RONDA 43 DEL MICRORRELATISMO / "The end."

Frase de la semana: Su cara le resultó familiar

NORMAS INVIOLABLES BAJO LA PENA DE MUERTE O SUSTO (LIBRE ELECCIÓN):

CLASIFICACION TOTAL DE PUNTOS TOTALES:

1-Treintaytonto

Su cara le resultó familiar, aunque no en el estricto sentido físico. Simplemente se vio a si mismo veinte años más viejo, tirado en un banco con el cartón en la mano, la gorra vuelta en el suelo, sin conocer el aseo en meses, y gritando improperios a las mujeres que pasaban por la alameda a las diez de la mañana.

“Tal vez debería buscar curro, pero está jodida la cosa” pensó, cabizbajo, mientras apuraba su pitillo y dirigía sus pasos al bar.


2-Canción ni siquiera negra

Su cara le resultó familiar. Juraría que lo había visto antes, pero no se acordaba dónde. Mientras se desplomaba sólo podía pensar en el rostro de su hijo, era un calco de sí mismo. Se preguntó si le gustaría la música como a él y si le perdonaría algún día. Gastó sus últimos segundos en deleitarse con la imágen de un mundo en paz. El eco del grito de la humanidad, apenas perceptible a través de los ojos redondos de aquel rostro, tan familiar.



3-Viejas glorias.

Su cara le resultó familiar, muy familiar, pero no logró identificarla. Un escalofrío le recorrió la espina dorsal. Nunca había tenido esa sensación en los cuatro años que llevaba tras la barra del Hard Rock Café.
Buscó algún parecido con las múltiples fotos de las estrellas del Rock‘n’Roll que cubrían las paredes, pero no encontró ninguna.
El anciano se acercó a la barra:
— Buenos días. Un whisky, por favor.
— Aquí tiene... Perdone. Creo que le conozco. ¿Es usted músico?
— Sí, hace muchos años. Pero no creo que una chica joven como tú me conozca.
— ¿Famoso?
— Un poco, solo grabé un disco que sí tuvo alguna repercusión. Pero poco después desaparecí.
— Pues es muy posible que le conozca de eso. Mi padre todavía guarda la colección de discos de mi abuelo. ¿Le importaría decirme su nombre?
— Mejor que lo descubras cuando vuelvas a casa. Encantado de conocerte, guapa.



4-El crepúsculo de los dioses

Su cara le resultó familiar. Mientras le servía el café, debatía si lo recordaba de aquella vieja película del oeste que tanto le gustaba a su abuelo o del anuncio de salchichas Campofrío que echaban antes del telediario.



5-Despedida

Su cara le resultó familiar cuando lo vio comprando en el supermercado. Ella se atusó el pelo, se le acercó y le preguntó con una sonrisa si era el padre de uno de sus niños. El tipo, rojo como un tomate, empezó a hacer memoria y le inquirió si, hace años, había trabajado de stripper en despedidas de soltero; pues en una despedida de esas perdió la cabeza y, drogado hasta arriba, acabó fornicando salvajemente delante de todo el personal con una de las bailarinas que bien podría ser ella.
La chica, con el semblante desencajado, le contestó que únicamente quería saber si llevaba a su hijo a la guardería en la que ella trabajaba.



6-Separados al nacer

Su cara le resultó familiar, tan parecido a él mismo, la de aquel hombre entre la multitud. Y recordó a su madre cuando le habló de su hermano gemelo, entregado en adopción al poco de nacer. Debido al estupor, dejó que aquel rostro conocido desapareciese definitivamente entre el gentío...



7-La Clonolización

Su cara le resultó familiar; era igual que él, pero verde. La mujer azul que iba a su lado era idéntica a su mujer, y el niño granate que saltaba alrededor, un calco a su hijo. Con una pronunciación y tono perfectos, las palabras que salían de sus bocas eran también de todos los colores. Algo había extraño, pensó mientras se acariciaba la perilla. Esos seres tan avanzados tuvieron un fallo en el sistema de colores a la hora de la colonización. Lo que acabó de cimentar sus sospechas es que nadie en nuestro planeta utilizaba el tipo verdana.




