El rapero Pablo Hasel irá a la cárcel,¿os indigna ?,¿os da igual?

Intruder escribió:

Sugerio escribió:

Intruder escribió:

Bastard Son Of Lemmy escribió:

Godofredo escribió:Ojo, que ahora que va a resultar que esto ha sido cosa de la ultraderecha negacionista que habla en español, ya no tiene tanta gracia lo de los escaparates y las motos.

Vaya gol le han colau a echenique.

Echenique apoya las manifestaciones a favor de Hásel, no los disturbios, por mucho que os empeñeis en manipular sus palabras.

Ni los apoyado, pero han rehusado condenarlos, a pregunta de los periodistas...

A ver...hay cosas que no, eh? Esto lo escribió con los disturbios en marcha, a las nueve y veinte de la noche y es claro y meridiano:

https://twitter.com/PabloEchenique/status/1362134409055502341

Ahí se gustó y metió la gamba (o no).

Ahí no leo ninguna condena a los actos violentos de los manifestantes, solo a la represión policial...

Y yo me refería a las manifestaciones en rueda de prensa de Mayoral...

mugu escribió:

Thorogood escribió:Acabo de tener "pollo" telefónico con mi madre por el tema éste. Y es que la pobre se "informa" por telecirco-Ana Rosa. No les puedes pedir más a una señora de 84 que a pesar de ello está lúcida y ágil. Pero claro, le cuento lo de la chica del ojo, las brutales cargas policiales, etc, y ella sólo ve motos ardiendo, contenedores ardiendo, y escaparates destrozados.

Era por contar una pequeña anécdota, porque os quiero preguntar a los de los límites en la libertad de expresión qué opináis de los límites en la libertad de prensa. Porque existen unos reales que no son los que fijan las leyes, y están muy claros. No todo el mundo, no, aún no, ni mucho menos, tiene acceso a internet y sabe que existe la contrainformación, o al menos un diario digital como Público. Existen personas sin wi-fi y sin smart-phone, que también, (o con ambos pero demasiado perezosas, aburridas y faltas de interés), tendrían derecho a una información veraz y contrastada. Pero todos los medios de adoctrinamiento de largo alcance, TVs, radios, y periódicos, TODOS, están en manos del poder económico. Y así es imposible la existencia de la información, sólo existe la doctrina. Coger en tus manos "El Mundo" debe ser para esos afortunados derechistas como ir a misa y entrar en comunión con dios. Pero "El Mundo" y los de su calaña, es decir, toda la prensa escrita de esta país, aún siendo alienantes, son el mal menor, las radios son aún peor, cada vez que tengo que coger un taxi está ahí Carlos Herrera (desafíando al cálculo de probabilidades, lo sé) y estoy a punto de tirarme en marcha. Sobre las televisiones me basta con lo que me cuentan, no podría resistir un telediario después de tantos años aislado de esa mierda.

Así que, qué os parece la libertad de prensa en este estado? ¿Encarcelamos a quien compra a los directores de periódicos? ¿Empezamos por el IBEX 35?

Pues sí, es lo que pasa con las madres mayores. A mí me ocurre algo parecido. Y ya le digo: tienes que informarte bien, maja, que tú no sabes lo que es esto. Ay, si tu fueras joven ahora ya ibas a ver ya. Que tú siempre has dicho que nunca te faltó un plato de garbanzos. Sí, ya sé que era todos los días garbanzos  y sopa, que no teníais para echarle más, pero míralos ahora, comen mierda, mamá. Ni para garbanzos tienen. ¿Qué te parece? ¿Que tuviste que emigrar porque no os querían en el pueblo? Coño, no haberte casado con papá. Ya sabías que su familia no estaba bien vista. No compares con lo que pasa ahora.
Lo de antes no era nada. Si hasta me acuerdo que la abuela y tú os reíais cuando bajabais corriendo a abrir las puertas del portal para que pudiera subir la gente escaleras arriba y meterse en las casas. Entonces era divertido. Como cuando tuve que saltar la tapia del cementerio y no sé qué hora era cuando volví. Era como el juego de guardias y ladrones.
¿Lo de la cárcel de Manolo, Julio y esos?. Bah, si los sacaban en menos de un mes. Y les daban de comer. Vale, sí, les pegaban, pero no como ahora, maja. Sí, a Paco lo mataron, es verdad. Fue mala suerte, cosas que pasan. Fíjate si era diferente que os dejaban ir a limpiar la sangre. ¿Qué no salía ni con lejía? Ya, bueno, de eso no tiene la culpa nadie. Pero os entreteníais, no lo niegues. Ahora las cosas son jodidas, mamá. No como antes. Si hasta me acuerdo en el funeral de tío Félix que éramos cuatro gatos y a media misa se llenó de gente. ¿Te acuerdas? Al final parecía un funeral de estado, se oían hasta las salvas de homenaje a la puerta. Mira, tenían esos detalles entonces, no como ahora. Y claro, como tu vida ha sido un paseo de rosas y puro divertimento, no entiendes que la gente queme cosas por la calle. No lo entiendes porque no te informas, no estás en la onda. Ponte twiter o algo, coño.

Y ella me suele decir: la gente se ha vuelto idiota, hijo, idiota del todo. ¿Quieres otro café?

Y le digo que sí, que otro cafetito y así le sigo contando lo que pasa en el mundo, que no se entera.

El facha catalán escribió:Ayer una Mosso perdió a su hijo a causa de una patada de uno de los pacíficos manifestantes

Eso tampoco lo leeran en los medios

Sugerio escribió:Pues vaya...hoy me puse un rato un directo de los disturbios...y va a ser que el grupo que salía liándola parda no era ni los unos ni los otros, sino un grupete bien compacto de otra rama.

Si os fijáis esto sigue los mismos pasos que las últimas broncas (las que se montaron hace unos meses con los presos, no la primera de Urquinaona on fire de la primera vez, la secuela de Aliexpress):

Día 1: "Indepes/Críticos con el sistema"
Día 2: "Antifa/Antisistema"
Día 3: "Fachas encapsulados"
Día 4: "Amigos del Decathlon".

Vaya vaya...

Langarica escribió:

Eric Sachs escribió:
vaya

que bonito mensaje de despedida  a Julio Anguita   el dia de su muerte

https://twitter.com/PabloHasel/status/1261615732007276544?s=20

Contra Anguita, tócate la polla... Y deseando la muerte a Jordi Evole en otro tweet.

Es acojonante...

Dumbie escribió:

Langarica escribió:

Eric Sachs escribió:
vaya

que bonito mensaje de despedida  a Julio Anguita   el dia de su muerte

https://twitter.com/PabloHasel/status/1261615732007276544?s=20

Contra Anguita, tócate la polla... Y deseando la muerte a Jordi Evole en otro tweet.

Es acojonante...

No se chico... es que nos contais cosas como si no las supieramos ya de antemano...

RockRotten escribió:No sé Suge, yo ahí a Echenique lo veo apoyando a los jóvenes que piden libertad de expresión y justicia, no a los que queman contenedores

Que al final parece que nos quedamos mirando el dedo, coño

Sugerio escribió:

Bastard Son Of Lemmy escribió:

Godofredo escribió:Ojo, que ahora que va a resultar que esto ha sido cosa de la ultraderecha negacionista que habla en español, ya no tiene tanta gracia lo de los escaparates y las motos.

Vaya gol le han colau a echenique.

Echenique apoya las manifestaciones a favor de Hásel, no los disturbios, por mucho que os empeñeis en manipular sus palabras.

