RONDA 19 (3ª ed.) DEL CONCURSO DE MICRORRELATOS AZKENEROS - Recepción de relatos hasta hoy a medianoche

La frase para esta ronda es la siguiente:

Nunca había escuchado un sonido semejante

REGLAS DE ESTE JUEGO:

CLASIFICACIÓN POR PODIUMS:

CLASIFICACIÓN POR PUNTOS TOTALES:

RELATOS A CONCURSO:




1.- En la corte del Rey Escarlata
Nunca había escuchado un sonido semejante, aseveró el Sr Dupont mirando fijamente al juez.
Una joroba parlante, su Señoría, tal y como se lo estoy contando.
¡Protesto! gritó enérgicamente el Sr Arnaud.
La defensa está intentando hacer pasar por trastornado al reo.
A ver si lo adivino, la joroba le dijo que debía robar tres gallinas y después prender fuego al pajar.
¡No señor! la joroba empezó a imitar al Sr. Aznavour y esto fue lo que hizo al Sr. Bernard salir corriendo sin pensar y derribar el candil de aceite vintage.
Las aves huyeron del fuego por sus propios medios.
¡Usted me toma por idiota!
No estamos hablando de un vivero Hipster al lado del Sena. Es una casa de aldea con su luz artificial.
¡Protesto! el fiscal esta presumiendo cosas.
¡Llamo a declarar al Sr Aznavour!
Estupendo... masculló el fiscal, ahora pretende ganar el juicio durmiendo a su señoria.
¡Lávese usted la boca con jabón Sr Arnaud!
Fin


2.- Agua amarga
Nunca había escuchado un sonido semejante. Se asimilaba al cadente chapoteo de los innumerables sapos que inundaban la noche caribeña con sus ruidos cuando vivía en la Riviera Maya. Curiosamente, me encontraba a miles de kilómetros de aquellos frondosos y salvajes manglares. El sonido provenía de un edificio abandonado, justo al lado del parque donde solía pasear a mi perro, en la pequeña localidad costera de Agua Amarga. La curiosidad me pudo, y me adentré en el interior de aquel edificio a medio construir. El evocador sonido se intensificó cuando hube atravesado dos accesos en los que supuestamente iban a ir dos puertas. Y allí estaba ella; sentada sobre un trozo de cartón, abierta de piernas y mirando al techo. Unas sutiles braguitas mantenían sus tobillos uno cerca del otro. Introducía y sacaba su puño derecho de su ya ensanchada vagina, provocando ese húmedo sonido que me llevó hasta ella.


3.- De plumas y leyendas
Nunca había escuchado un sonido semejante, era como… una mezcla de trino y cantar lírico. Rodrigo se giró, ¿de dónde provenía ese gorgeo mágico en el rincón más remoto de la laguna de Guatavita? Quedó maravillado. Era una muchacha pájaro, cubierta de plumas nacaradas, hermosas alas desplegadas y un penacho coronado por una refulgente tiara de oro. La leyenda era cierta, pues. Si allí moraban los hombres pájaro, había hallado Eldorado. La muchacha parecía sonreírle pero, cada vez que Rodrigo se acercaba, ella se alejaba. Finalmente, al pie de las abruptas cataratas, se detuvo. Cuando Rodrigo se le abalanzó, fue izado del suelo por una fuerza terrible. Alzó la vista; era presa de las garras de un hombre-pájaro. Lo último que Rodrigo vio fue el vuelo de la muchacha, que entonaba su canto prodigioso mientras el hombre pájaro lo despeñaba.


4.- Esto es
Nunca había escuchado un sonido semejante, lluvia percutiendo sobre techos de hojalata, repulsivo chasquido de cucarachas pisoteadas, eco ahogado de lágrimas no derramadas. Una sinfonía de cristales rotos, graznido de gargantas afásicas, rechinar de encías, aullido en el barro de una madre que, con horror, descubre no lo será más. Un rugido quedo, crujir de dedos, murmullo de oraciones no correspondidas ante crucifijos sordomudos (siempre sordos, siempre mudos). El aullar del lobo una noche sin luna, el grito de un cuadro sin boca, el alarido congelado de esa escultura —Rodin sabe— en el preciso momento de la angustia. El fragor estentóreo de la indolencia, el puto ruido de la puta humanidad —y sus putas risas, y su puta mansedumbre—, de falsa camaradería entre semejantes. La desesperanza sofocada, el griterío de la obediencia, ese silencio cruel de piafar de caballos viejos, ese golpeteo de corazones deshabitados. La arcada, esto es.


