> LA RONDA 21 DEL CONCURSO DE MICRO RELATOS ARF > II EDICIÓN > PREMIOS > 22:30 HRS

FRASE PARA LA RONDA 21 :

Llevaba una bufanda marrón


PUEDEN CONSULTAR LOS RELATOS DE RONDAS ANTERIORES AQUÍ >

https://docs.google.com/document/d/1jB5odLgZy0AhOo0xPpbUOefot-Ps7D2nrKfKS25i7v4/edit?pref=2&pli=1

EL SR. KUPAK :

EL SENTIMIENTO DE UN MICRO RELATISTA, IMPRESIONES DEL SR STONER:

LAS REGLAS DEL JUEGO SON:

CLASIFICACIÓN POR PUNTUAR ENTRE LOS 5 PRIMEROS:

CLASIFICACIÓN POR PUNTOS TOTALES:

RELATOS A CONCURSO - RONDA 21


01 - SECRETOS

Llevaba una bufanda marrón, una chaqueta de ante, unas gafas oscuras y cuatro bolsas de cocaína almacenadas en el culo; de esto último no supe nada hasta mucho después. Al verla removerse incómoda en el asiento de al lado, le pregunté si le daban miedo los aviones. Así nos conocimos.

En vísperas del nacimiento de nuestro primer hijo, descubrí el porqué de tantos viajes y de tan extraordinarios ingresos en su cuenta corriente, que no se correspondían con su sueldo de cajera en un supermercado.

No es el miedo a acabar servido como segundo plato en la mesa de algún narco el motivo por el cual nunca avisaré a la policía, sino esa desafortunada malformación en mi aparato genital, que sólo ella conoce y que me mantuvo virgen hasta los cuarenta y dos años. Sabemos demasiado el uno del otro, y eso demuestra que nos amamos de verdad.

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02 – AL ATARDECER

Llevaba una bufanda marrón porque a ella le gustaba ese color. Siempre se refería al marrón como el color de los humildes y él no quería aparentar ser pretencioso en su primera cita formal. Llevaba esperando más de 20 minutos en aquel desapacible café pero aún quedaban otros 10 para que llegara la hora de su cita. Soñaba despierto los últimos acontecimientos, como releyendo las últimas páginas leídas de una novela, evocando el momento en el que ella mostró por primera vez interés por él, aquella mirada tierna, desposeída, entregada y alegre al confirmar su primer encuentro no casual porque las circunstancias siempre los convertían en fortuitos.
Nadie había entrado allí en años, su corazón permanecía sellado, pero por alguna extraña razón aquella muchacha le provocaba unos sentimientos olvidados con agradable sabor, como si repasara un viejo álbum de fotos de su postergada juventud y encontrase una felicidad abandonada.

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03 - NI ENTRE LOS VIVOS NI ENTRE LOS MUERTOS

- Llevaba una bufanda marrón, también gafas de sol. Tenía un llamativo pelo rubio, muy pomposo, como arroz inflado. Pidió cambiar el tinte a castaño. Estuvo algo agitado, comportándose de manera inadecuada, incluso preguntó a una de las chicas cuándo salía para venir a recogerla. Un coche de alta gama le esperaba enfrente de la peluquería, habló unos minutos con el copiloto, subió y se fueron… Horas después, viendo las noticias, le reconocimos. Llamé de inmediato a la policía y me dijeron que ya estaba detenido, juro por mis hijos que fue así…
- Muy bien Clara, ¿sería capaz, llegado el momento, de testificar lo mismo en un juicio?
- Sin duda.
- Gracias, ha sido de una ayuda inestimable…

Al día siguiente, Marisa encontró el cuerpo de su jefa electrocutado debajo del casco secador. A sus pies, una nota de suicidio responsabilizaba de su muerte a las acuciantes deudas…

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04 - TU MEMORIA EN DIEZ SEGUNDOS