Ok.
Perfecto.
Y dónde está la frontera entre unos y otros?

Godofredo escribió:

Dumbie escribió:

Langarica escribió:

Eric Sachs escribió:
vaya

que bonito mensaje de despedida  a Julio Anguita   el dia de su muerte

https://twitter.com/PabloHasel/status/1261615732007276544?s=20

Contra Anguita, tócate la polla... Y deseando la muerte a Jordi Evole en otro tweet.

Es acojonante...

No se chico... es que nos contais cosas como si no las supieramos ya de antemano...

Yo no las sabía, y agradezco la información.

iontxu escribió:

Godofredo escribió:

Dumbie escribió:

Langarica escribió:

Eric Sachs escribió:
vaya

que bonito mensaje de despedida  a Julio Anguita   el dia de su muerte

https://twitter.com/PabloHasel/status/1261615732007276544?s=20

Contra Anguita, tócate la polla... Y deseando la muerte a Jordi Evole en otro tweet.

Es acojonante...

No se chico... es que nos contais cosas como si no las supieramos ya de antemano...

Yo no las sabía, y agradezco la información.

Ni yo tampoco lo sabia y mucha gente tampoco que empiezan a darse cuenta que este personaje se pasaba de libertad de expresión.

Bastard Son Of Lemmy escribió:https://www.lamarea.com/2021/02/19/policias-denuncian-companeros-se-mofan-de-la-mujer-que-perdio-un-ojo/?fbclid=IwAR2jDD6X8cmALPUz-NcQEBswh2FG_kkMFv40iFXwO6dHUKb9BJ45bVP5Yes

Pero lo que a algunos les escandaliza, es lo que dijo Echenique, claro que sí.

iontxu escribió:

Bastard Son Of Lemmy escribió:https://www.lamarea.com/2021/02/19/policias-denuncian-companeros-se-mofan-de-la-mujer-que-perdio-un-ojo/?fbclid=IwAR2jDD6X8cmALPUz-NcQEBswh2FG_kkMFv40iFXwO6dHUKb9BJ45bVP5Yes

Pero lo que a algunos les escandaliza, es lo que dijo Echenique, claro que sí.

Lo que esta claro que solo pones lo que te interesa.

• Hay que mirar a la cara de las víctimas cuando se sueltan proclamas desde un micrófono o desde un ordenador. Y mirar lo que ocurre en las protestas y delimitar quiénes son los violentos y quiénes quieren convertir en violencia el derecho a protestar
  
  

Dani escribió:Este topic empieza a darme más asco que el rescate catalufo.

Bastard Son Of Lemmy escribió:

iontxu escribió:

Bastard Son Of Lemmy escribió:https://www.lamarea.com/2021/02/19/policias-denuncian-companeros-se-mofan-de-la-mujer-que-perdio-un-ojo/?fbclid=IwAR2jDD6X8cmALPUz-NcQEBswh2FG_kkMFv40iFXwO6dHUKb9BJ45bVP5Yes

Pero lo que a algunos les escandaliza, es lo que dijo Echenique, claro que sí.

Lo que esta claro que solo pones lo que te interesa.

Como todos vosotros.

Hale, cierra la puerta al salir.

pinkpanther escribió:https://www.eldiario.es/opinion/zona-critica/violentos_129_7235453.html

Los violentos

• Hay que mirar a la cara de las víctimas cuando se sueltan proclamas desde un micrófono o desde un ordenador. Y mirar lo que ocurre en las protestas y delimitar quiénes son los violentos y quiénes quieren convertir en violencia el derecho a protestar
  
  

Rosa María Artal
@rosamariaartal


Estos días he recordado a un chavalito al que conocí a finales de la década de los 80 haciendo un reportaje para Informe Semanal de TVE. Tenía 5 años y era uno de los que vivía en la cárcel de mujeres de Yeserías, Madrid, al estar presas sus madres cumpliendo penas por delitos diversos. No guardé los datos, no sé su nombre, pero nunca le he olvidado. Un crío muy listo que se mostró notablemente interesado por lo que allí hacíamos, participativo. Casi al terminar me dijo con desparpajo: "a ver si el juez nos da la libertad". Aquel pequeñajo me metió en el alma lo que significa la injusticia, la violencia y la libertad. Lo he visto en muchas otras ocasiones, entiendo que en este caso era una gran deferencia no separar a los hijos de sus madres aunque conllevara el marcar su infancia, de hecho le tocaría en pocos meses salir y vivir con familiares, pero oír a un niño de 5 años esperar de un juez la libertad sin haber cometido infracción alguna impacta y se queda por algún lugar de la memoria.


He recordado a aquel niño al ver salir y entrar en la cárcel de una forma tan arbitraria, tan desigual, a una serie de individuos. Por no hablar de los que no llegan a pisarla siquiera. Varios de los grandes corruptos del PP –ese partido del que la justicia investiga por cuatro décadas de caja B con dinero que entra en sus bolsillos y termina saliendo del erario público– están en la calle gozando de beneficios penitenciarios. Lo mismo que el cuñado del rey Felipe VI.

Y meten en prisión a un rapero por pronunciar o escribir lo que se ha considerado "ofensas a la Corona y enaltecimiento del terrorismo". A las amenazas de muerte de ultraderechistas en tuits o a través de las ondas, la justicia española las ha venido considerando libertad de expresión. Somos noticia mundial, y no solo por eso. Por el encarcelamiento y por la violencia en la represión de las manifestaciones. Y es doloroso ver el diferente trato que el tema tiene en la prensa internacional y en la española generalista.
Llegadas las protestas por lo del rapero y según avanzan los días por otras causas, empiezan a manipularse groseramente hasta el salto cualitativo de calificar de "terrorismo" callejero lo que se espera para el fin de semana. Dado el desarrollo de los hechos, no suena limpio. Volvemos a constatar que se pueden manifestar entre sonrisas policiales los cayetanos y los nazis, y a palos invariablemente los que piden derechos y libertades. Y hay que determinar con claridad por qué. Claro que se cuelan diferentes colectivos cuando hay violencia. Y cualquier demócrata la rechaza sin aprovecharse de ella, como da la impresión de estar sucediendo.
De lo que no cabe duda es de que hay vídeos en los que se advierte violencia policial que no parece responder a ninguna provocación. De hecho un medio tan poco sospechoso como el Huffington Post contó que la policía les había dicho a los periodistas en la Puerta del Sol que se fueran. ¿Por qué? A los periodistas. Esto no ocurría antes.