5.- Ley de los negativos dinámicos
Nunca había escuchado un sonido semejante desde aquella inusual perspectiva sonora y es que el tener la cara metida en el culo de mi suegra no era signo habitual de los tiempos, su estomago ejecutaba una sinfonía con tintes de cacofonía en si bemol, sus tripas sonaban a una cañería con reverberación donde ensayaran Slayer los días de pago de nómina.
Allí donde coinciden Murphy y la ley de los negativos dinámicos, en ese punto de encuentro debéis situarme para comprender la ley de finagle en todo su esplendor, los sensores de fuerza G de Murphy fallaron estrepitosamente por su ausencia correcta de lecturas, mis alpargatas tropezaron entre si en un perfecto ejercicio de asincronía mientras mi suegra ejecutaba un armonioso do de pecho en la postura del perro del yoga.


6.- Vibraciones
Nunca había escuchado un sonido semejante, antes todo era una especie de zumbido en la cabeza, pero ahora escuchaba nítidamente todos y cada uno de los sonidos que había a su alrededor, el viento golpeando las ventanas del hospital, los pasos de las enfermeras con esos zapatos raros, su familia emitiendo un ruido muy alto.
“No sabrás procesarlo todo, el cerebro se tiene que adaptar” le escribió el doctor, “la primera sesión será de apenas unos minutos más”.
Me dolía la cabeza y estaba mareada, empezaba a pensar que el implante al que me había ofrecido voluntaria sería la peor decisión posible.
“Tranquila, es normal, piensa en Coltrane, cuando escuches lo que siempre has sentido vibrar, será un poco menos duro todo”


7.- El mundo me hizo así
Nunca había escuchado un ruido semejante- pensó Evaristo mientras un Ford se aproximaba al control de estupefacientes con los tigres del norte sonando a volumen atronador.
Al volante del Ford, estaba Andrés. Andrés se quedó en el paro cuando cerraron la azucarera. Muchos emigraron, pero él no quería dejar a su anciana madre ni podía olvidar a Remedios (la maestra viuda que le daba día sí día no un repaso…). Andrés pensó que podría salir adelante con las pocas tierras heredadas de su padre, pronto advirtió su error…
Poco quiere la gente a los narcotraficantes, pero menos aún a los pobres, por eso Andrés sembró el talud de marihuana y puso una estampa de la Virgen del Carmen en su salpicadero.
-Es para consumo propio-afirmó Andrés
-Déjame una bolsa y vete. La voy a necesitar para los quebraderos de cabeza que me estáis dando tú y mi madre- ordenó Evaristo.


8.- Casitas y soles
Nunca había escuchado un sonido semejante me dijo, soy sorda y sé de lo que hablo. Aunque no hablaba y escribía en una pizarra colgada del cuello. Como nunca fue a la escuela, con la tiza sólo dibujaba casitas y soles. Uno se hacía la idea de lo que quería decir.
Borró la casita y se fue. Luego me enteré que no quería llegar tarde a la residencia. Los jueves los terminales tienen zumba y son muy agresivos con las interrupciones. Todo aquello me pareció absurdo, el jueves es día de paella y coincidirán ustedes conmigo que para mezclas raras ya tenemos el café con leche.
Me monté en mi recién adquirido patinete (una ganga porque le faltaba una rueda) y atropellé a un niño. No se enteró, y al caer me fracturé la nariz.
Encontrarán esto surrealista, pero lo que han leído son dos casitas y cinco soles.


9.- Azkena 2062
Nunca había escuchado un sonido semejante, decenas de musicandroides armados con sinteticlados y acordófonos acometieron con infinita maestría los primeros compases de la composición que –decían- venía a sustituir toda la música escrita hasta entonces por las limitadas mentes humanas y ejecutada por sus deficientes e imprecisas extremidades.
- ¿Verdad que jamás has escuchado algo parecido, abuelo? –inquirió percivalito a los pocos segundos de que la pluscuamperfecta armonía comenzara a inundar sus mentes por medio de dos de los miles de millones de implantes cerebrales que mantenían conectados a todos los seres humanos del planeta en una formidable red global.
- Pues a mi me suena como un módem de 48kbps intentando imitar a un gato –respondió en voz alta el anciano, ignorando el mensaje de metatexto de su tataraniento y haciendo gala de su mala educación habitual.