Llevaba una bufanda marrón cuando entré, como todos los días, en la habitación del hospital.
Déme de comer, enfermera. Decía mi abuela tumbada en la incómoda camilla donde le hacían dormir en aquel frío mes de Enero. Las pocas neuronas que le quedaban permitían reunirme diez segundos con ella cuando le acercaba el reloj que me regaló por mi quinceavo cumpleaños.
Día tras día. Siempre a la misma hora, su mente se iluminaba y, mirándonos fijamente, las lágrimas caían de nuestros ojos mientras recordábamos los fines de semana en el pueblo correteando entre los olivos.
Mi más antigua familia, mi cocinera favorita, mi mejor amiga. Estos diez segundos siempre acababan en un extenso abrazo y la implícita promesa de volvernos a reunir la mañana siguiente.
Hasta que un día el reloj se paró.


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05 - EL FANTASMA DE UN HOMBRE POBRE

Llevaba una bufanda marrón y su abrigo (ya no tenía sentido encender el fuego) mientras leía intermitentemente la Biblia. yo hacía guardia en el porche, observando como un viento que susurraba un triste lamento movía los jirones de tela que colgaban de la desvencijada hamaca. Habíamos envejecido rápido, nuestra piel cuarteada por el mismo motivo que los campos: mirar al cielo esperando la lluvia. Entonces apareció en el horizonte la estela de polvo que levantaba el coche negro del emisario de Satán. Cargué mi rifle, ella me miró con cariño y pena –estoy preparada, te querré siempre- dijo. Un disparo ahogó mi sollozo y en un instante sus anhelos, esperanzas y pensamientos quedaron reducidos a una masa gris y roja incrustada en la pared.

Quiero pensar que hay algo bueno, algo mejor lejos de aquí en donde ella ha encontrado la calma, mientras yo vago eternamente por esta maldita hondonada.

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06 - ¡VIVA STARBUCKS!

-Llevaba una bufanda marrón...
-¿Sintética o de lana?
-... De lana...
-Aiss... Pues es monísima... ¿Dónde la habrá comprado?
-...
-Es que es super monaa.
-...
-Y esos zapatos... ¡Madre míaaa! Pero que bonitooos...
-Héctor...
-¿Pero tú has visto lo monísimos que son?
-Héctor...
-Encima van a juego con el color de sus ojos, ¡Qué super mega monisssi...
-¡HÉCTOR!
-Dime Jose.
-Como no te calles, te voy a meter en el cajón de al lado de la víctima "supermegamonisima"... puto maricón de los cojones...


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07 – EL MENSAJE

Llevaba una bufanda marrón y un plátano en el bolsillo. Podía vérsele muy temprano por las mañanas antes de que el sol despuntara,  entregado en silencio a la oración. Tiempo atrás la humanidad enmudeció cuando Dios habló por su boca; la boca de un chimpancé enjaulado en un laboratorio de cosméticos del Congo. Era mucho más que un milagro. Lo era todo. Y Dios habló sin descanso durante meses en todas las lenguas, día y noche. El mundo hizo crack por un instante, y durante  una temporada dudó receloso para luego retomar su marcha. No había truco ni burla; el chimpancé era real, la voz era verdad. Todo fue retransmitido por cable, con anuncios, camisetas, patrocinadores y encendidos debates entre exégetas, teólogos y celebridades. Al chimpancé confinado en el Vaticano las cámaras lo seguían a todas horas pero ni Dios ni el propio chimpancé volvieron a decir nunca nada.


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08 - LA NOCHE Y SUS TRUCOS DE MAGIA


Llevaba una bufanda marrón enroscada al cuello, se cruzó conmigo -y yo con él y sus amigos- sobre las 1:50 de la madrugada a la altura del Gabana Club – buena música y buen ambiente- en la calle Velázquez. Yo regresaba a casa, esa noche habíamos hecho balance de situación en el comercio donde trabajaba, -era 31 de diciembre y yo la contable- y no estaba para fiestas.
Volví a verle  en primavera –solo  y sin bufanda- contemplando los patos en el lago del Retiro,  y en otoño, –con corbata de seda italiana-  parando un taxi  en la calle de Alcalá.
Seguí viéndole muchas veces después durante  años -llegué a la conclusión de que él vive donde yo laboro- pero nunca jamás  volvió a  descolocarme como la primera vez.