Dado que le han tenido que extirpar un ojo a una mujer por la carga de los Mossos en Barcelona, que en Linares anda en peligro otro ojo de un señor al que apalearon policías fuera de servicio agrediendo también a su hija de 14 años, o que al día siguiente dispararon postas "por error" a otro hombre, llamar "los violentos" a los manifestantes quizás sea un pelín tendencioso. Y llamar terrorismo a lo que hasta ahora ha sucedido bastante más que tendencioso. 
Pero como todos estos hechos ustedes ya los conocen, si han seguido una información sin manipular, que la hay, es mejor volver a lo que es verdadera violencia.
Violencia es valerse de la voz que se goza en los medios para fomentar el miedo de los ciudadanos a su libertad y convencerles de que protestar por la merma de sus derechos es reprobable. Que es preferible callar y aguantar. Y que, siempre que se protesta, cualquiera puede ser confundido con delincuentes y hasta terroristas. Una coacción intolerable que debilita a las personas frente a los abusos. Es antidemocrático. Por muchas luces de estrellato que les alumbren.
Porque es violencia también mentir y desfigurar la información de acuerdo con intereses personales o del grupo que paga, ni siquiera por antipatía o fuerte animadversión. Dado que priva al ciudadano de conocer hechos que le afectan y propician una visión distorsionada de la realidad que puede influir negativamente en su vida.
Violencia extrema es asistir a la impunidad de la que gozan los autores de políticas que dañan a la sociedad, a su salud, que distraen dinero público para sus manejos. Solo porque se han pertrechado de escudos que enmascaran sus fechorías y altavoces que propagan falsas venturas y que inducen a los afectados a su sufrir errores de apreciación.
Porque toda esta violencia va encaminada a la más cruel y decisiva de todas, que es el abuso que fomenta la desigualdad, la pobreza por tanto, la injusticia. Doblemente, ya que es el origen de muchas otras violencias repartidas por todos los derechos que nos asisten.
El niño de la cárcel de Yeserías me dio una de las lecciones que precisa todo periodista. Hay que ir a donde ocurren los hechos. Hay que mirar a la cara de las víctimas cuando se sueltan proclamas desde un micrófono en silla caliente o desde el teclado de un ordenador. Y hay que mirar lo que ocurre en las protestas y delimitar con claridad quiénes son los violentos y quiénes quieren convertir en violencia el derecho a protestar.
Y decidir si se ajusta al rigor vender productos tóxicos en lugar de informar.
Es posible conseguirlo siempre que la podredumbre no haya llegado al límite de lo irrecuperable.
Consentir la injusticia, participar de ella, equivale a ejercer violencia contra los ciudadanos. Y nadie decente debería ser cómplice si se tiene por tal. Pero, antes de nada, esto no se soluciona solo con actitudes, hay errores sin subsanar y conductas punibles. Y como no actúe el Gobierno con destituciones y menos ambigüedad, se los van a comer crudos y con ellos a la ciudadanía.
Se está volviendo complicado hasta decir lo que ocurre porque quienes más tendrían que velar por el rigor democrático, la justicia y la libertad se apuntan al bloque censor. Es tan escandaloso lo que está sucediendo estos días, los infectados debates sobre la violencia o sobre la normalidad democrática que se advierte a periodistas abandonando su zona de comodidad para ser testigos y denunciantes de las trampas como haría el Pereira periodista de Antonio Tabucchi. 
Espero que al niño de la cárcel le devolvieran la libertad que no había conocido y que la vida le haya compensado de aquel inicio traumático. Por él y por muchos como él y por muchos otros en diferentes circunstancias es por lo que intentamos informar con seriedad. Al menos no agredir a la sociedad con la violencia de las mentiras.

Bar Biquernes escribió:

El facha catalán escribió:Ayer una Mosso perdió a su hijo a causa de una patada de uno de los pacíficos manifestantes

Eso tampoco lo leeran en los medios

Al poner esto, no sé si es que eres imbécil o te crees que los demás lo somos.

Valiente pedazo de mierda estás hecho si estos son tus argumentos.

Bastard Son Of Lemmy escribió:

pinkpanther escribió:https://www.eldiario.es/opinion/zona-critica/violentos_129_7235453.html

Los violentos

• Hay que mirar a la cara de las víctimas cuando se sueltan proclamas desde un micrófono o desde un ordenador. Y mirar lo que ocurre en las protestas y delimitar quiénes son los violentos y quiénes quieren convertir en violencia el derecho a protestar
  
  

Rosa María Artal
@rosamariaartal


Estos días he recordado a un chavalito al que conocí a finales de la década de los 80 haciendo un reportaje para Informe Semanal de TVE. Tenía 5 años y era uno de los que vivía en la cárcel de mujeres de Yeserías, Madrid, al estar presas sus madres cumpliendo penas por delitos diversos. No guardé los datos, no sé su nombre, pero nunca le he olvidado. Un crío muy listo que se mostró notablemente interesado por lo que allí hacíamos, participativo. Casi al terminar me dijo con desparpajo: "a ver si el juez nos da la libertad". Aquel pequeñajo me metió en el alma lo que significa la injusticia, la violencia y la libertad. Lo he visto en muchas otras ocasiones, entiendo que en este caso era una gran deferencia no separar a los hijos de sus madres aunque conllevara el marcar su infancia, de hecho le tocaría en pocos meses salir y vivir con familiares, pero oír a un niño de 5 años esperar de un juez la libertad sin haber cometido infracción alguna impacta y se queda por algún lugar de la memoria.


He recordado a aquel niño al ver salir y entrar en la cárcel de una forma tan arbitraria, tan desigual, a una serie de individuos. Por no hablar de los que no llegan a pisarla siquiera. Varios de los grandes corruptos del PP –ese partido del que la justicia investiga por cuatro décadas de caja B con dinero que entra en sus bolsillos y termina saliendo del erario público– están en la calle gozando de beneficios penitenciarios. Lo mismo que el cuñado del rey Felipe VI.

Y meten en prisión a un rapero por pronunciar o escribir lo que se ha considerado "ofensas a la Corona y enaltecimiento del terrorismo". A las amenazas de muerte de ultraderechistas en tuits o a través de las ondas, la justicia española las ha venido considerando libertad de expresión. Somos noticia mundial, y no solo por eso. Por el encarcelamiento y por la violencia en la represión de las manifestaciones. Y es doloroso ver el diferente trato que el tema tiene en la prensa internacional y en la española generalista.
Llegadas las protestas por lo del rapero y según avanzan los días por otras causas, empiezan a manipularse groseramente hasta el salto cualitativo de calificar de "terrorismo" callejero lo que se espera para el fin de semana. Dado el desarrollo de los hechos, no suena limpio. Volvemos a constatar que se pueden manifestar entre sonrisas policiales los cayetanos y los nazis, y a palos invariablemente los que piden derechos y libertades. Y hay que determinar con claridad por qué. Claro que se cuelan diferentes colectivos cuando hay violencia. Y cualquier demócrata la rechaza sin aprovecharse de ella, como da la impresión de estar sucediendo.
De lo que no cabe duda es de que hay vídeos en los que se advierte violencia policial que no parece responder a ninguna provocación. De hecho un medio tan poco sospechoso como el Huffington Post contó que la policía les había dicho a los periodistas en la Puerta del Sol que se fueran. ¿Por qué? A los periodistas. Esto no ocurría antes.