8-Turno de noche

Su cara le resultó familiar, pero hasta que besó su cuello y vio el lunar no se dio cuenta de que estaba a punto de hacerle el amor a Anita, la chica con la que tanto había fantaseado en el colegio. Vaya golpe de suerte, se dijo, mientras acariciaba sus pechos y se disponía a penetrarla. Una vez finalizado el acto, esperó pacientemente a que su vagina evacuara todo el semen, le puso el camisón y la dejó bien guapa para la visita de sus familiares a la mañana siguiente. Vaya golpe de suerte, se repitió el celador. Esa noche no tendría que recurrir a la anciana sor Milagros, quien también yacía en coma en la habitación contigua.


9-Maldita rotonda

Su cara le resultó familiar. Tardó un rato en darse cuenta de que el hombre de aspecto serio, voz grave y vestido como un enterrador que tenía delante de él era el mismo con el que había tenido una trifulca a la salida de una rotonda unos días antes. La gente que no pone intermitentes y encima te echa la culpa le enervaba. Vale que igual estuvo un poco grosero, pero no había sido para tanto, unos cuantos insultos y cuernos vehementes. No llegaron a bajarse del coche, pero durante un par de semáforos se fueron increpando. Lamentó no haberse afeitado y cortado el pelo tal como era su intención. Un pelirrojo con barba y pelo largo no pasa desapercibido. La mirada del hombre serio se iluminó de repente. Quizás fueran imaginaciones suyas, pero notó una leve sonrisita cuando pronunció las palabras mágicas “declaro al acusado culpable”.



10-Vinilo 2.0

Su cara le resultó  familiar, un foco de luz indirecta sobre el disco que giraba en el plato, reproduciendo un sonido atronador por toda la casa.

El puto jack whitte lo había vuelto  a conseguir. Discos personalizados con su cara por un lado y la mía por el otro.




11-El último tren para Franz Kauffman

Su cara le resultó familiar por desgracia…

Se había desplazado a Berlín para conocer al prometido de su hija y a su familia. No sabía mucho de ellos, pero sabía lo suficiente:
-que adoraban a su pequeña.

Bajó del tren, su hija saludó con la mano y entonces lo vio. La cicatriz en uno de los pómulos, y el gran lunar en su frente no dejaban lugar a dudas:
-el padre del prometido, fue uno de los crueles guardias de Auschwitz.

Con toda la entereza que pudo le tendió su mano, el guardia pareció estar saludando a un fantasma.

La velada transcurrió de forma cordial, aunque ambos se mostraron silenciosos y preocupados.

Dos pensamientos lucharon por abrirse paso esa noche en la cabeza de mi amigo:
-Contar la verdad o callarse para no herir a su hija.

Algo muy distinto fue lo último que cruzó la cabeza de Franz Kauffman.



12-Aquella niña

Su cara le resultó familiar. Tomó otro trago de whiskey y trató de poner el cerebro en marcha. Esos rizos, esa nariz pequeña y graciosa y esos ojos azules, casi grises. Mirándola de reojo, escrutando entre el humo del tabaco y la niebla del tiempo, fue arrancando capas de memoria: diez años atrás, veinte años atrás...buscando a la niña en las arrugas del presente, preguntándose si de verdad sería ella. Si lo era, llevaba su primera belleza muy mal pintada, su antigua alegría muy disfrazada y sus cicatrices ocultas muy a la vista.
Finalmente se levantó, fue hacia ella y poniendo el vaso en la barra, junto al suyo, le preguntó con voz ebria ‘¿eres Alicia?’ La mujer levantó la cabeza, lo observó con la mirada más vacía del mundo y contestó: ‘págame otra copa y si quieres, lo seré’.