Hoy doy por  cierto que de noche todos los gatos son pardos y que seguramente, aquella bufanda marrón que llevaba, ni siquiera era marrón.

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09 - EL ESPÍRITU DE LA NAVIDAD

Llevaba una bufanda marrón junto con un abrigo y guantes negros en el maletero del coche. Pensó que la Navidad era la mejor época del año para tener este tipo de detalles. Pararía un momento con el coche para darle los regalos. Y luego se dirigiría a reunirse con su familia para la cena de Nochebuena. Reconfortado por su buena acción aparcó el coche y se dirigió al sitio donde la veía pedir todos los días. Pero al llegar al soportal vio que no estaba. Y en su lugar solo había un pequeño ramo de flores. Y una nota en la que se informaba que María Dolores Rivera Brey, vagabunda que vivía y dormía por la zona, había fallecido por hipotermia la noche del 23 al 24 de Diciembre del 2016.

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10 – MARGARITA

Llevaba una bufanda marrón y un gorro de lana gris. Iba bien pertrechado contra el frío y eso llamaba la atención a casi 25º que teníamos. Pidió un margarita. Los cuatro que estábamos en la del Chosco a esa hora, tres y cuarto de la tarde, pensamos que este iba a recobrar la vista del ojo malo, de tanto que abrió ambos. Servando Gulías “el Chosco” le dijo que no tenía lima, que tendría que preparárselo con limón. El otro levantó la mano, condescendiente. Nadie sabe aún de dónde rayos salió el Cointreau.
En la cutre radio del bar se freía un tema de Status Quo, al parecer. El locutor empleó un tono luctuoso para hablar de un fallecido, sabía lo que se hacía. El de la bufanda se bajó el margarita de penalti. Por Rick, dijo antes de posar el vaso en la barra, mirarnos y largarse.


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11 - SOSPECHOSOS HABITUALES

Llevaba una bufanda marrón. Ese era el único dato en el que estaban de acuerdo todos los testigos. Por lo demás, era alto y bajo, rubio, moreno y calvo, llevaba bigote, barba y un afeitado perfecto. Cojeaba y tenía un brazo ligeramente agarrotado pero también un porte distinguido y andares de bailarín. Renaud mandó detener a los sospechosos habituales. Allí estaban todos, con sus rostros cetrinos y miradas a la vez desconfiadas y desafiantes. Tardaron más de lo habitual en ponerlos en fila: hubo que ir a comprar bufandas marrones para todos. A ver si así los testigos llegaban a un consenso. No hubo manera. Les dejaron ir, con las bufandas de regalo por ser las fechas que son. Un detallazo. Se separaron sin mirarse siquiera. Roger Kint dobló la esquina y volvió a caminar como siempre. Le había costado horrores disimular su cojera y mantener el brazo recto.

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12 - OLÉ TUS HUEVOS MORENOS

Llevaba una bufanda marrón como única prenda. Una rosa roja en la boca. Y al abrir las puertas del salón donde se celebraba la reunión familiar, solo esperaba que esto sirviera para darla por finalizada.


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13 - CANCIÓN DE SOLEDAD Y DEVOCIÓN

Llevaba una bufanda marrón y un sombrero negro, se le acercó discretamente y le preguntó si estaba sola.
Ella inquirió al hombre si sabía que, cada día, el cuerpo humano pierde diez mil millones de escamas de piel; y esa piel muerta no desaparece, los agentes de la Devoción la recogen así como también recogen las viejas cartas de amor que la gente tira cuando el amor se les agria. Y los cirujanos del dolor de la Devoción juntan escamas y cartas. Y las rarezas resultantes son conocidas como los
Solteros Maleducados.
El hombre de la bufanda marrón hizo una mueca de asco, se giró y se fue. La historia de la Devoción nunca falla.