Dado que le han tenido que extirpar un ojo a una mujer por la carga de los Mossos en Barcelona, que en Linares anda en peligro otro ojo de un señor al que apalearon policías fuera de servicio agrediendo también a su hija de 14 años, o que al día siguiente dispararon postas "por error" a otro hombre, llamar "los violentos" a los manifestantes quizás sea un pelín tendencioso. Y llamar terrorismo a lo que hasta ahora ha sucedido bastante más que tendencioso. 
Pero como todos estos hechos ustedes ya los conocen, si han seguido una información sin manipular, que la hay, es mejor volver a lo que es verdadera violencia.
Violencia es valerse de la voz que se goza en los medios para fomentar el miedo de los ciudadanos a su libertad y convencerles de que protestar por la merma de sus derechos es reprobable. Que es preferible callar y aguantar. Y que, siempre que se protesta, cualquiera puede ser confundido con delincuentes y hasta terroristas. Una coacción intolerable que debilita a las personas frente a los abusos. Es antidemocrático. Por muchas luces de estrellato que les alumbren.
Porque es violencia también mentir y desfigurar la información de acuerdo con intereses personales o del grupo que paga, ni siquiera por antipatía o fuerte animadversión. Dado que priva al ciudadano de conocer hechos que le afectan y propician una visión distorsionada de la realidad que puede influir negativamente en su vida.
Violencia extrema es asistir a la impunidad de la que gozan los autores de políticas que dañan a la sociedad, a su salud, que distraen dinero público para sus manejos. Solo porque se han pertrechado de escudos que enmascaran sus fechorías y altavoces que propagan falsas venturas y que inducen a los afectados a su sufrir errores de apreciación.
Porque toda esta violencia va encaminada a la más cruel y decisiva de todas, que es el abuso que fomenta la desigualdad, la pobreza por tanto, la injusticia. Doblemente, ya que es el origen de muchas otras violencias repartidas por todos los derechos que nos asisten.
El niño de la cárcel de Yeserías me dio una de las lecciones que precisa todo periodista. Hay que ir a donde ocurren los hechos. Hay que mirar a la cara de las víctimas cuando se sueltan proclamas desde un micrófono en silla caliente o desde el teclado de un ordenador. Y hay que mirar lo que ocurre en las protestas y delimitar con claridad quiénes son los violentos y quiénes quieren convertir en violencia el derecho a protestar.
Y decidir si se ajusta al rigor vender productos tóxicos en lugar de informar.
Es posible conseguirlo siempre que la podredumbre no haya llegado al límite de lo irrecuperable.
Consentir la injusticia, participar de ella, equivale a ejercer violencia contra los ciudadanos. Y nadie decente debería ser cómplice si se tiene por tal. Pero, antes de nada, esto no se soluciona solo con actitudes, hay errores sin subsanar y conductas punibles. Y como no actúe el Gobierno con destituciones y menos ambigüedad, se los van a comer crudos y con ellos a la ciudadanía.
Se está volviendo complicado hasta decir lo que ocurre porque quienes más tendrían que velar por el rigor democrático, la justicia y la libertad se apuntan al bloque censor. Es tan escandaloso lo que está sucediendo estos días, los infectados debates sobre la violencia o sobre la normalidad democrática que se advierte a periodistas abandonando su zona de comodidad para ser testigos y denunciantes de las trampas como haría el Pereira periodista de Antonio Tabucchi. 
Espero que al niño de la cárcel le devolvieran la libertad que no había conocido y que la vida le haya compensado de aquel inicio traumático. Por él y por muchos como él y por muchos otros en diferentes circunstancias es por lo que intentamos informar con seriedad. Al menos no agredir a la sociedad con la violencia de las mentiras.

Mardita comunishta, se olvida de las pobres motos y los contenedores.

Bastard Son Of Lemmy escribió:

iontxu escribió:

Godofredo escribió:

Dumbie escribió:

Langarica escribió:

Eric Sachs escribió:
vaya

que bonito mensaje de despedida  a Julio Anguita   el dia de su muerte

https://twitter.com/PabloHasel/status/1261615732007276544?s=20

Contra Anguita, tócate la polla... Y deseando la muerte a Jordi Evole en otro tweet.

Es acojonante...

No se chico... es que nos contais cosas como si no las supieramos ya de antemano...

Yo no las sabía, y agradezco la información.

Ni yo tampoco lo sabia y mucha gente tampoco que empiezan a darse cuenta que este personaje se pasaba de libertad de expresión.

Ah, que decir una gilipollez como esa es "pasarse de libertad de expresión". Yo creo que no. Yo creo que es decir una gilipollez. Sin más.

Y, bueno, asómbrate, pero hay sectores de la izquierda, más allá de IU, que nunca vieron con buenos ojos algunas cosas de algunos líderes del PCE, aunque no esté nada de acuerdo con la soplapollez que suelta ahí sobre Anguita.

Más hipócrita, borrego y gilipollas, es lo que suelta gente como Arbert Rivera, y todos los que jamás le votaron en vida, y le tildaban de iluminado y loco, y cuando ya no es peligroso para el sistema, le reivindican día sí y día también, e incluso dan el pésame de manera falsaria. Si tan cojonudo os parecía, porque no le votabais, hijos de puta.

Al menos, Hásel es gilipollas, pero no cambia de opinión.

Thorogood escribió:

mugu escribió:

Thorogood escribió:Acabo de tener "pollo" telefónico con mi madre por el tema éste. Y es que la pobre se "informa" por telecirco-Ana Rosa. No les puedes pedir más a una señora de 84 que a pesar de ello está lúcida y ágil. Pero claro, le cuento lo de la chica del ojo, las brutales cargas policiales, etc, y ella sólo ve motos ardiendo, contenedores ardiendo, y escaparates destrozados.

Era por contar una pequeña anécdota, porque os quiero preguntar a los de los límites en la libertad de expresión qué opináis de los límites en la libertad de prensa. Porque existen unos reales que no son los que fijan las leyes, y están muy claros. No todo el mundo, no, aún no, ni mucho menos, tiene acceso a internet y sabe que existe la contrainformación, o al menos un diario digital como Público. Existen personas sin wi-fi y sin smart-phone, que también, (o con ambos pero demasiado perezosas, aburridas y faltas de interés), tendrían derecho a una información veraz y contrastada. Pero todos los medios de adoctrinamiento de largo alcance, TVs, radios, y periódicos, TODOS, están en manos del poder económico. Y así es imposible la existencia de la información, sólo existe la doctrina. Coger en tus manos "El Mundo" debe ser para esos afortunados derechistas como ir a misa y entrar en comunión con dios. Pero "El Mundo" y los de su calaña, es decir, toda la prensa escrita de esta país, aún siendo alienantes, son el mal menor, las radios son aún peor, cada vez que tengo que coger un taxi está ahí Carlos Herrera (desafíando al cálculo de probabilidades, lo sé) y estoy a punto de tirarme en marcha. Sobre las televisiones me basta con lo que me cuentan, no podría resistir un telediario después de tantos años aislado de esa mierda.

Así que, qué os parece la libertad de prensa en este estado? ¿Encarcelamos a quien compra a los directores de periódicos? ¿Empezamos por el IBEX 35?

Pues sí, es lo que pasa con las madres mayores. A mí me ocurre algo parecido. Y ya le digo: tienes que informarte bien, maja, que tú no sabes lo que es esto. Ay, si tu fueras joven ahora ya ibas a ver ya. Que tú siempre has dicho que nunca te faltó un plato de garbanzos. Sí, ya sé que era todos los días garbanzos  y sopa, que no teníais para echarle más, pero míralos ahora, comen mierda, mamá. Ni para garbanzos tienen. ¿Qué te parece? ¿Que tuviste que emigrar porque no os querían en el pueblo? Coño, no haberte casado con papá. Ya sabías que su familia no estaba bien vista. No compares con lo que pasa ahora.
Lo de antes no era nada. Si hasta me acuerdo que la abuela y tú os reíais cuando bajabais corriendo a abrir las puertas del portal para que pudiera subir la gente escaleras arriba y meterse en las casas. Entonces era divertido. Como cuando tuve que saltar la tapia del cementerio y no sé qué hora era cuando volví. Era como el juego de guardias y ladrones.
¿Lo de la cárcel de Manolo, Julio y esos?. Bah, si los sacaban en menos de un mes. Y les daban de comer. Vale, sí, les pegaban, pero no como ahora, maja. Sí, a Paco lo mataron, es verdad. Fue mala suerte, cosas que pasan. Fíjate si era diferente que os dejaban ir a limpiar la sangre. ¿Qué no salía ni con lejía? Ya, bueno, de eso no tiene la culpa nadie. Pero os entreteníais, no lo niegues. Ahora las cosas son jodidas, mamá. No como antes. Si hasta me acuerdo en el funeral de tío Félix que éramos cuatro gatos y a media misa se llenó de gente. ¿Te acuerdas? Al final parecía un funeral de estado, se oían hasta las salvas de homenaje a la puerta. Mira, tenían esos detalles entonces, no como ahora. Y claro, como tu vida ha sido un paseo de rosas y puro divertimento, no entiendes que la gente queme cosas por la calle. No lo entiendes porque no te informas, no estás en la onda. Ponte twiter o algo, coño.