13-El día de la Marmota

Su cara le resultó familiar, pero no quiso hacer preguntas, había dejado la carpeta en el coche. Hicieron el amor en el cuchitril de siempre y él pagó la tarifa de siempre. No se dio cuenta cuando se le cayó el anillo. Al volver a su casa se preparó la cena y se durmió mientras leía el periódico.
Al día siguiente se despertó al lado de una mujer. Había suficiente luz como para apreciar su rostro. Le resultó familiar. Desconcertado rebuscó entre las notas y polaroids de su carpeta. Se trataba de Adela, su novia. Leyó que llevaban juntos seis meses y trabajaba de noche en un bar. Ella despertó:
-Hola cariño.
-¿Qué tal anoche?
-Lo de siempre, los mismos clientes. ¿Qué día es hoy?
-18 de Octubre de 1998 ¿no?
-No, mira el periódico.
El periódico, en la mesilla, al lado de su anillo, indicaba 25 Mayo de 2007.



14-El banco del parque.

Su cara le resultó familiar. Al verla esbozó una sonrisa y se sintió la persona más afortunada del planeta. Razones por las que vivir.
Como cada tarde de Domingo pasaba a recoger a Clara, su nieta, y se la llevaba al mismo parque donde creció entre postillas y trompos, entre patinetes y estampitas.
Y, claro, Clara siempre le pedía un eurito para comprar chuches en el eterno quiosco del parque.
Con su bastón y su sombrero veía en paz como su nieta se le hacía mayor y ya le pedía dos euritos.
Y aquel Domingo de Agosto se sintió mucho mas joven cuando Clara se acercó con un helado.
- Abuelo, me lo abres porfi?
La cara del Mikopete le alegró la tarde.



15-Dos monedas y un destino

Su cara le resultó familiar pero  su cruz tampoco le daba pista alguna sobre su procedencia. Tenían aspecto y tamaños similares, salvo que ella era rubia y él moreno. Hicieron buenas migas en el monedero a pesar de hablar idiomas diferentes y  durante unas horas pudo disfrutar de sus favores. No tardaron mucho en terminar en bolsillos diferentes. A ella se le rompió el corazón y volvió a sentirse calderilla, pero nunca olvidó esa cara y esa cruz.

Lustros y lustros de moneda de cambio y un día, en la funda de guitarra de un músico callejero, se encontraron y  un solo gesto de complicidad bastó para determinar su destino: Fugándose con destreza, rodaron juntos hacia la estación para colocarse sobre las vías. Cuando el tren pasó por encima de sus cuerpos, quedaron desfigurados, pero fundidos para siempre en un abrazo.



16-Vas a verme por la tele calle

Su cara le resultó familiar. Era lo normal después de verle tantas veces en aquel anuncio. Incluso hizo el ademán de saludarle, fue solo un acto reflejo. Afortunadamente, se dio cuenta del error a tiempo y pudo rectificar sobre la marcha, se acercó a él y le dijo imitando su odiosa y petulante voz…“¿Has buscado alguna vez un hotel en internettt…? TRI-VA-GO”



17-Último esfuerzo

Su cara le resultó familiar pese a no ver ya prácticamente nada. Tras varios días arrastrándose entre la nieve, escalando cumbre tras cumbre sin llegar a ningún sitio, la ceguera se estaba apoderando de él.
Estaba sin fuerzas y deshidratado, sabía que eran sus últimas horas. Entrecerró los ojos tratando de enfocar - sí, esa cara norte imperial, esa cresta sobrecogedora... ese valle que se extiende al otro lado - se dijo sonriendo por primera vez desde el accidente.
Un último esfuerzo sobrehumano para salvar la vida. Uno más, vamos.
Su cuerpo fue encontrado cuatro años después a pocos metros de la cima. Casi lo consiguió.
Unas semanas más tarde sus familiares se reunieron en ese fatídico punto, se abrazaron y rezaron.
Y en esa cara, pusieron una cruz.



