellanas y el placer de rascarme la cabeza con tu barba mientras desayunaba sentada en tus rodillas y escuchábamos aquella cinta de Joan Manel Serrat. Sentada encima de ti, en mi posición de privilegio, comíamos churros con chocolate en la mesa del jardín.
Leche, café, gritos y resacas que intentaba disimular mientras me gritabas a las nueve de la mañana:  ¿Dónde coño estuviste hasta las siete de la mañana? ¿Y porqué hay una oca y un enano de piedra en el garage? El camino a la ducha se me antojaba una distancia enorme.
Leche, café descafeinado,  botellines vacíos y el peso de dos perros sobre mí en el sofá.  La distancia desde casa hasta el minúsculo ático del Raval se hacía cada día más grande.
Leche de soja, café descafeinado, lágrimas y un sillón vacío al lado de tu lámpara art-decó. Y un hueco en mi pecho.

Ay qué bonito
Hasta el título

17. Canas.

Leche, cacao, avellanas y el tostador!!!.
No había despertar más maravilloso que abrir los ojos en casa de los abuelos.
Amor salvaje, amor puro, amor ribeteado con canas y luxaciones de cadera.
Bajo su mascota, bastón y guayabera sonreía el abuelo.
Bajo su delantal, faja y rulos sonreía la abuela.
Eso si que era placer.
Mientras te peinaban, quitaban legañas y ponian batas...llegaba el olor de la leche hervida y el pan tostado.
Colacao, pan con Nocilla y un beso.

Koikila escribió:

Yomis escribió:15. Ya dejé de joder con la pelota.

Leche, cacao, avellanas y el placer de rascarme la cabeza con tu barba mientras desayunaba sentada en tus rodillas y escuchábamos aquella cinta de Joan Manel Serrat. Sentada encima de ti, en mi posición de privilegio, comíamos churros con chocolate en la mesa del jardín.
Leche, café, gritos y resacas que intentaba disimular mientras me gritabas a las nueve de la mañana:  ¿Dónde coño estuviste hasta las siete de la mañana? ¿Y porqué hay una oca y un enano de piedra en el garage? El camino a la ducha se me antojaba una distancia enorme.
Leche, café descafeinado,  botellines vacíos y el peso de dos perros sobre mí en el sofá.  La distancia desde casa hasta el minúsculo ático del Raval se hacía cada día más grande.
Leche de soja, café descafeinado, lágrimas y un sillón vacío al lado de tu lámpara art-decó. Y un hueco en mi pecho.

Ay qué bonito
Hasta el título

Es demoledor

tacitus escribió:

Sugar Bug escribió:

tacitus escribió:pRobe adminostrador

hace mucho tiempo que no sale?

la la ra lalala

Hijo de puta

Teneis hasta esta noche pa utilizar el comodin inédito.
Vaya fracaso ha sido .
Ni uno.
Os mereceis gala mojonera.
Malos,que sois malos

Yomis escribió:

tacitus escribió:

Sugar Bug escribió:

tacitus escribió:pRobe adminostrador

hace mucho tiempo que no sale?

la la ra lalala

Hijo de puta

Es demoledor.

Yomis escribió:Teneis hasta esta noche pa utilizar el comodin inédito.
Vaya fracaso ha sido .
Ni uno.
Os mereceis gala mojonera.
Malos,que sois malos

el desayuno te lo pagas tú!

Yomis escribió:8.Retiro de silencio

Leche, cacao, avellanas y azúcar...Me consideraba una rara avis: alguien que vivía al margen de la esclavitud de los eslóganes. Estaba seguro de que esta semana encontraría la respuesta a muchos de mis interrogantes sobre el dolor, el placer y otras grandes cuestiones. Pero ahí estaba yo: con la canción de la Nocilla repitiéndose en un bucle infinito. Veía a los demás ataviados con sus túnicas, haciendo ejercicios respiratorios mientras yo me esforzaba para no tararear la canción (aunque no podía evitar mover el pie a su ritmo). Dijo el poeta que las lágrimas rebosan el mar al ser más grandes que este. Yo os aseguro que una canción pegadiza desborda el silencio. Me tumbé a dormir en mi estera pensando que un mal día lo tiene cualquiera. Al levantarme la mañana siguiente, fijé en mi vista en el mapa el mundo que adornaba la pared: ¡Maldición, África tropical!...

A favor: El silencio, la meditación, el outsiderismo. La ostia al modo de lectura simple al cambiar a poesía .
En contra: El autoconsiderarse. El puto ego.

Lo mejor: La búsqueda.

Yomis escribió:Teneis hasta esta noche pa utilizar el comodin inédito.
Vaya fracaso ha sido .
Ni uno.
Os mereceis gala mojonera.
Malos,que sois malos

Siiiiii
Siiiiii
Siiiiii

Ya han utilizado el.comodin inédito!!!!
Y ha sido mi amada Koiki!!!!!
Te quiero,te amo, quiero triki triki contigo....
Te amo Koikiiiiiii

Pd: Koiki lleva ventaja, sabe cosas.
L@s demas no

A ver si luego me descalifican, lo he hecho porque te hacía ilusión y con un relato que iba a votar sí o sí

Koikila escribió:A ver si luego me descalifican, lo he hecho porque te hacía ilusión y con un relato que iba a votar sí o sí

Pero quién te vá a descalificar amor?
No te das cuenta que mando yo?
No te das cuenta que me has dado felicidad?

14. Osuli.

Leche, cacao, avellanas y un montón de tabaco, es todo el placer que necesitaba para sobrevivir en aquella época, y ella lo tenía todo. Los primeros en caer fueron los más pequeños seguidos de los ancianos. La pandemia se extendió por casi todo el planeta, los gobiernos intentaban salvar a una minoría de privilegiados mientras el resto, bueno, éramos el resto, los restos, lo intangible a niveles prácticos. Fue al borde de la desesperación cuando ella me abrió las compuertas de su búnker, era hermosa, con unos 3.000 vinilos a buen recaudo, un puñado de libros y comida, me pidió que me refugiara con ella.
Abrí los ojos y la ceniza me rodeaba, revoloteaba a mí alrededor formando una sinfonía triste. Fue cuando me di cuenta de que estaba perdido, mi cuerpo estaba a punto de ser incinerado. Uno de los primeros síntomas del virus eran las alucinaciones, claramente….

he recordado el suplicio de Lost, quizá por pensar en el bunker de la salvación... ¿apocalipsis? ¿3000 vinilos? no, no lo veo... y luego ese final dantesco...