Y ella me suele decir: la gente se ha vuelto idiota, hijo, idiota del todo. ¿Quieres otro café?

Y le digo que sí, que otro cafetito y así le sigo contando lo que pasa en el mundo, que no se entera.

Has estado ingenioso, mugu, no te lo voy a negar, pero has ido a la anécdota introductoria y no al párrafo principal de la libertad de prensa. Es como leerse sólo el prólogo de un libro y opinar. Ya, ya sé que hubo tiempos peores, el franquismo me pilló casi de bebé, pero "los años de hierro" de los muy demócratas González y Guerra, y en una ciudad como Vigo, se vivieron "a tope", también fue puro divertimento. Pero claro, entonces teníamos unos sindicatos con dos cojones, y un tremendo apoyo popular.  O sea que yo también he vivido mis cosillas.

No tengo Twitter ni siquiera Facebook, bueno, hice cuentas en ambas desde el móvil viejo, pero ahora no sabría acceder. Me informo por algunos diarios digitales de izquierda.

Pero si piensas que Ana Rosa le va a ofrecer una visión más realista de lo que pasa en esta historia de la movilización por el rapero que la que le pueda dar yo, pues entonces es que ves demasiado telecirco. La última carga policial brutal que yo recuerde en esta ciudad fue contra la manifa anti-fascista a la entrada del mitin de Vox en el Auditorio. Seguro que ha habido otras posteriores, pero esa es la última que me viene a la memoria. Y fue sin mediar provocación, más allá de unos globos, carteles, cánticos.... No pude ir pero tengo varias versiones de colegas que fueron y son idénticas, carga brutal sin provocación. Esa es la tónica general, los robots cargan, y luego empiezan los disturbios. Por lo que sé, en muchas partes del estado, la secuencia suele ser esa. Eso no lo cuenta ninguna cadena de TV.

Bettie escribió:

Bastard Son Of Lemmy escribió:

pinkpanther escribió:https://www.eldiario.es/opinion/zona-critica/violentos_129_7235453.html

Los violentos

• Hay que mirar a la cara de las víctimas cuando se sueltan proclamas desde un micrófono o desde un ordenador. Y mirar lo que ocurre en las protestas y delimitar quiénes son los violentos y quiénes quieren convertir en violencia el derecho a protestar
  
  

Rosa María Artal
@rosamariaartal


Estos días he recordado a un chavalito al que conocí a finales de la década de los 80 haciendo un reportaje para Informe Semanal de TVE. Tenía 5 años y era uno de los que vivía en la cárcel de mujeres de Yeserías, Madrid, al estar presas sus madres cumpliendo penas por delitos diversos. No guardé los datos, no sé su nombre, pero nunca le he olvidado. Un crío muy listo que se mostró notablemente interesado por lo que allí hacíamos, participativo. Casi al terminar me dijo con desparpajo: "a ver si el juez nos da la libertad". Aquel pequeñajo me metió en el alma lo que significa la injusticia, la violencia y la libertad. Lo he visto en muchas otras ocasiones, entiendo que en este caso era una gran deferencia no separar a los hijos de sus madres aunque conllevara el marcar su infancia, de hecho le tocaría en pocos meses salir y vivir con familiares, pero oír a un niño de 5 años esperar de un juez la libertad sin haber cometido infracción alguna impacta y se queda por algún lugar de la memoria.


He recordado a aquel niño al ver salir y entrar en la cárcel de una forma tan arbitraria, tan desigual, a una serie de individuos. Por no hablar de los que no llegan a pisarla siquiera. Varios de los grandes corruptos del PP –ese partido del que la justicia investiga por cuatro décadas de caja B con dinero que entra en sus bolsillos y termina saliendo del erario público– están en la calle gozando de beneficios penitenciarios. Lo mismo que el cuñado del rey Felipe VI.

Y meten en prisión a un rapero por pronunciar o escribir lo que se ha considerado "ofensas a la Corona y enaltecimiento del terrorismo". A las amenazas de muerte de ultraderechistas en tuits o a través de las ondas, la justicia española las ha venido considerando libertad de expresión. Somos noticia mundial, y no solo por eso. Por el encarcelamiento y por la violencia en la represión de las manifestaciones. Y es doloroso ver el diferente trato que el tema tiene en la prensa internacional y en la española generalista.
Llegadas las protestas por lo del rapero y según avanzan los días por otras causas, empiezan a manipularse groseramente hasta el salto cualitativo de calificar de "terrorismo" callejero lo que se espera para el fin de semana. Dado el desarrollo de los hechos, no suena limpio. Volvemos a constatar que se pueden manifestar entre sonrisas policiales los cayetanos y los nazis, y a palos invariablemente los que piden derechos y libertades. Y hay que determinar con claridad por qué. Claro que se cuelan diferentes colectivos cuando hay violencia. Y cualquier demócrata la rechaza sin aprovecharse de ella, como da la impresión de estar sucediendo.
De lo que no cabe duda es de que hay vídeos en los que se advierte violencia policial que no parece responder a ninguna provocación. De hecho un medio tan poco sospechoso como el Huffington Post contó que la policía les había dicho a los periodistas en la Puerta del Sol que se fueran. ¿Por qué? A los periodistas. Esto no ocurría antes.