18-Pet Sounds

Su cara le resultó familiar pero no tanto como para recordarla, era un rostro más, uno de tantos. La casa junto al acantilado guardaba las caras de todos, a pesar de que el tiempo y la humedad las cubriera de niebla y olvido. En invierno era un lugar inhóspito, desapacible, los rugidos del oleaje acompañaban sus interminables horas de soledad. Al caer la noche, en el pequeño teatrillo del sótano, sacaba a los veraneantes de sus cajas y los vestía con llamativas ropas de baño, gafas de sol, toallas… no faltaba la arena ni viejos discos de Beach Boys que sonaban mientras el temporal azotaba las ventanas y silbaba por debajo de las puertas. Paseaba con su bebida entre caras ausentes, se interesaba y preguntaba, estrechaba las manos resecas. Pero al amanecer le desanimaba profundamente no saber nada de ninguno de ellos y los guardaba de nuevo en sus cajas.



19-Aletschgletscher.

Su cara le resultó familiar. Aunque le recordaba muy vagamente, pensó que podría ser el tío Hermann. El que cuando él era un chiquillo, y apenas había acabado párvulos, cayó en la rimaya guiando al escocés.
Poco a poco sus compañeros rescatadores fueron despojándole de las últimas costras de hielo negro que le habían conservado esos cincuenta y ocho años, Phillipe, como jefe de patrulla, registró el cadáver, hallando la cartera del difunto. Un viejo pasaporte le sacó de toda duda. Era Hermann Schöller, su tío. Emocionado siguió buscando en la cartera: unos francos antiguos, la tarjeta de un hostal, el carnet del club de alpinismo y una antigua foto doblada. La abrió y se encontró con una instantánea de su madre y él mismo, con apenas unos meses, manuscrita en la esquina superior izquierda con una promesa incumplida: cuando sea mayor, le hablaré de ti



20-INSEPARABLES

Su cara le resultó familiar a pesar de las heridas y las quemaduras de tercer grado que había sufrido en el accidente.
Era como ver un espejo roto y oxidado.
Por primera vez desde que empezó a trabajar en la morgue, tuvo que delegar en un compañero.
Cuando eran pequeños, tenían que llevar peinados diferentes para que no los confundieran.
Después de tantos años sin dar señales de vida, ¿quién le mandaba venirse a morir aquí?




21-Nada

Su cara le resultó familiar a pesar de que en realidad apenas podía percibiese un rostro. Parecía el efecto de una luz lejana, quizá un bisel de niebla que jugaba a asustarlo.

Un pánico antiguo le sobrevino. Su cerebro rescataba imágenes y las escupía en sus párpados cerrados mientras intentaba concentrarse para dominar el ataque de ansiedad. Un olor y un ruido desencadenaron la organización súbita de los hechos que recordaba como un sueño: algo invisible lo había violado hacía muchos años. Una bestia irascible e insaciable. Los detalles eran espantosos y fascinantes. Creía haberse corrido varias veces pero al despertarse no había rastro de esperma. Sí había rastro de sangre, la suya.

Al abrir los ojos, aquel vacío que insinuaba un rostro le paralizó las piernas y lo lanzó al otro lado de la habitación.



22-Are you Sarah?

Su cara le resultó familiar pese al absurdo implícito en la misma idea. El líder de los neuromiméticos no podía ser Sarah. Sólo planteárselo era una locura.
Habían pasado siete años desde que lograron controlar los agujeros de gusano y una mano opticomórfica se la llevó durante la presentación del sistema.
Y ahora la tenía enfrente. Flotando a medio metro del suelo y envejecida miles de años.
- ¿Sarah? ¿Eres tú?
- Las condiciones de su rendición son las siguientes: Todos los neoterrícolas nos darán acceso a su neurocórtex.
La voz de Sarah vibró en 27.000.000.000 de neoterrícolas. Y millones de mensajes volaron hacia ella.
37 kilómetros más abajo, en la superficie, un chaval de 10 años decidió mantener su individualidad.
Al tiempo que la opresión, nacía la resistencia.
20 años después, logró acercarse a ella para matarla.
Murió con una sonrisa en los labios. Su cara le resultó familiar.