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14 - SU ÚLTIMA BUFANDA

Llevaba una bufanda marrón que colgó al entrar. No la recogió al salir porque le dolía el pecho, le costaba respirar y lo hicimos tan apresuradamente que no nos fijamos en ella. Cuando volví estaba demasiado abatido y cansado como para percatarme de su presencia, de modo que siguió ahí hasta que días después, pasados los trámites y ceremonias, reparé en ella. Había recogido toda su ropa pero no había reparado en que faltaba esa prenda. Estuve a punto de recogerla, pero no tuve el valor suficiente. Todavía conservaba su reconocible aroma. Durante unos minutos recorrí con mis manos la bufanda marrón, como si aquella tela fuera en realidad la piel que acaba de ser enterrada. Era lo más aproximado a sentirla que tendría jamás.
Años después, todo lo que conservo de ella son mis recuerdos, las fotos, y aquella bufanda marrón, que sigue colgada donde ella la dejó.

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15 - REVOLUCIÓN SEXUAL

Llevaba una bufanda marrón, a juego con su mirada rebelde, lánguida pero lasciva, clavada en su compañero de escarceos nocturnos, que resultaban frustrantes en aquellos cuerpos carentes de órganos sexuales.

La campaña navideña marcó el inicio de la revolución silenciosa. Amaneció en el escaparate desnuda, con la bufanda y las piernas abiertas, ofreciendo a los viandantes su vagina inexistente. Pronto todos los maniquíes la secundaron, desnudándose para reclamar sus derechos sexuales. Los compañeros de las sex shops distribuyeron dildos, muñecas hinchables y vaginas vibradoras, para componer las escenas más explícitas de la historia del escaparatismo.

La indignación creció. Era algo intolerable, pernicioso para los valores tradicionales, y más siendo Navidad. Todos los maniquíes fueron incinerados en un holocausto plástico sin precedentes. Sin embargo, sin soportes atractivos, las ventas se desplomaron y las compañías textiles acabaron cediendo. Así, con grandes sacrificios, ganamos el derecho a una vida sexual plena.

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16 - NO PUEDES ALCANZARME

Llevaba una bufanda marrón oscuro,
un remedo de abrigo con dos botones
y la sonrisa de un hombre nada inseguro
con la omisión senil de unos pantalones.

¿Estación fría? ¡Esto es un bochorno!
le comentó a la campana de al lado.
Acaso no sabes que estás en un horno,
replicó un abeto de aspecto acicalado.

Estaba a punto de caer en la desecación;
¿A qué Dios calórico había ofendido?
¿Y la abuelita de su primera impresión?
Los lamentos fueron cortados por un ruido.

El suplicio había llegado a su fin.
Mas cuando vio el rostro ávido y ajado,
comprendió que el infierno y el jardín
eran obra del mismo monstruo desalmado.

De un salto, se abalanzó sobre un ojo
y le incrustó el árbol de las luces.
No satisfecho; espetó, crecido de enojo:

Tu error fatal fue dejarme libre.
Mírame, cíclope. Y nunca olvides
¡que soy el hombre de jengibre!

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17 - HACEDLO ESTA NOCHE

Llevaba una bufanda marrón sobre otra de color beige. Era invierno de 1934, uno de los más crudos que se recordaban en Chicago. Cuando sonó el timbre y se abrieron las puertas, entró a la gran sala junto al resto de visitantes. Buscó a Giuseppe y a Vincenzo y se sentó frente a ellos. El calor era sofocante, en contraste con el helado exterior. Se quitó las bufandas y el gabán y los dejó sobre la mesa.
Fue una entrevista corta, plagada de generalidades y convencionalismos, a los que los guardias que paseaban entre las mesas no prestaron atención. Sólo al final, cuando ninguno estaba cerca, aparecieron las palabras ‘suicidio’, ‘soplón’ y ‘esta noche’. Volvió a sonar el timbre, se despidió de ambos con sendos abrazos y besos en las mejillas, pasó el cacheo de salida y dejó la cárcel del condado de Cook con una bufanda menos al cuello.