Dado que le han tenido que extirpar un ojo a una mujer por la carga de los Mossos en Barcelona, que en Linares anda en peligro otro ojo de un señor al que apalearon policías fuera de servicio agrediendo también a su hija de 14 años, o que al día siguiente dispararon postas "por error" a otro hombre, llamar "los violentos" a los manifestantes quizás sea un pelín tendencioso. Y llamar terrorismo a lo que hasta ahora ha sucedido bastante más que tendencioso. 
Pero como todos estos hechos ustedes ya los conocen, si han seguido una información sin manipular, que la hay, es mejor volver a lo que es verdadera violencia.
Violencia es valerse de la voz que se goza en los medios para fomentar el miedo de los ciudadanos a su libertad y convencerles de que protestar por la merma de sus derechos es reprobable. Que es preferible callar y aguantar. Y que, siempre que se protesta, cualquiera puede ser confundido con delincuentes y hasta terroristas. Una coacción intolerable que debilita a las personas frente a los abusos. Es antidemocrático. Por muchas luces de estrellato que les alumbren.
Porque es violencia también mentir y desfigurar la información de acuerdo con intereses personales o del grupo que paga, ni siquiera por antipatía o fuerte animadversión. Dado que priva al ciudadano de conocer hechos que le afectan y propician una visión distorsionada de la realidad que puede influir negativamente en su vida.
Violencia extrema es asistir a la impunidad de la que gozan los autores de políticas que dañan a la sociedad, a su salud, que distraen dinero público para sus manejos. Solo porque se han pertrechado de escudos que enmascaran sus fechorías y altavoces que propagan falsas venturas y que inducen a los afectados a su sufrir errores de apreciación.
Porque toda esta violencia va encaminada a la más cruel y decisiva de todas, que es el abuso que fomenta la desigualdad, la pobreza por tanto, la injusticia. Doblemente, ya que es el origen de muchas otras violencias repartidas por todos los derechos que nos asisten.
El niño de la cárcel de Yeserías me dio una de las lecciones que precisa todo periodista. Hay que ir a donde ocurren los hechos. Hay que mirar a la cara de las víctimas cuando se sueltan proclamas desde un micrófono en silla caliente o desde el teclado de un ordenador. Y hay que mirar lo que ocurre en las protestas y delimitar con claridad quiénes son los violentos y quiénes quieren convertir en violencia el derecho a protestar.
Y decidir si se ajusta al rigor vender productos tóxicos en lugar de informar.
Es posible conseguirlo siempre que la podredumbre no haya llegado al límite de lo irrecuperable.
Consentir la injusticia, participar de ella, equivale a ejercer violencia contra los ciudadanos. Y nadie decente debería ser cómplice si se tiene por tal. Pero, antes de nada, esto no se soluciona solo con actitudes, hay errores sin subsanar y conductas punibles. Y como no actúe el Gobierno con destituciones y menos ambigüedad, se los van a comer crudos y con ellos a la ciudadanía.
Se está volviendo complicado hasta decir lo que ocurre porque quienes más tendrían que velar por el rigor democrático, la justicia y la libertad se apuntan al bloque censor. Es tan escandaloso lo que está sucediendo estos días, los infectados debates sobre la violencia o sobre la normalidad democrática que se advierte a periodistas abandonando su zona de comodidad para ser testigos y denunciantes de las trampas como haría el Pereira periodista de Antonio Tabucchi. 
Espero que al niño de la cárcel le devolvieran la libertad que no había conocido y que la vida le haya compensado de aquel inicio traumático. Por él y por muchos como él y por muchos otros en diferentes circunstancias es por lo que intentamos informar con seriedad. Al menos no agredir a la sociedad con la violencia de las mentiras.

Mardita comunishta, se olvida de las pobres motos y los contenedores.

Las pobres vespas son con casi toda seguridad de mileuristas que al día siguiente tienen que ir trabajar, que no todos somos funcionarios ni liberados sindicales.... Ver como llevamos un año con los negocios cerrados,  sin poder trabajar, con la ruina que se nos viene encima, por una enfermad mortal, asumiendo un cuasi dictadura por parte un gobierno con poderes absolutos y ver que cuando les sale de los coojones a los payasos estos saltarse la distancia social, las mascarillas el toque de quda, resulta dantesco, si abrimos la veda la abrimos para todos

Bastard Son Of Lemmy escribió:

Bettie escribió:

Bastard Son Of Lemmy escribió:

pinkpanther escribió:https://www.eldiario.es/opinion/zona-critica/violentos_129_7235453.html

Los violentos

• Hay que mirar a la cara de las víctimas cuando se sueltan proclamas desde un micrófono o desde un ordenador. Y mirar lo que ocurre en las protestas y delimitar quiénes son los violentos y quiénes quieren convertir en violencia el derecho a protestar
  
  

Rosa María Artal
@rosamariaartal


Estos días he recordado a un chavalito al que conocí a finales de la década de los 80 haciendo un reportaje para Informe Semanal de TVE. Tenía 5 años y era uno de los que vivía en la cárcel de mujeres de Yeserías, Madrid, al estar presas sus madres cumpliendo penas por delitos diversos. No guardé los datos, no sé su nombre, pero nunca le he olvidado. Un crío muy listo que se mostró notablemente interesado por lo que allí hacíamos, participativo. Casi al terminar me dijo con desparpajo: "a ver si el juez nos da la libertad". Aquel pequeñajo me metió en el alma lo que significa la injusticia, la violencia y la libertad. Lo he visto en muchas otras ocasiones, entiendo que en este caso era una gran deferencia no separar a los hijos de sus madres aunque conllevara el marcar su infancia, de hecho le tocaría en pocos meses salir y vivir con familiares, pero oír a un niño de 5 años esperar de un juez la libertad sin haber cometido infracción alguna impacta y se queda por algún lugar de la memoria.


He recordado a aquel niño al ver salir y entrar en la cárcel de una forma tan arbitraria, tan desigual, a una serie de individuos. Por no hablar de los que no llegan a pisarla siquiera. Varios de los grandes corruptos del PP –ese partido del que la justicia investiga por cuatro décadas de caja B con dinero que entra en sus bolsillos y termina saliendo del erario público– están en la calle gozando de beneficios penitenciarios. Lo mismo que el cuñado del rey Felipe VI.

Y meten en prisión a un rapero por pronunciar o escribir lo que se ha considerado "ofensas a la Corona y enaltecimiento del terrorismo". A las amenazas de muerte de ultraderechistas en tuits o a través de las ondas, la justicia española las ha venido considerando libertad de expresión. Somos noticia mundial, y no solo por eso. Por el encarcelamiento y por la violencia en la represión de las manifestaciones. Y es doloroso ver el diferente trato que el tema tiene en la prensa internacional y en la española generalista.
Llegadas las protestas por lo del rapero y según avanzan los días por otras causas, empiezan a manipularse groseramente hasta el salto cualitativo de calificar de "terrorismo" callejero lo que se espera para el fin de semana. Dado el desarrollo de los hechos, no suena limpio. Volvemos a constatar que se pueden manifestar entre sonrisas policiales los cayetanos y los nazis, y a palos invariablemente los que piden derechos y libertades. Y hay que determinar con claridad por qué. Claro que se cuelan diferentes colectivos cuando hay violencia. Y cualquier demócrata la rechaza sin aprovecharse de ella, como da la impresión de estar sucediendo.
De lo que no cabe duda es de que hay vídeos en los que se advierte violencia policial que no parece responder a ninguna provocación. De hecho un medio tan poco sospechoso como el Huffington Post contó que la policía les había dicho a los periodistas en la Puerta del Sol que se fueran. ¿Por qué? A los periodistas. Esto no ocurría antes.