23-Promesas rotas

Su cara le resultó familiar. Nariz prominente y algo torcida. Pómulos marcados y orejas ligeramente pegadas al rostro, con grandes lóbulos. Cejas pobladas y anchas arrugas en la frente. Labios secos y finos, cortados por el frío. La barbilla muy marcada  y ancha mandíbula, apretada con fuerza mientras caían sobre sus manos sinceras lágrimas de arrepentimiento, aunque del todo vanas y tardías.

El último rostro fue también el primero. Bajando  al cuello, la rabia apretaba sus manos cada vez con más fuerza, mientras sonaban en su cerebro gritos y llantos, sirenas de ambulancia, sobre fondo negro.

Iba a resultar más difícil perdonar a su padre que asumir que nunca más volvería a ver la luz del sol.



24-Estación en curva
Su cara le resultó familiar, esos ojos inteligentes y somnolientos. Sonrió y ella le devolvió la sonrisa a través del cristal.




25-El Largo Camino a Casa de Paul Dedalus.

Su cara le resultó familiar. El antropólogo Paul Dedalus volvió a pensar en lo que él pensaba que era el principal motivo de su existencia: aquella teoría que empezó a desarrollar poco después de cumplir los dieciocho, cuando decidió mudarse a París. La denominó “Théorie de la réalité fictive” (Teoría sobre la realidad ficticia) y básicamente venía a afirmar que la vida es una comedia. Una especie de película de bajo presupuesto en la que andan faltos de extras.

Años más tarde de que internaran al pobre Dedalus, unos psiquiatras elevaron su teoría a ciencia como un trastorno soliptista más: “Síndrome de Dedalus".

Es irónico que ese reconocimiento nunca fuera el que Dedalus imaginara, ni recíproco, aunque tampoco puede decirse que todo le saliera mal. Esas caras extrañadas, pero familiares, jamás le admitieron ningún mérito pero al menos le sirvieron para no echar nunca de menos su hogar.




26-Solución

Su cara le resultó familiar pero no lograba acordarse del motivo por el cual le sonaba tanto.

Pasaban los días y él no dejaba de pensar en aquel rostro. Se convirtió en su tortura diaria, no hacía otra cosa más que preguntarnos porqué le recordaba tanto a alguien o algo aquella cara que veía en los espejos.

Quería con toda su alma recordar. Aquello estaba acabando con él.  

Para no sufrir más nosotros, dejamos de visitarlo.

Resultó ser la solución, si nadie lo visitaba no se arreglaba, no se miraba al espejo y no preguntaba.




27-¿Solo una vida?

Su cara le resultó familiar.En cuestión de milésimas de segundo sintió un frío estremecedor que, sin un ápice de piedad, recorrió todo su cuerpo. Miedo, vértigo, retroceso...le provocaron de repente unas ganas de vomitar que la paralizaron como estatua sin vida ni decisión.

¿Por qué la mente, en su infinita sabiduría, es selectiva y sin embargo, factores no controlables hacen activar partes de ella a una velocidad vertiginosa? ¿Cómo es posible llegar al olvido absoluto y que a la vez ese olvido  se pueda difuminar en un suspiro hasta llegar a  sacudirte violentamente y sin escrúpulos, removiendo lo más profundo de tu ser?

Todo se paró. El olvido más puro se convirtió en la realidad más cruda.

Él la había encontrado.




28-Doble cara.