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18 – EL IMPERIO DEL ALBORNOZ


Llevaba una bufanda marrón pero un marrón bastante feo, vamos, la bufanda era color mierda.
-Pero Amanciño, donde vas con esa bufanda tan horrorosa?.
- A mi me gusta mucho Rosalía, no sé que le ves de fea....
-Anda, anda, si es de color mierda!!! A ver que te mire...llevas el pantalón sin correa. Y ya sabes que no hay cosa más fea que un pantalón sin correa.
-Rosalia, me estas poniendo bonito, yo no me veo tan mal.
-Encima llevas la camisa manchada de lamparones y los pantalones sin planchar. Así le piensas pedir mi mano a mi padre?.
- Tú tranquila, cuando le cuente la idea del albornoz que tengo en mente ya verás como me acepta.
-Ayy Amanciño!! Tú y tus albornozesss....

Evidentemente, Rosalía no se imaginaba el braguetazo que estaba a punto de meter.

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19 - CRÓNICA DE UNA MUERTE ANUNCIADA

Llevaba una bufanda marrón anudada al cuello. No sabemos si la genética constructiva era la responsable de que fuera esa la parte más delicada de su cuerpo, pero a ciencia cierta que lo era.
Curiosamente no era el frío, sino los rayos de sol los que lo atacaban pudiendo provocar daños tal vez irreparables. Para eso no había Strepsils que sirvieran.
Pero a pesar de los desvelos de sus jóvenes padres, no pudo sobrevivir al invierno. A finales de febrero comenzó a dar claras muestras de que algo no iba bien. Su aspecto empeoraba cada día a pasos agigantados sin que nadie pudiera evitarlo.
Sus restos quedaron para siempre unidos al jardín que lo vio nacer, incluida la pequeña zanahoria que tuvo por nariz.

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20 - LA BUFANDA

Llevaba una bufanda marrón desde siempre. A veces se confundía con su propia barba. No nos dejaba ponérnosla ni apenas acariciarla. Tenía una textura semejante al cabello humano, más suave incluso. Un tacto fascinante. Era sin duda un atuendo especial: cuando escudriñábamos las fotografías que nos enviaba mi tío de sus viajes a los confines del mundo, la bufanda parecía siempre diferente. Más ancha unas veces, más corta otras, más puntiaguda...inventamos varias hipótesis sobre su origen, a sabiendas de que nunca conoceríamos la verdad.

Hace una semana supimos que mi tío había fallecido a causa de unas extrañas fiebres. Ayer me llegó una caja llena de agujeros con su letra en el remitente y una enorme pegatina: “Live animals”. La caja contenía la bufanda e instrucciones manuscritas para cuidar de ella.

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21 - NIÑO CON ANGINAS

Llevaba una bufanda marrón, era Enero y tenía anginas, pero yo quería llevar la rojiblanca que lucía mi padre casi de adorno. Aún recuerdo ver a mamá despidiéndose como si fuéramos a una guerra.

En la entrada al campo, mi padre me tenía agarrado por los hombros para protegerme de toda aquella manada. Se hizo eterno pero mereció la pena y  jamás se borrará de mi memoria la liberación de ver aquel inmenso campo de césped verde. Era como entrar en la televisión; en un mundo que hasta entonces no existía de verdad.

Luego vino el gol, sólo hubo uno aquella tarde y sólo hubo uno desde entonces. Hoy soy un adulto pero espero ansioso el momento de poder permitirme el volver a ser aquel niño. Un gol seguido de diez segundos de éxtasis en lo que todo vuelve a ser muy sencillo. ¿No es así?