Dado que le han tenido que extirpar un ojo a una mujer por la carga de los Mossos en Barcelona, que en Linares anda en peligro otro ojo de un señor al que apalearon policías fuera de servicio agrediendo también a su hija de 14 años, o que al día siguiente dispararon postas "por error" a otro hombre, llamar "los violentos" a los manifestantes quizás sea un pelín tendencioso. Y llamar terrorismo a lo que hasta ahora ha sucedido bastante más que tendencioso. 
Pero como todos estos hechos ustedes ya los conocen, si han seguido una información sin manipular, que la hay, es mejor volver a lo que es verdadera violencia.
Violencia es valerse de la voz que se goza en los medios para fomentar el miedo de los ciudadanos a su libertad y convencerles de que protestar por la merma de sus derechos es reprobable. Que es preferible callar y aguantar. Y que, siempre que se protesta, cualquiera puede ser confundido con delincuentes y hasta terroristas. Una coacción intolerable que debilita a las personas frente a los abusos. Es antidemocrático. Por muchas luces de estrellato que les alumbren.
Porque es violencia también mentir y desfigurar la información de acuerdo con intereses personales o del grupo que paga, ni siquiera por antipatía o fuerte animadversión. Dado que priva al ciudadano de conocer hechos que le afectan y propician una visión distorsionada de la realidad que puede influir negativamente en su vida.
Violencia extrema es asistir a la impunidad de la que gozan los autores de políticas que dañan a la sociedad, a su salud, que distraen dinero público para sus manejos. Solo porque se han pertrechado de escudos que enmascaran sus fechorías y altavoces que propagan falsas venturas y que inducen a los afectados a su sufrir errores de apreciación.
Porque toda esta violencia va encaminada a la más cruel y decisiva de todas, que es el abuso que fomenta la desigualdad, la pobreza por tanto, la injusticia. Doblemente, ya que es el origen de muchas otras violencias repartidas por todos los derechos que nos asisten.
El niño de la cárcel de Yeserías me dio una de las lecciones que precisa todo periodista. Hay que ir a donde ocurren los hechos. Hay que mirar a la cara de las víctimas cuando se sueltan proclamas desde un micrófono en silla caliente o desde el teclado de un ordenador. Y hay que mirar lo que ocurre en las protestas y delimitar con claridad quiénes son los violentos y quiénes quieren convertir en violencia el derecho a protestar.
Y decidir si se ajusta al rigor vender productos tóxicos en lugar de informar.
Es posible conseguirlo siempre que la podredumbre no haya llegado al límite de lo irrecuperable.
Consentir la injusticia, participar de ella, equivale a ejercer violencia contra los ciudadanos. Y nadie decente debería ser cómplice si se tiene por tal. Pero, antes de nada, esto no se soluciona solo con actitudes, hay errores sin subsanar y conductas punibles. Y como no actúe el Gobierno con destituciones y menos ambigüedad, se los van a comer crudos y con ellos a la ciudadanía.
Se está volviendo complicado hasta decir lo que ocurre porque quienes más tendrían que velar por el rigor democrático, la justicia y la libertad se apuntan al bloque censor. Es tan escandaloso lo que está sucediendo estos días, los infectados debates sobre la violencia o sobre la normalidad democrática que se advierte a periodistas abandonando su zona de comodidad para ser testigos y denunciantes de las trampas como haría el Pereira periodista de Antonio Tabucchi. 
Espero que al niño de la cárcel le devolvieran la libertad que no había conocido y que la vida le haya compensado de aquel inicio traumático. Por él y por muchos como él y por muchos otros en diferentes circunstancias es por lo que intentamos informar con seriedad. Al menos no agredir a la sociedad con la violencia de las mentiras.

Mardita comunishta, se olvida de las pobres motos y los contenedores.

Las pobres vespas son con casi toda seguridad de mileuristas que al día siguiente tienen que ir trabajar, que no todos somos funcionarios ni liberados sindicales.... Ver como llevamos un año con los negocios cerrados,  sin poder trabajar, con la ruina que se nos viene encima, por una enfermad mortal, asumiendo un cuasi dictadura por parte un gobierno con poderes absolutos y ver que cuando les sale de los coojones a los payasos estos saltarse la distancia social, las mascarillas el toque de quda, resulta dantesco, si abrimos la veda la abrimos para todos

Eso díselo a los de tu cuerda, que también la liaron.

Una ancap, defendiendo a mileuristas. Ya lo he visto todo.

Cuando los mileuristas se manifestaban para defender la sanidad pública, seguro que defendías a los policías.

Y si no has captado la ironía en lo que he puesto...bueno, si eres ancap, qué coño vas a captar.

Pero vamos, quería señalar que hay fascistas y subnormales a los que en estas cosas les da igual por qué se proteste, o las hostias que se recibe, o la persecución mediática y la manipulación, y sólo les preocupan los contenedores, antes de que una manifestante pierda un ojo.

Melifluo escribió:Es tan evidente todo esto..que casi te da penica que haya gente que no lo entienda..sino fuera porque tenemos que convivir con ellos tiene hasta un punto cómico...pero nada, a aplaudir que somos el único país ocidental con un cantante preso...somos una broma para todos menos para esa suerte de reaccionarios y liberales que no se Dan cuenta porque son um chiste malo en si mismo.

iontxu escribió:

Melifluo escribió:Es tan evidente todo esto..que casi te da penica que haya gente que no lo entienda..sino fuera porque tenemos que convivir con ellos tiene hasta un punto cómico...pero nada, a aplaudir que somos el único país ocidental con un cantante preso...somos una broma para todos menos para esa suerte de reaccionarios y liberales que no se Dan cuenta porque son um chiste malo en si mismo.

Pero no eran 14?

Bastard Son Of Lemmy escribió:

Bettie escribió:

Bastard Son Of Lemmy escribió:

pinkpanther escribió:https://www.eldiario.es/opinion/zona-critica/violentos_129_7235453.html

Los violentos

• Hay que mirar a la cara de las víctimas cuando se sueltan proclamas desde un micrófono o desde un ordenador. Y mirar lo que ocurre en las protestas y delimitar quiénes son los violentos y quiénes quieren convertir en violencia el derecho a protestar
  
  

Rosa María Artal
@rosamariaartal


Estos días he recordado a un chavalito al que conocí a finales de la década de los 80 haciendo un reportaje para Informe Semanal de TVE. Tenía 5 años y era uno de los que vivía en la cárcel de mujeres de Yeserías, Madrid, al estar presas sus madres cumpliendo penas por delitos diversos. No guardé los datos, no sé su nombre, pero nunca le he olvidado. Un crío muy listo que se mostró notablemente interesado por lo que allí hacíamos, participativo. Casi al terminar me dijo con desparpajo: "a ver si el juez nos da la libertad". Aquel pequeñajo me metió en el alma lo que significa la injusticia, la violencia y la libertad. Lo he visto en muchas otras ocasiones, entiendo que en este caso era una gran deferencia no separar a los hijos de sus madres aunque conllevara el marcar su infancia, de hecho le tocaría en pocos meses salir y vivir con familiares, pero oír a un niño de 5 años esperar de un juez la libertad sin haber cometido infracción alguna impacta y se queda por algún lugar de la memoria.


He recordado a aquel niño al ver salir y entrar en la cárcel de una forma tan arbitraria, tan desigual, a una serie de individuos. Por no hablar de los que no llegan a pisarla siquiera. Varios de los grandes corruptos del PP –ese partido del que la justicia investiga por cuatro décadas de caja B con dinero que entra en sus bolsillos y termina saliendo del erario público– están en la calle gozando de beneficios penitenciarios. Lo mismo que el cuñado del rey Felipe VI.

Y meten en prisión a un rapero por pronunciar o escribir lo que se ha considerado "ofensas a la Corona y enaltecimiento del terrorismo". A las amenazas de muerte de ultraderechistas en tuits o a través de las ondas, la justicia española las ha venido considerando libertad de expresión. Somos noticia mundial, y no solo por eso. Por el encarcelamiento y por la violencia en la represión de las manifestaciones. Y es doloroso ver el diferente trato que el tema tiene en la prensa internacional y en la española generalista.
Llegadas las protestas por lo del rapero y según avanzan los días por otras causas, empiezan a manipularse groseramente hasta el salto cualitativo de calificar de "terrorismo" callejero lo que se espera para el fin de semana. Dado el desarrollo de los hechos, no suena limpio. Volvemos a constatar que se pueden manifestar entre sonrisas policiales los cayetanos y los nazis, y a palos invariablemente los que piden derechos y libertades. Y hay que determinar con claridad por qué. Claro que se cuelan diferentes colectivos cuando hay violencia. Y cualquier demócrata la rechaza sin aprovecharse de ella, como da la impresión de estar sucediendo.
De lo que no cabe duda es de que hay vídeos en los que se advierte violencia policial que no parece responder a ninguna provocación. De hecho un medio tan poco sospechoso como el Huffington Post contó que la policía les había dicho a los periodistas en la Puerta del Sol que se fueran. ¿Por qué? A los periodistas. Esto no ocurría antes.

