De nuevo el nuevo topic de las polleces encontradas por ahí

atabal escribió:Hostia, gran historia la del instalador de las TPV.

Me ha recordado a una que yo mismo protagonicé hace cinco años. Andaba con el coche por Astigarraga, pueblo cercano a Donostia, cuando los ligeros retortijones que llevaba un cuarto de hora sufriendo se convirtieron en un problema que ya no podía ignorar más. Me cagaba vivo, dicho de otra manera. Era sábado y acababa de amanecer, pero vi un bar ya abierto, así que estacioné el vehículo de mala manera sobre una acera y me lancé a la carrera. Al entrar no vi a nadie detrás de la barra, por lo que opté por correr escaleras abajo y el café ya lo pediría al salir del baño.

No quiero entrar en detalles sobre lo que salió de mi ano, pero sí me gustaría apuntar que era una sustancia ni sólida ni líquida que cayó como si mi culo fuese una hormigonera y que tenía un olor absolutamente abominable. Me limpié y le di a la bomba, pero no funcionaba. Joder, qué desgracia, pero no había nada que yo pudiera hacer al respecto. Pensé que quizás, como acababan de llegar, todavía no habían abierto la llave del agua. Nada grave.

Cuando subí las escaleras seguía sin haber nadie detrás de la barra, pero oí a alguien hablando por teléfono desde la cocina. "Que tenéis que venir a arreglarlo ya, cojones, que tengo el bar abierto y no puedo estar sin agua" decía, claramente cabreado.

Presa del pánico, recorrí los cinco metros que me separaban de la puerta tratando de avanzar lo más rápido posible y sin hacer el más mínimo ruido. A zancadas y de puntillas al mismo tiempo, como un dibujo animado. Ya en el coche, me sentí a salvo y no pude evitar sonreír al imaginar la cara de desconcierto y espanto del pobre barman cuando bajara un minuto después al baño con un cartel de "averiado" en la mano.

En las calles de Astigarraga todavía se habla del misterioso zurullo del ojete invisible.

atabal escribió:



No quiero entrar en detalles sobre lo que salió de mi ano,




pero sí me gustaría apuntar


que era una sustancia ni sólida ni líquida


que cayó como si mi culo fuese una hormigonera


y que tenía un olor absolutamente abominable.

 

Spoiler:

atabal escribió:Hostia, gran historia la del instalador de las TPV.

Me ha recordado a una que yo mismo protagonicé hace cinco años. Andaba con el coche por Astigarraga, pueblo cercano a Donostia, cuando los ligeros retortijones que llevaba un cuarto de hora sufriendo se convirtieron en un problema que ya no podía ignorar más. Me cagaba vivo, dicho de otra manera. Era sábado y acababa de amanecer, pero vi un bar ya abierto, así que estacioné el vehículo de mala manera sobre una acera y me lancé a la carrera. Al entrar no vi a nadie detrás de la barra, por lo que opté por correr escaleras abajo y el café ya lo pediría al salir del baño.

No quiero entrar en detalles sobre lo que salió de mi ano, pero sí me gustaría apuntar que era una sustancia ni sólida ni líquida que cayó como si mi culo fuese una hormigonera y que tenía un olor absolutamente abominable. Me limpié y le di a la bomba, pero no funcionaba. Joder, qué desgracia, pero no había nada que yo pudiera hacer al respecto. Pensé que quizás, como acababan de llegar, todavía no habían abierto la llave del agua. Nada grave.

Cuando subí las escaleras seguía sin haber nadie detrás de la barra, pero oí a alguien hablando por teléfono desde la cocina. "Que tenéis que venir a arreglarlo ya, cojones, que tengo el bar abierto y no puedo estar sin agua" decía, claramente cabreado.

Presa del pánico, recorrí los cinco metros que me separaban de la puerta tratando de avanzar lo más rápido posible y sin hacer el más mínimo ruido. A zancadas y de puntillas al mismo tiempo, como un dibujo animado. Ya en el coche, me sentí a salvo y no pude evitar sonreír al imaginar la cara de desconcierto y espanto del pobre barman cuando bajara un minuto después al baño con un cartel de "averiado" en la mano.