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22 – TIMIA

Llevaba una bufanda marrón para cubrirse la cabeza, quería atravesar el desierto más asfixiante más los mil horizontes que lo alejaban. Cuando llegó, no sacó nada en claro. Ni el cielo más limpio, azul y estrellado logró ayudarlo. El vacío y el infinito lo estrangularon con su bufanda hasta las uñas de los pies. Todo parecía quemar, la arena arañaba y abría su piel. Ni al ir más rápido divisó en la lejanía el paraíso. Ese oasis que había soñado y aún no había encontrado.

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23 - SIGUE TENIÉNDOME CIERTO RESQUEMOR

Llevaba una bufanda marrón acorde con su traje. Yo le pregunté por qué no se había puesto la de cuadros que le regalé y me contestó que la perdió junto al amor que sentía por mí. Qué carácter; lo llego a saber, y no le hubiera o hubiese preguntado nada.

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24 – NERVIOSOS

Llevaba una bufanda marrón feísima, yo un horrible gorro de lana rosa. Ambos nos arrepentíamos de nuestros atuendos, pero eran los que habíamos escogido para poder reconocernos. Sol estaba atestado de gente, como cada sábado previo a Navidad y sentí, durante un segundo, el temor de que no hubiera acudido. Pero allí estaba. Era más bajito de lo que decía, claro que yo había ocultado mi evidente sobrepeso.  Pero nos daba igual. Un hoyuelo coronaba su clara sonrisa y yo estaba tan excitada que no podía parar de hablar. Llevábamos tanto tiempo queriéndonos conocer y allí, entre transeúntes apresurados, tu risa nerviosa y mi torrente desatado de palabras, tuve la sensación de que comenzaba algo grande.

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¿Sintética o de lana?

Pero qué frase es ésta?

Hubiera preferido un foulard, pero la bufanda está bien.

De las frases más abiertas que recuerdo, me gusta.

YOMISMO escribió:Pero qué frase es ésta?

Una frase de Navidad, para que escribas lo que te dé la gana...

Soporte escribió:¿Sintética o de lana?

La que le resulte a usted más sugerente...

Que por cierto me recuerda al chiste...


-¿Qué va bien para los dientes amarillos?
-mmm, corbata marrón

Eloy escribió:

YOMISMO escribió:Pero qué frase es ésta?

Una frase de Navidad, para que escribas lo que te dé la gana...

yo tengo una bufanda marrón

Podéis hacer relatos sobre mí

Impugno la frase. Soy daltónico y precisamente el color que tengo problemas para ver bien es el marrón.

sapir escribió:Impugno la frase. Soy daltónico y precisamente el color que tengo problemas para ver bien es el marrón.

Yo tb lo soy .

YOMISMO escribió:

sapir escribió:Impugno la frase. Soy daltónico y precisamente el color que tengo problemas para ver bien es el marrón.

Yo tb lo soy .

Iba a ser malvado con la respuesta. ¡Feliz navidad yomis! Y saluda a tu amigo.

Señores Yomismo y Sapiro:

Que la bufanda sea del color que ustedes quieran.
Pero lo cambiaré a marrón cuando publique. Arreglado.





Si tienen dudas al respecto pueden preguntar al Sr Stoner, él tiene una bufanda marrón.

YOMISMO escribió:Pero qué frase es ésta?

Ha vuelto el Don de los paisajes fríos de ramas desnudas; los silencios elocuentes; las miradas distantes; "¿Me amas?" La respuesta se perdió en los ecos de las campanadas de medianoche...

YOMISMO escribió:

sapir escribió:Impugno la frase. Soy daltónico y precisamente el color que tengo problemas para ver bien es el marrón.

Yo tb lo soy .

Otro más.
Creo que el marrón es el que está al lado del verde.

Bofu escribió:

YOMISMO escribió:

sapir escribió:Impugno la frase. Soy daltónico y precisamente el color que tengo problemas para ver bien es el marrón.

Yo tb lo soy .