Dado que le han tenido que extirpar un ojo a una mujer por la carga de los Mossos en Barcelona, que en Linares anda en peligro otro ojo de un señor al que apalearon policías fuera de servicio agrediendo también a su hija de 14 años, o que al día siguiente dispararon postas "por error" a otro hombre, llamar "los violentos" a los manifestantes quizás sea un pelín tendencioso. Y llamar terrorismo a lo que hasta ahora ha sucedido bastante más que tendencioso. 
Pero como todos estos hechos ustedes ya los conocen, si han seguido una información sin manipular, que la hay, es mejor volver a lo que es verdadera violencia.
Violencia es valerse de la voz que se goza en los medios para fomentar el miedo de los ciudadanos a su libertad y convencerles de que protestar por la merma de sus derechos es reprobable. Que es preferible callar y aguantar. Y que, siempre que se protesta, cualquiera puede ser confundido con delincuentes y hasta terroristas. Una coacción intolerable que debilita a las personas frente a los abusos. Es antidemocrático. Por muchas luces de estrellato que les alumbren.
Porque es violencia también mentir y desfigurar la información de acuerdo con intereses personales o del grupo que paga, ni siquiera por antipatía o fuerte animadversión. Dado que priva al ciudadano de conocer hechos que le afectan y propician una visión distorsionada de la realidad que puede influir negativamente en su vida.
Violencia extrema es asistir a la impunidad de la que gozan los autores de políticas que dañan a la sociedad, a su salud, que distraen dinero público para sus manejos. Solo porque se han pertrechado de escudos que enmascaran sus fechorías y altavoces que propagan falsas venturas y que inducen a los afectados a su sufrir errores de apreciación.
Porque toda esta violencia va encaminada a la más cruel y decisiva de todas, que es el abuso que fomenta la desigualdad, la pobreza por tanto, la injusticia. Doblemente, ya que es el origen de muchas otras violencias repartidas por todos los derechos que nos asisten.
El niño de la cárcel de Yeserías me dio una de las lecciones que precisa todo periodista. Hay que ir a donde ocurren los hechos. Hay que mirar a la cara de las víctimas cuando se sueltan proclamas desde un micrófono en silla caliente o desde el teclado de un ordenador. Y hay que mirar lo que ocurre en las protestas y delimitar con claridad quiénes son los violentos y quiénes quieren convertir en violencia el derecho a protestar.
Y decidir si se ajusta al rigor vender productos tóxicos en lugar de informar.
Es posible conseguirlo siempre que la podredumbre no haya llegado al límite de lo irrecuperable.
Consentir la injusticia, participar de ella, equivale a ejercer violencia contra los ciudadanos. Y nadie decente debería ser cómplice si se tiene por tal. Pero, antes de nada, esto no se soluciona solo con actitudes, hay errores sin subsanar y conductas punibles. Y como no actúe el Gobierno con destituciones y menos ambigüedad, se los van a comer crudos y con ellos a la ciudadanía.
Se está volviendo complicado hasta decir lo que ocurre porque quienes más tendrían que velar por el rigor democrático, la justicia y la libertad se apuntan al bloque censor. Es tan escandaloso lo que está sucediendo estos días, los infectados debates sobre la violencia o sobre la normalidad democrática que se advierte a periodistas abandonando su zona de comodidad para ser testigos y denunciantes de las trampas como haría el Pereira periodista de Antonio Tabucchi. 
Espero que al niño de la cárcel le devolvieran la libertad que no había conocido y que la vida le haya compensado de aquel inicio traumático. Por él y por muchos como él y por muchos otros en diferentes circunstancias es por lo que intentamos informar con seriedad. Al menos no agredir a la sociedad con la violencia de las mentiras.

Mardita comunishta, se olvida de las pobres motos y los contenedores.

Las pobres vespas son con casi toda seguridad de mileuristas que al día siguiente tienen que ir trabajar, que no todos somos funcionarios ni liberados sindicales.... Ver como llevamos un año con los negocios cerrados,  sin poder trabajar, con la ruina que se nos viene encima, por una enfermad mortal, asumiendo un cuasi dictadura por parte un gobierno con poderes absolutos y ver que cuando les sale de los coojones a los payasos estos saltarse la distancia social, las mascarillas el toque de quda, resulta dantesco, si abrimos la veda la abrimos para todos

Eso díselo a los de tu cuerda, que también la liaron.

Una ancap, defendiendo a mileuristas. Ya lo he visto todo.

Cuando los mileuristas se manifestaban para defender la sanidad pública, seguro que defendías a los policías.

Y si no has captado la ironía en lo que he puesto...bueno, si eres ancap, qué coño vas a captar.

Pero vamos, quería señalar que hay fascistas y subnormales a los que en estas cosas les da igual por qué se proteste, o las hostias que se recibe, o la persecución mediática y la manipulación, y sólo les preocupan los contenedores, antes de que una manifestante pierda un ojo.

Apocalypse Dude escribió:

iontxu escribió:

Melifluo escribió:Es tan evidente todo esto..que casi te da penica que haya gente que no lo entienda..sino fuera porque tenemos que convivir con ellos tiene hasta un punto cómico...pero nada, a aplaudir que somos el único país ocidental con un cantante preso...somos una broma para todos menos para esa suerte de reaccionarios y liberales que no se Dan cuenta porque son um chiste malo en si mismo.

Pero no eran 14?

Strawberry, los titireteros, valtonyc, los raperos de la insurgencia, hasel, casandra, los dibujantes del deia, el jueves, etc., etc.

iontxu escribió:

Apocalypse Dude escribió:

iontxu escribió:

Melifluo escribió:Es tan evidente todo esto..que casi te da penica que haya gente que no lo entienda..sino fuera porque tenemos que convivir con ellos tiene hasta un punto cómico...pero nada, a aplaudir que somos el único país ocidental con un cantante preso...somos una broma para todos menos para esa suerte de reaccionarios y liberales que no se Dan cuenta porque son um chiste malo en si mismo.

Pero no eran 14?

Strawberry, los titireteros, valtonyc, los raperos de la insurgencia, hasel, casandra, los dibujantes del deia, el jueves, etc., etc.

Se te ha olvidado la pantoja, farruquito y Ortega cano que esos si que pisaron carcel a diferencia de algunos que has puesto en esa lista.

iontxu escribió:

Apocalypse Dude escribió:

iontxu escribió:

Melifluo escribió:Es tan evidente todo esto..que casi te da penica que haya gente que no lo entienda..sino fuera porque tenemos que convivir con ellos tiene hasta un punto cómico...pero nada, a aplaudir que somos el único país ocidental con un cantante preso...somos una broma para todos menos para esa suerte de reaccionarios y liberales que no se Dan cuenta porque son um chiste malo en si mismo.

Pero no eran 14?

Strawberry, los titireteros, valtonyc, los raperos de la insurgencia, hasel, casandra, los dibujantes del deia, el jueves, etc., etc.

Se te ha olvidado la pantoja, farruquito y Ortega cano que esos si que pisaron carcel a diferencia de algunos que has puesto en esa lista.