10.- Cosas viejas y rotas
Nunca había escuchado un sonido semejante. Bueno, lo correcto sería decir que nunca había escuchado un sonido. Era más o menos feliz en su mundo de silencio y vibraciones. Pero aquello... se acercó al puesto del mercadillo y cogió una horrible caja de música rota. La cerró y el sonido se fue. Temblando, la abrió y de golpe una bellísima melodía lo arrastró, mientras el resto del universo seguía mudo. La compró, sin salir de su asombro.
Su padre, preocupado al verle obsesionado con una caja de música que no tenía música la tiró y compró otra. Ésta al menos está limpia y funciona, le dijo. Pero no. No oía nada.
Regresó al mercadillo. El puesto seguía ahí, y se fijó en que sólo tenía objetos en mal estado. El vendedor parecía esperarle, así que intentó explicarle que quería otra caja de música, pero recibió una gran sonrisa y una radio. Vieja y rota.


11.- Memorias de un amante solícito
Nunca había escuchado un sonido semejante. Me consideraba buen amante, serio y competente. Sabía ceder el paso tanto como llevar la iniciativa, según el baile requiriera, disfrutando y proporcionando orgasmos tan comedidos como educados.
Pero esa noche fue distinto. De los genitales de aquella dama brotaba un burbujeo chispeante que, en apenas unos segundos, empezó a subir por su vientre; el burbujeo trocó en son grave, tal cual la sirena de un paquebote, ascendiendo entre los senos para irse agudizando cada vez más, como si los pulmones y la tráquea lo limaran, hasta llegar a la garganta y salir por su boca convertido en una nota imposible, digna de la soprano más divina.
Las dos copas, el quinqué y el orinal estallaron en mil pedazos.
Con un hilo de sangre manando de ambos oídos, aún sin poder escuchar mis propias palabras, la arrastré a la vicaría apenas despuntó el alba.


12.- El principio
Nunca había escuchado un sonido semejante: se parecía a pisar varias hojas muy secas y arrugadas una tras otra, pero esta vez eran los tejidos óseos de su cráneo los que crujían al romperse en pedazos, cada capa dotada de un espesor diferente: bombo, caja, tom, hi hat, ride, crash. Mientras tanto, tras los párpados cerrados, la córnea registraba variaciones de estelas visuales y moscas volantes jamás experimentadas anteriormente: cada partícula tenía nombre, apellidos y rasgos de personalidad distintos. En realidad sólo eran reflejos de los diminutos trozos en los que se estaba rompiendo la máquina entre mugidos de impotencia… pero la conciencia, alejada del cuerpo, no interpretaba la situación de una manera tan pesimista y, durante esa mínima fracción de segundo, se despidió de todo disfrutando de la música y el espectáculo.


13.- Desde Jasenovac con horror
Nunca había escuchado un sonido semejante. Su cuerpo, perlado de sudor, se incorporó en la cama; su cerebro permanecía absorto en los lastimeros ayes que anegaban sus tímpanos sin poder acallarlos. Diez dedos sarmentosos se retorcían abrazados en un intento vano de ahogar aquellas gargantas que amenazaban poner fin a su endeble cordura.
Pavesas jugueteando en el aire, ríos de rayas, miradas huecas, lamentos sordos...Tales pesadillas habían encontrado acomodo en tantas noches de insomnio fingido, de vigilia inconsciente; pero no podría doblegar la voz de su conciencia, muda hasta entonces, una vez ocupada por los deudos de sus locuras.
Como un autómata, vistió su uniforme de gala tratando de exorcizar aquellos demonios que, lejos de huir, intensificaron su acoso. Tanteó su sien en busca de su ingobernable conciencia con el cañón de su vieja Luger. Un certero disparo a quemarropa terminó con ella.
Nunca escucharía otro sonido semejante.


14.- Francamente
Nunca había escuchado un sonido semejante. Esta no la había visto venir.
—¿Ladras, hijo mío?


15.- A+B=C
Nunca había escuchado un sonido semejante:
A - Rosario del tercero izquierda batiendo huevos una mañana de domingo: "cla-cla-cla".
B - El viento racheado en la cubierta del barco que cruza de Vigo a Cangas: "fruub-fruub".
C - Rosario, el viento racheado del tercero izquierda, batiendo huevos en la cubierta del barco una mañana de domingo que cruza de Vigo a Cangas: "fruub-cla-cla-cla-fruub-cla-cla-cla".