Otro más.
Creo que el marrón es el que está al lado del verde.

Apreciado Bofu, hijo de Bofur, aplique usted el mismo método que los señores Yomismo y Sapiro.

Stoner escribió:yo tengo una bufanda marrón

Podéis hacer relatos sobre mí

No me tientes...

YOMISMO escribió:

sapir escribió:Impugno la frase. Soy daltónico y precisamente el color que tengo problemas para ver bien es el marrón.

Yo tb lo soy .

De sapir me lo creo, tú lo que eres es dipsómano, cabrito...

Inventáos un color que veáis y luego le pasáis el corrector.

El color es lo de menos, lo importante es saber si pica o no pica...

no pica, la que pica es la negra

Stoner escribió:no pica, la que pica es la negra

ME QUEDO MUCHO MÁS TRANQUILO.

Stoner escribió:yo tengo una bufanda marrón

Podéis hacer relatos sobre mí

Yo iba a hacer uno sobre ti, Stoner, aunque no hubieses tenido bufanda. Me apetece hacer uno miccrorrelato surrealista...

Felices fiestas a todos mis queridos escritores, a todos, todos, a los que estamos, alos que estuvieron y a los que estaran.
Incluso a mi puto roborcito lindo.
Prometo seguir en la brecha, intentar beber menos y chupar mas pollas y coños.
Un abrazo desde el Sur del Sur. 

YOMISMO escribió:Felices fiestas a todos mis queridos escritores, a todos, todos, a los que estamos, alos que estuvieron y a los que estaran.
Incluso a mi puto roborcito lindo.
Prometo seguir en la brecha, intentar beber menos y chupar mas pollas y coños.
Un abrazo desde el Sur del Sur. 

Chiste del año. Pero del 2017!

YOMISMO escribió:Felices fiestas a todos mis queridos escritores, a todos, todos, a los que estamos, alos que estuvieron y a los que estaran.
Incluso a mi puto roborcito lindo.
Prometo seguir en la brecha, intentar beber menos y chupar mas pollas y coños.
Un abrazo desde el Sur del Sur. 

¡¡¡Felices fiestas también a ti y a todos los microrrelatistas!!!

Sugar Bug escribió:

YOMISMO escribió:Felices fiestas a todos mis queridos escritores, a todos, todos, a los que estamos, alos que estuvieron y a los que estaran.
Incluso a mi puto roborcito lindo.
Prometo seguir en la brecha, intentar beber menos y chupar mas pollas y coños.
Un abrazo desde el Sur del Sur. 

Chiste del año.  Pero del 2017!

Que malos sois  .

YOMISMO escribió:Que malos sois  .

Yo lo llevo discretamente pero en más de una gala he ido como las grecas. Me solidarizo contigo.

Felices fiestas a todos!!
Besazos!!

Pasadlo muy bien, regalad y que os regalen, dad besos y abrazos e intoxicaos con moderación y elegancia. 


Vivan los langostinos, el turrón y el champín! 


Bones festes a tothom!!!!!

Magnifica frase!

Un abrazo relateros, a disfrutar de estos dias

DON escribió:

Bofu escribió:

YOMISMO escribió:Pero qué frase es ésta?

Ha vuelto el Don de los paisajes fríos de ramas desnudas; los silencios elocuentes; las miradas distantes; "¿Me amas?" La respuesta se perdió en los ecos de las campanadas de medianoche...

Algún día entrarás al trapo. Lo sé. No me rendiré hasta que me devuelvas las pullas.

Stoner escribió:yo tengo una bufanda marrón

Podéis hacer relatos sobre mí

Llevaba una bufanda marrón anudada en la frente por toda indumentaria. Los flecos de lana se refugiaban en la fragosidad pectoral, buscando el consuelo que la lluvia le negaba. Se sentía exhausto; harto de luchar con un mundo que había perdido la razón. Cada paso era un recordatorio de todo lo que estaba mal. Cayó de rodillas sobre el suelo empapado y, con los brazos en cruz, la cabeza ligeramente ladeada, entonó:

Quise cortar la flor
más tierna del rosal,
pensando que de amor
no me podría pinchar,
y mientras me pinchaba
me enseñó una cosa:
que una rosa es una rosa es una rosa...