En las calles de Astigarraga todavía se habla del misterioso zurullo del ojete invisible.

atila escribió:

atabal escribió:



No quiero entrar en detalles sobre lo que salió de mi ano,




pero sí me gustaría apuntar


que era una sustancia ni sólida ni líquida


que cayó como si mi culo fuese una hormigonera


y que tenía un olor absolutamente abominable.

 

Spoiler:

atabal escribió:Hostia, gran historia la del instalador de las TPV.

Me ha recordado a una que yo mismo protagonicé hace cinco años. Andaba con el coche por Astigarraga, pueblo cercano a Donostia, cuando los ligeros retortijones que llevaba un cuarto de hora sufriendo se convirtieron en un problema que ya no podía ignorar más. Me cagaba vivo, dicho de otra manera. Era sábado y acababa de amanecer, pero vi un bar ya abierto, así que estacioné el vehículo de mala manera sobre una acera y me lancé a la carrera. Al entrar no vi a nadie detrás de la barra, por lo que opté por correr escaleras abajo y el café ya lo pediría al salir del baño.

No quiero entrar en detalles sobre lo que salió de mi ano, pero sí me gustaría apuntar que era una sustancia ni sólida ni líquida que cayó como si mi culo fuese una hormigonera y que tenía un olor absolutamente abominable. Me limpié y le di a la bomba, pero no funcionaba. Joder, qué desgracia, pero no había nada que yo pudiera hacer al respecto. Pensé que quizás, como acababan de llegar, todavía no habían abierto la llave del agua. Nada grave.

Cuando subí las escaleras seguía sin haber nadie detrás de la barra, pero oí a alguien hablando por teléfono desde la cocina. "Que tenéis que venir a arreglarlo ya, cojones, que tengo el bar abierto y no puedo estar sin agua" decía, claramente cabreado.

Presa del pánico, recorrí los cinco metros que me separaban de la puerta tratando de avanzar lo más rápido posible y sin hacer el más mínimo ruido. A zancadas y de puntillas al mismo tiempo, como un dibujo animado. Ya en el coche, me sentí a salvo y no pude evitar sonreír al imaginar la cara de desconcierto y espanto del pobre barman cuando bajara un minuto después al baño con un cartel de "averiado" en la mano.

En las calles de Astigarraga todavía se habla del misterioso zurullo del ojete invisible.

freakedu escribió:
Mi hijo es feliz sin saber lo que son los helados:

freakedu escribió:

atila escribió:

que cayó como si mi culo fuese una hormigonera

Rikileaks escribió:Freakedu

Rikileaks escribió:

Adso escribió:Portada real del primer disco de Chayanne.

crancranc escribió:

Adso escribió:Portada real del primer disco de Chayanne.

Es una mezcla entre Mick Jagger y Camilo Sesto.

Godofredo escribió:

crancranc escribió:

Adso escribió:Portada real del primer disco de Chayanne.

Es una mezcla entre Mick Jagger y Camilo Sesto.

Algo de jacko hay también.

Godofredo escribió:

crancranc escribió:

Adso escribió:Portada real del primer disco de Chayanne.

Es una mezcla entre Mick Jagger y Camilo Sesto.

Algo de jacko hay también.

fuzzy escribió:Pues aquí el primero de Alejandro Sanz, bueno, de Alejandro Magno

Rubiakah escribió:Es curioso lo viejo, aceitoso y chungo que parece.

Bokor escribió:

Clairvoyant escribió:

javi clemente escribió:

Bokor escribió:

Porque en la foto de cosméticos prohibidos hay un vibrador?

Bokor escribió:

locovereas escribió:

Bokor escribió:

La mujer natural sierva de dios...
Natural y beata.

bottleofdenial escribió:

locovereas escribió:

Bokor escribió:

La mujer natural sierva de dios...
Natural y beata.

Mola lo de "drogarlas con droga"....