16.- San francisco 18 de abril de 1906
Nunca había escuchado un sonido semejante. Era un extraño zumbido que retumbaba en su mente las veinticuatro horas del día. Nadie más parecía poder escucharlo y llegó un momento en que no pudo soportarlo más. Huyó lo más lejos posible pero el sonido seguía siempre allí. Intentó encontrar un remedio pero nada parecía dar resultado. Hasta que un anciano en el desierto de Mojave le contó el secreto de dónde encontrar el misterioso libro Cultes des Goules. Uno de sus hechizos pondría fin a su sufrimiento. Tras una larga búsqueda, en la que cometió todo tipo de actos innombrables, consiguió hacerse con el libro. Y en el sótano de una casa abandonada en San Francisco empezó a recitar las extrañas palabras del hechizo.

“Ph’nglui mglw nafh Shudde M'ell…”


17.- Mondo sonoro
Nunca había escuchado un sonido semejante en el Liceu. Ni siquiera el día del incendio.
Cuando el gerente me dijo "vamos a programar conciertos de rock a 200 euros la butaca" pensé en melenudos fumando porros y quemándome las sillas. Y resultó que se me llenó todo de pijos del barrio de Gràcia hablando como si no se vieran desde el año pasado y mirando fotos del concierto en Instagram.
Hubiera preferido otra bomba como la de los anarquistas...


18.- Lualaba
Nunca había escuchado un sonido semejante. A tenor de los murmullos y lamentos que se extendían por toda la cubierta del vapor, los negros que venían conmigo tampoco. Lualaba, Puertas del Infierno, remontando el río Congo y tal vez el punto final de nuestro viaje. Días de humedad y calor insoportables, mosquitos y un creciente desasosiego. No sabría describirlo, helaba la sangre. Habíamos dejado atrás peligros de signo variado, hostiles pigmeos y caníbales wenya que nos atacaron con poco éxito en una zona de calma después de los rápidos. Ni siquiera ellos se atrevían a llegar tan lejos como nosotros. La espesura convertía en sombrío el día soleado. El rugido volvió a atronar atravesando la garganta del desfiladero. Algunos negros aullaron. Yo miré hacia atrás. Todavía no sé cómo estoy aquí contando esto. Aún hoy no soy capaz de describir lo que ví. El horror, el horror.


19.- Aire contaminado
Nunca había escuchado un sonido semejante
Nunca se lo hubiera imaginado
Nunca pensó que saliera ese gigante
del cuerpo con el que se había casado.

Ella era muy vergonzosa
Y los soltaba con disimulo
Nunca pensó que ese sonido
pudiera salir de un culo.

Veinte años de casada
y la cosa sigue creciendo
sin perder ni una pizca
de sonoro aturdimiento.

Se compró unas pinzas para taparse la nariz
A ver si la cosa cambiaba
pero sabe que una noche no lo podrá resistir
y morirá, sin remedio, asfixiada.


20.- Paronomasia paranormal
Nunca había escuchado un sonido semejante. Era una suerte de fuerte torrente que arremetía y no se arrepentía, un trueno sin freno que escupía y esculpía la estulticia de la mente valiente que le diera frente. Era, en definitiva, la fina línea que definía el rojo entre el arrojo y el me recojo y corro como un zorro antes de ser un despojo. No sé qué harán los haraganes que me rodean, se dijo como un padre a un hijo, pero esta persona abandona la lona; mejor ser un cobarde descubierto que un muerto... Un momento, ¿y qué hago con este trago que ya he pagado? Una cosa es vivir con poca dignidad y otra dejar una copa a la mitad. Con el principio en el filo del precipicio, enfiló el cubata a la corbata y, arremetiendo sin respeto entre espectros, huyó de aquel sótano profano, que más tenía de caverna que de taberna.