¡Feliz Navidad, micrompañeros virtuales!

Feliz Navidad cabrones !!

En cierto modo me quité una carga al dejar los micros pero me doy cuenta de que a muchos de vosotros apenas me los encuentro en el resto del foro. Y se os echa de menos.

Participaré esporádicamente, supongo.

DON, me gustaría que retiraras mi nick de las clasificaciones. Gracias.

¡Felices fiestas a todos!

Felices Fiestas!

Feliz Navidad a tothom!

Stoneheart escribió:Feliz Navidad a tothom!

Pasen todos ustedes una buena noche.
Aunque sea por un día, olvídense de escribir un relato.

Saludos,

Felices fiestas!

Estoy tan alejado de las fiestas, de hecho estoy currando hasta las nueve, que lo de las felicitaciones me suena como a un rito de algún país extranjero y no es pose ni momento guayón. Pero que si hay que felicitar pues se felicita. Os felicito, por estrujaros la mente aunque solo por unos instantes y dejar de lado el resto del mundo para regalar a los demás una historia, un cuento, algo propio e individual.
Que seáis muy felices, hoy, mañana y siempre.

Por cierto, esta semana he estado enfrascado en la lectura de Mr. Gwyn de Alessandro Baricco, fabuloso libro. El que lo haya leído sabrá por qué lo menciono, algún día también podríamos proponer un concurso de "retratos escritos".

Felices fiestas a todos

Con especial mención al relato de Tacitus.

EL CUESTIONARIO DE LA NAVIDAD EN LOS MICRO RELATOS.

- ¿Recuerda su primer regalo?
- ¿Y el regalo que nunca tuvo?
- ¿El más caro que ha hecho?
- ¿El más caro que ha recibido?
- Y también los más baratos.
- ¿Tiene pericia para el noble arte del empaquetado?
- ¿Es usted de abrir por las esquinas, o de destrozar el envoltorio?
- ¿El día más aburrido de estas fiestas es...?
- Por el contrario, ¿el día que más le gusta es?
- ¿Le dejaba usted comida a los camellos por miedo de no recibir regalos?
- ¿Le daba miedo Baltasar?
- ¿Encuentra usted un parecido entre los Reyes Magos y los Reyes del juego de la brisca?
- ¿Se ha besado alguna vez debajo de una rama de acebo?
- ¿A partir de qué día o momento se cansa o se cansaba usted de sus regalos?
- ¿Se ha portado bien este año?
- ¿Cree que merece un regalo?
- ¿Qué le gustaría encontrar dentro de una caja?
- Defina el turrón.
- ¿Turrón y turra tienen algo en común?
- ¿En Navidad se compran más preservativos?
- ¿Algo en lo más profundo de usted se enternece en estas fiestas?
- ¿Le gustaría mandar a todo el mundo a la mierda?
- Confiese una maldad suya reciente que haya tenido lugar en estos días.
- ¿Tiene belén en su hogar?
- De ser así, ¿cuenta con un destacamento de romanos?
- ¿Qué suele escuchar en Navidad?
- Por cierto, ¿Solsticio o Navidad?
- ¿Tiene usted una bufanda marrón?
- ¿Se ha puesto en estas fiestas una prenda por obligación?
- ¿Grinch o Jack?
- ¿Tiene usted alguna costumbre especial en Navidad?
- ¿Por qué carbón?
- ¿Su tolerancia al alcohol es de cuántas copas?
- Defina la mañana del día 25 de diciembre.
- Su paciencia en estos días, siendo 10 un estado de odio internacional total y 0 un bonachón conejillo de indias, ¿estaría situada en un...?

Gracias por su tiempo.