Su cara le resultó familiar, renegó del conjunto y se centró en los detalles: dibujó las cejas, se pintó la raya de los ojos y se puso la peluca. Cuando acabó se identificó un poco más con su reflejo. Presidía su tocador una fotografía tomada tan solo tres años atrás, para no olvidar que un día fue bonita y alegre. Lástima que no hubiera maquillaje para las cicatrices del alma y torniquetes para la hemorragia de lágrimas por saber que no vería crecer a su hijo y que jamás cruzarían en velero los mares de China.

Durante la comida, desplegando una sonrisa, comentó a su marido que ya había recibido el catálogo de cruceros. Interpretar el papel de la esperanza era lo único que podía hacer por ellos.



29-Patio de butacas

Su cara le resultó familiar, también sus miedos y la manera  que tenía para esquivarlos, esa forma loca de reírse e  incluso ese andar pausado  y hasta la mirada entre perdida y escrutadora a la vez.  Si su compañero de butaca en el teatro  le hubiera mirado en ese momento, sin duda le habría dicho que ese personaje que se movía de un lado para otro en el escenario era él.

Al acabar la función, cuando cayó el telón y los aplausos cesaron, tuvo la percepción de que al igual que él mismo, todos los demás espectadores se habían visto reflejados en aquellos personajes. Grande es el teatro, pensó, la vida misma no más.

Preveo espejos, gemelos perdidos y monjas.

Sugar Bug escribió:Preveo espejos, gemelos perdidos y monjas.

y sexo ...... mucho sexo.

Su cara le resultó familiar. Un abuelo y un cuchillo nunca se olvidan.

Bien...

Vamos a por el sexto!

Fenderman escribió:Vamos a por el sexto!

Metalbert no estará muy de acuerdo...

me gusta la frase

Por cierto Enhorabuena Fresx!

El rosco le resultó familiar...

Eloy escribió:

Fenderman escribió:Vamos a por el sexto!

Metalbert no estará muy de acuerdo...

miren lo que he encontrado en forocoches!

la cosa está tomatosa!

https://www.forocoches.com/foro/showthread.php?p=229392069#post229392069

Primeros cinco apetitosos relatos en la bandeja.

Fresx escribió:Primeros cinco apetitosos relatos en la bandeja.

EMPOLLONES!!

Te lo mando luego otra vez, que hay un par de fallos!

Sugar Bug escribió:Te lo mando luego otra vez, que hay un par de fallos!

Más conté yo pero no te dije nada.

Fresx escribió:

Sugar Bug escribió:Te lo mando luego otra vez, que hay un par de fallos!

Más conté yo pero no te dije nada.

Cuando elsanbe lo lea le va a dar un parrenque...

No se me ocurre ningún chascarrillo con el rallador de queso.

Ya tengo una vaga idea de cómo va a ser mi sexto rosco.

Pero es tan vaga que lo mismo ni llega a tiempo.

Hace días que tengo una duda respecto a la frase inicial: ¿podemos añadir signos de puntuacióm?

Jud escribió:Hace días que tengo una duda respecto a la frase inicial: ¿podemos añadir signos de puntuacióm?

En esta sí puede.......

Stoneheart escribió:No se me ocurre ningún chascarrillo con el rallador de queso.

Vaya hombre...

Oye...que gracias Kupi y Jud por encargarse de la ronda anterior. A ver si puedo dedicarle más tiempo al próximo relato y al topic. 

Merci a M señor por votarme!!

Os quiero, aunque estéis enfermos!

Fresx escribió:

Jud escribió:Hace días que tengo una duda respecto a la frase inicial: ¿podemos añadir signos de puntuacióm?

En esta sí puede.......

.... tendría que haberlo preguntado via pm xDD

creo que en esta puedo volver a participar.

buena frase

Stoneheart escribió:No se me ocurre ningún chascarrillo con el rallador de queso.

Su cara le resultó familiar, pero aún le fallaba algo. Nada que un ratito de darle con el rallador de queso no solucionara.

Sugar Bug escribió:

Stoneheart escribió:No se me ocurre ningún chascarrillo con el rallador de queso.