21.- Clara de luna
Nunca había escuchado un sonido semejante. Un murmullo entremezclado con el frío aire, no dejaban a Clara dormir. En un abrir y cerrar de miedo, la niña cerró la ventana. De pronto, una criatura reía desde el armario de su habitación saludándola con el meñique a la altura de un desfigurado rostro. La habitación rosa se tornó de un gris oscuro de cuyas paredes brotaba el melancólico sonido de un piano.
Aquello se plantó a los pies de su cama. Fuera, ya no se observaba el árbol que custodiaba su casa, sino miles de almas entristecidas viajando a toda velocidad. La figura desapareció, algo tocaba sus pies. Lentamente comenzó a levantar las sábanas desde su pecho hasta su cintura; al observar a su derecha, vio con pánico como la criatura la miraba fijamente a menos de un palmo de su cara con media sonrisa en el rostro. Nos vamos, le dijo.


22.- Una experiencia natural
Nunca había escuchado un sonido semejante. Inimaginable. Fuera de los límites del entendímiento. Era realmente lo opuesto a lo bello. Y ahora, resulta ser sublime.


23.- Alcohol and Jake Blues
Nunca había escuchado un sonido semejante escupido de una guitarra. Era algo asombroso. Punteos desgarrando el alma, rasgados de ritmos inverosímiles y, sobre todo, el sentimiento sobrenatural que acompañaba a cada nota. La voz de falsete bañada en whiskey no hacía más que aumentar la sensación de escuchar algo único. Al terminar el tema, el tugurio se inundó de ruido, risas y gritos del resto de mortales que parecían ajenos a lo que acababa de acontecer. Nadie prestó atención, sólo Él. Entonces se acercó a Tommy y le invitó a un trago. Tommy nunca se negaba a un buen trago de whiskey, todo el mundo lo sabía. Después de varios tragos Tommy había vendido su alma al diablo. Una firma con sangre selló el trato. A partir de ese día Tommy Johnson siguió tocando exactamente igual, pero la gente empezó a escuchar.


24.- La pegatina
Nunca había escuchado un sonido semejante. Hermoso, magnífico, con cuerpo, acontecido en un pequeño sofá de metro y algo.
El jurado que me acompañaba aplaudía, reía, alguno dejaba caer alguna lagrimita. Diez de diez.
Un esplendoroso estruendo inicial que terminaba agudo y ligeramente acuoso.
Creo que me he cagao.


25.- Conoce tu cuerpo
Nunca había escuchado un sonido semejante, un rumor lejano que solo podía asimilar a una separación lentísima de velcro mojado y que percibía durante casi un día entero de vez en cuando. Tardó tiempo en relacionarlo con un patrón mensual: su ovulación. Y cuando fue capaz de asumir que lo que oía era alguno de sus óvulos avanzando por una de sus trompas, el resto de sonidos semienterrados en su cerebro brotaron en cadena: el bullicio ordenado de las plaquetas al cerrar una herida, el crepitar de los jugos disolviendo la comida, el desprendimiento sordo y continuo de las células muertas de la piel, la fricción angustiosa de las almohadillas intervertebrales…
Llegó a identificar esos sonidos y muchos otros también en los demás. Cualquiera hubiese enloquecido. Pero ella, sin ninguna formación médica previa, trabaja ahora en el Johns Hopkins y es su arma secreta: "la diagnosticadora".

Au, listo.

Espero que la frase os inspire (y que no se parezca a otra ya propuesta anteriormente).

Me he propuesto azuzaros para que mandéis los relatos con tiempo para que puedan ser comentados, y tratar de incorporar a algunos maestros relateros en la reserva.

Aún no sé cómo. Espero que sea sin violencia...

Espero muy diferentes sonidos. Sonidos armónicos, sonidos desagradables, grotescos, inquietantes...cacofonías y psicofonías...

Os escucho.

Boro, ya me pasarás las clasificaciones cuando tengas un ratillo

Venga, hombre.

Spoiler:

Nomeko7 escribió:Venga, hombre.

Spoiler:

Ya me veía un link a una ronda con una frase clavada

¿No te gustan los gerundios? Si son muy monos...

Eloy, apabullante frase, como no podía ser menos viviendo de ti... me encanta y da mucho juego... contad conmigo!!

Eloy escribió:

Nomeko7 escribió:Venga, hombre.

Spoiler:

Ya me veía un link a una ronda con una frase clavada

¿No te gustan los gerundios? Si son muy monos...

No hay gerundio bueno. Recargan el lenguaje...

Hank escribió:contad conmigo!!

Bien Hank bien, vamos sumando...

¿Se votará 3, 2, 1, 1?

Eloy escribió:

Hank escribió:contad conmigo!!

Bien Hank bien, vamos sumando...

Nomeko7 escribió:

Eloy escribió:

Nomeko7 escribió:Venga, hombre.

Spoiler:

Ya me veía un link a una ronda con una frase clavada

¿No te gustan los gerundios? Si son muy monos...

No hay gerundio bueno. Recargan el lenguaje...

Dependiendo de su uso...

Eloy escribió:

Nomeko7 escribió:

Eloy escribió:

Nomeko7 escribió:Venga, hombre.

Spoiler:

Ya me veía un link a una ronda con una frase clavada

¿No te gustan los gerundios? Si son muy monos...

No hay gerundio bueno. Recargan el lenguaje...

Dependiendo de su uso...

Sí, depende de su uso

salakov escribió:¿Se votará 3, 2, 1, 1?

Espero que haya muchos relatos, la verdad, con lo cual podríamos volver sin problemas al método de votar a cuatro.

Está en vuestras manos.

por cierto, Eloy, ya tengo tu libro... cuando acabe el de Cobain con el que estoy, le doy al tuyo... la portada no me gustó, pero el interior es muy apetecible, como sucedió con Political Word...

Nunca había escuchado un sonido semejante al que producía el látigo de siete colas del sexyadministrador de la ronda 19 restallando sobre las espaldas de los microrrelatistas cautivos de la feroz holganza, el morboso crepitar de los fragmentos de costillas, carne y sangre saltando por doquier a cada golpe de vergajo como granos de maiz en una sarten candente...

Hank escribió:por cierto, Eloy, ya tengo tu libro... cuando acabe el de Cobain con el que estoy, le doy al tuyo... la portada no me gustó, pero el interior es muy apetecible, como sucedió con Political Word...

Genial, gracias!! Ya me dirás qué te ha parecido...

Eloy escribió:

salakov escribió:¿Se votará 3, 2, 1, 1?

Espero que haya muchos relatos, la verdad, con lo cual podríamos volver sin problemas al método de votar a cuatro.

Está en vuestras manos.

¿Cuántos son muchos? ¿Cuántos se necesitan?

Godofredo escribió:Nunca había escuchado un sonido semejante al que producía el látigo de siete colas del sexyadministrador de la ronda 19 restallando sobre las espaldas de los microrrelatistas cautivos de la feroz holganza, el morboso crepitar de los fragmentos de costillas, carne y sangre saltando por doquier a cada golpe de vergajo como granos de maiz en una sarten candente...

salakov escribió:

Eloy escribió:

salakov escribió:¿Se votará 3, 2, 1, 1?

Espero que haya muchos relatos, la verdad, con lo cual podríamos volver sin problemas al método de votar a cuatro.

Está en vuestras manos.

¿Cuántos son muchos? ¿Cuántos se necesitan?

Me he propuesto que no bajemos de 25.

Si hay menos de 25 relatos, ¿se votará 3, 2, 1?

Entendido, pues.

Eloy escribió:

Hank escribió:por cierto, Eloy, ya tengo tu libro... cuando acabe el de Cobain con el que estoy, le doy al tuyo... la portada no me gustó, pero el interior es muy apetecible, como sucedió con Political Word...

Genial, gracias!! Ya me dirás qué te ha parecido...

cuenta con ello... haré una reseña para Diablo Rock [si no se la has encargado a Schuldiner]...

salakov escribió:Si hay menos de 25 relatos, ¿se votará 3, 2, 1?

Entendido, pues.

Yo no he dicho eso.
A mi me gusta el sistema de votar cuatro relatos, pero entiendo perfectamente por qué se decidió modificarlo en la última ronda.

Ahora mismo lo que me importa es que escribamos, leamos, comentemos...

Hank escribió:

Eloy escribió:

Hank escribió:por cierto, Eloy, ya tengo tu libro... cuando acabe el de Cobain con el que estoy, le doy al tuyo... la portada no me gustó, pero el interior es muy apetecible, como sucedió con Political Word...

Genial, gracias!! Ya me dirás qué te ha parecido...

cuenta con ello... haré una reseña para Diablo Rock [si no se la has encargado a Schuldiner]...

Collonut!!

Eloy escribió:

salakov escribió:Si hay menos de 25 relatos, ¿se votará 3, 2, 1?

Entendido, pues.

Yo no he dicho eso.
A mi me gusta el sistema de votar cuatro relatos, pero entiendo perfectamente por qué se decidió modificarlo en la última ronda.

Ahora mismo lo que me importa es que escribamos, leamos, comentemos...