Su cara le resultó familiar, pero aún le fallaba algo. Nada que un ratito de darle con el rallador de queso no solucionara.

Bien, bien. Ese es el espíritu.

Sugar Bug escribió:

Stoneheart escribió:No se me ocurre ningún chascarrillo con el rallador de queso.

Su cara le resultó familiar, pero aún le fallaba algo. Nada que un ratito de darle con el rallador de queso no solucionara.

Fress, La alfombra roja en vitoria el jueves, donde va a ser?....

m señor escribió:Fress, La alfombra roja en vitoria el jueves, donde va a ser?....

Donde las Grecas.

m señor escribió:Fress, La alfombra roja en vitoria el jueves, donde va a ser?....

Este año Vitoria lo veo lejos........... Y la alfombra roja, tipo toalla de bidé.

Buenos días. No se duerman.

Si el jefe no viene.......la alfombra roja estará donde esté stoner o jojomojo......alli donde estén y si quieren compañia, por alli me paso.

No pensaba participar....pero ya tengo la idea y voy a por mi mejor marca personal +8 puntos.
m

Veo que tenemos frase. Me gusta.

Intentaré no llegar la última, Fresx, pero es que el fin de semana nunca me suele apetecer ponerme con ello, y después llega el lunes y el ritmo laboral/escolar de la semana arrasa conmigo. Entonces llega el miércoles y cuando ya voy acabando la jornada a la mañana me acuerdo: mierda, el puto micro

veo que no queréis descansar ni la semana del Azkena

Stoner escribió:veo que no queréis descansar ni la semana del Azkena

Es que yo no veo que el Azkena interfiera, si las rondas acaban y empiezan jueves/viernes. Hay tiempo para escribir de sobra, o lo escribimos desde Mendizabala y listo

bueno, el jueves hay varios que no vamos a poder seguir la gala, y para votar lo mismo hay alguno que tampoco...

Creo que la gala la proyectan en una pantalla gigante al lado del chiringuito de los licores.

Siguen llegando , no me lo dejen para el final ..... amigos

Primeros diez relatos recibidos , esta noche cuelgo un par de ellos .

Stoner escribió:bueno, el jueves hay varios que no vamos a poder seguir la gala, y para votar lo mismo hay alguno que tampoco...

Gala en directo stoner....gritaré tu nombre por los bares....
m

Un par de ideas absurdas comienzan a anidar en mi cerebro.

Esto me resulta familiar

1-Treintaytonto

Su cara le resultó familiar, aunque no en el estricto sentido físico. Simplemente se vio a si mismo veinte años más viejo, tirado en un banco con el cartón en la mano, la gorra vuelta en el suelo, sin conocer el aseo en meses, y gritando improperios a las mujeres que pasaban por la alameda a las diez de la mañana.

“Tal vez debería buscar curro, pero está jodida la cosa” pensó, cabizbajo, mientras apuraba su pitillo y dirigía sus pasos al bar.

2-Canción ni siquiera negra

Su cara le resultó familiar. Juraría que lo había visto antes, pero no se acordaba dónde. Mientras se desplomaba sólo podía pensar en el rostro de su hijo, era un calco de sí mismo. Se preguntó si le gustaría la música como a él y si le perdonaría algún día. Gastó sus últimos segundos en deleitarse con la imágen de un mundo en paz. El eco del grito de la humanidad, apenas perceptible a través de los ojos redondos de aquel rostro, tan familiar.

Dos chucrtus nada más?

Fresx escribió:Primeros diez relatos recibidos , esta noche cuelgo un par de ellos .

El que avisa no es traido yomi....
m

YOMISMO escribió:Dos chucrtus nada más?

Dos chutulus n mas. Nos deja ahi a medias.

m señor escribió:

Fresx escribió:Primeros diez relatos recibidos , esta noche cuelgo un par de ellos .

El que avisa no es traido yomi....
m

Estoy perdidillo.

No, no, pero de otra movida

Su cara le resultó familiar; era su hermano.