Sala, ¿no eres Sean, cierto?

es que me recuerdas a él en algunas cosas...

No, no lo soy.

Es Salakov

Y punto

El Ácrata o el Choco.

El Txoko Krispy Rojiblanco

Ácrata Cristi

La frase parece hecha pensando en mis gustos musicales.

Nunca había escuchado un sonido semejante, ni del cuchillo, ni del abuelo.

Yomis escribió:Nunca había escuchado un sonido semejante, ni del cuchillo, ni del abuelo.

yo he pensado en el crujir de los huesos de alguien al que estás torturando...

Ganas de leer Chucruts con esta gran frase

sapir escribió:La frase parece hecha pensando en mis gustos musicales.

Cierto, he leído esto* y he pensado en ti

Luego he visto que lo habías escrito tú



* sin mirar quien era el autor


Nunca había escuchado un sonido semejante. Sapir alzó la vista al cielo dando gracias a Kraftwerk, dios escandinavo de origen teutón
Ese sonido como de maullidos de gato procedentes del interior de una lata de cola cao con forma de violin le conmovió profundamente

tacitus escribió:

sapir escribió:La frase parece hecha pensando en mis gustos musicales.

Cierto, he leído esto* y he pensado en ti

Luego he visto que lo habías escrito tú



* sin mirar quien era el autor


Nunca había escuchado un sonido semejante. Sapir alzó la vista al cielo dando gracias a Kraftwerk, dios escandinavo de origen teutón
Ese sonido como de maullidos de gato procedentes del interior de una lata de cola cao con forma de violin le conmovió profundamente

Michael Gira seal of approval.

Eloy escribió:Espero muy diferentes sonidos. Sonidos armónicos, sonidos desagradables, grotescos, inquietantes...cacofonías y psicofonías...

Os escucho.

TU HAS ENTRADO EN EL IPOD DE SAPIRO, A MI NO ME ENGAÑAS!


hacker! belga!

tacitus escribió:
Es Salakov

Y punto

el que ahora bebe a morro. las copas se ve que ya no le gustan...

Venía con una vaga idea de por dónde tirar, he leído la frase y veo imposible el calzador... para empezar por algo he pensado el título antes del relato, nostamal para empezar, me espero una ronda muy chula con esos sonidos que se escuchan por primera vez...

Sugar Bug escribió:

Eloy escribió:Espero muy diferentes sonidos. Sonidos armónicos, sonidos desagradables, grotescos, inquietantes...cacofonías y psicofonías...

Os escucho.

TU HAS ENTRADO EN EL IPOD DE SAPIRO, A MI NO ME ENGAÑAS!


hacker! belga!

veo que no soy el único...

mainstream seal of approval!

Nunca había escuchando un sonido semejante. El crujir de la artrosis, el tintineo del anillo contra el mango del cuchillo, el lento rasgar de la piel, el deslizar del acero entre las fibras musculares, la perdida de presión del corazón, el lento chapoteo de la sangre en el pecho, el bote de sintrom cayendo al suelo...

Nunca había escuchado un sonido semejante: «el fragor de aquella vagina era estrepitoso...»

Nunca había escuchado un sonido semejante, siempre le habían hecho caso cuando hablaba y sugería pero esta vez................eco estremecedor.

Eric Sachs escribió:Nunca había escuchado un sonido semejante, siempre  le habían hecho caso cuando hablaba y sugería  pero esta vez................eco  estremecedor.

ese choque de significados mata...

Nunca/Siempre

tacitus escribió:
Es Salakov

Y punto

Querrás decir "y tilde".

sapir escribió:

tacitus escribió:

sapir escribió:La frase parece hecha pensando en mis gustos musicales.

Cierto, he leído esto* y he pensado en ti

Luego he visto que lo habías escrito tú



* sin mirar quien era el autor


Nunca había escuchado un sonido semejante. Sapir alzó la vista al cielo dando gracias a Kraftwerk, dios escandinavo de origen teutón
Ese sonido como de maullidos de gato procedentes del interior de una lata de cola cao con forma de violin le conmovió profundamente

Michael Gira seal of approval.

Ronda propicia para una secuela de I am butterfly.

Stoneheart escribió:

tacitus escribió:
Es Salakov

Y punto

Querrás decir "y tilde".

Voy a formar un dúo cómico con él. Nos vamos a llamar punto y coma.