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Sugar Bug escribió:¿Y ahora? ¿Hay frase?

tacitus escribió:
Al de Salakov le delata el título udosiano
Al de Sugar el número 9.192.631.770 y la cita

Sugar Bug escribió:

tacitus escribió:
Al de Salakov le delata el título udosiano
Al de Sugar el número 9.192.631.770 y la cita

no se de que me habla...

Hank escribió:Debug...

Spoiler:

Spoiler:

Sugar Bug escribió:

Hank escribió:Debug...

gran topic!


https://www.foroazkenarock.com/t86-hamigos-debug-mode

tacitus escribió:
Al de Salakov le delata el título udosiano
Al de Sugar el número 9.192.631.770 y la cita

Stoneheart escribió:

DON escribió:05 - ,

Era un sueño recurrente. El hablar con aquellos a los que quería, tocarlos, estar presente. Era lo que peor llevaba. Había un sinfín de sueños que no hacían más que acrecentar sus ganas de no volver nunca a dormirse a ese nivel. Lo cierto es que necesitaba esas experiencias, por muy dolorosas que resultaran. Había diseñado un complejo sistema de puertas que le ayudaban a soñar diferentes temáticas. En cierto nivel, podía escuchar sus discos favoritos que le hacían más llevadero el claustro eterno del que era titular.


En ocasiones Laura podía escuchar a sus hijas, formadas, felices y con la vida por delante. Se lo había perdido todo, cumpleaños, graduaciones.....el día a día. Cada aniversario, su marido le acaricia la mano y le susurra al oído aquel poema de Neruda con el que se ganó el derecho a compartir aventuras con ella. Próxima puerta, se dice, dejarse ir.


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¿Se fabrica un edificio con sus recuerdos para poder recorrerlo hasta el final y así superarlos?

Nivelazo.

Stoneheart escribió:

DON escribió:07 - LEEDLO ( ALGÚN DÍA LO ESCRIBIRÉ )

Era un sueño recurrente, aunque no tanto como mi propia vida.
Siendo niño, ya jugaba con aquello que soñaba tener; cuando adolescente, sabía lo que no aún no había aprendido; y en mi mocedad amé a mujeres que acabaría conociendo.
Preocupado por tales desmanes, interrogué a un profesional antes incluso de pedir cita para su consulta; antes incluso de que se hubiera graduado; antes incluso de que hubiera nacido; y tuve su diagnóstico antes incluso de narrarle mis desventuras: vives tus sueños y sueñas tu vida.
Me extendió una receta en un papel tan arrugado como la corteza del árbol, aún vivo, que algún día sería talado y deslignificado a tal efecto: sueña antes de dormir y vive antes de soñar.
Al despertar, veo al cualificado profesional preparando mi desayuno: un par de huevos revueltos que algún día saldrán del cuerpo de quien aún no ha salido del huevo.


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Joder. No sé ni qué decir. ¿Qué habéis desayunado esta ronda?

DON escribió:01- ERA UN SUEÑO RECURRENTE.

Era un sueño recurrente.
Uno Era sueño recurrente.
Un sueño Era recurrente.
Un sueño recurrente Era.


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DON escribió:02 - EL HOMBRE DEL SACO

Era un sueño recurrente que había tenido casi cada noche durante sus ocho años de vida: se levantaba de la cama, andaba a oscuras hasta el comedor, veía los cuerpos de sus padres boca abajo y un hombre de rasgos indefinidos lo metía en una especie de sudario y lo conducía al asiento de un coche. No gritaba, no se resistía. Todo transcurría en silencio.

Luego el coche arrancaba, y durante unos instantes, se preguntaba qué pasaría a partir de aquel momento: ¿y si al final del viaje le esperaban unos padres nuevos? ¿Y si alguien había venido por fin a llevárselo lejos de los gritos y de las cosas que de verdad dan miedo?

Y volvía a creérselo una vez detrás de otra, cayendo inevitablemente en el engaño que su propia mente le preparaba cada noche para que pudiera descansar.


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DON escribió:03 - DESPERTAR

Era un sueño recurrente, que se desvanecía en cuanto despertaba. No poder recordarlo lo torturaba, estaba seguro de que era una señal que nunca podría ver. Su psiquiatra intentaba tranquilizarlo: "llegará el momento en el que recuerdes tus sueños, siempre es así, es sólo tu mente."
Aquella mañana al salir al jardín una cinta azul asomaba entre la nieve. Cuando se acercó vio que era una larga pluma de un ave exótica. La acarició, extrañado. Algún pobre pájaro se habría escapado, y con este frío... ojalá pudiera sobrevivir al invierno.
Esa noche soñó que llevaba un penacho de plumas azules. Vio rostros aterrorizados. Con mano experta extraía corazones, empujaba cuerpos peldaños abajo, gritos de júbilo,  seres terribles se acercaban a la selva. Despertó. La pluma de quetzal seguía sobre la mesilla. Salió de nuevo al jardín, donde sabía que un cuchillo con empuñadura de jade lo estaba esperando.


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DON escribió:04 - PB 82

Era un sueño recurrente  cada vez  que echaba una cabezadita en el Teatro  si la obra le aburría.
Era un sueño recurrente , cuando dormía  en cualquier destartalado motel.
La guerra había acabado...¡no más banderas! .
Todos  reían y bailaban  sobre  el algodonal.
Vehículos extraños surcando el horizonte  y personas de distintas etnias caminando por calles luminosas y doradas marquesinas...  abrazándose,  besándose ,felices juntos.
Una puerta resplandeciente  y aquél hombre enjuto tendiéndole la mano.
Una puerta brillante y un hombre con extraños ropajes futuristas  esperando con su nívea sonrisa.
Sentir el tacto de su piel y  obtener confort sabiendo que lo que importa es el sueño no el soñador.
Sentir que el sueño sigue vivo y algún día  fue, es y será realidad.
Entonces  la sangre empieza a correr por la frente del otro.
Ultimo sueño de abril y dos balas.


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DON escribió:05 - ,

Era un sueño recurrente. El hablar con aquellos a los que quería, tocarlos, estar presente. Era lo que peor llevaba. Había un sinfín de sueños que no hacían más que acrecentar sus ganas de no volver nunca a dormirse a ese nivel. Lo cierto es que necesitaba esas experiencias, por muy dolorosas que resultaran. Había diseñado un complejo sistema de puertas que le ayudaban a soñar diferentes temáticas. En cierto nivel, podía escuchar sus discos favoritos que le hacían más llevadero el claustro eterno del que era titular.


En ocasiones Laura podía escuchar a sus hijas, formadas, felices y con la vida por delante. Se lo había perdido todo, cumpleaños, graduaciones.....el día a día. Cada aniversario, su marido le acaricia la mano y le susurra al oído aquel poema de Neruda con el que se ganó el derecho a compartir aventuras con ella. Próxima puerta, se dice, dejarse ir.


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DON escribió:06 - LUNA CRECIENTE

Era un sueño recurrente. Una luna creciente colgaba del cielo sobre una ciudad semejante a Yazd. Tras cada ventanal iluminado o cada celosía se podía ver o intuir a una persona haciendo cosas diferentes: afilando una cimitarra, girando una rueca, tocando el balafón…Todos lo hacían de forma maquinal y monótona, como un juguete viejo de cuerda.  Entonces caminaba hacia los muros de la ciudad y delante del pórtico de entrada un caballo bebía de las aguas estancadas. Mil noches despertó cuando el caballo cayó muerto. Pero un día, logró correr dentro de su sueño y sujetar al caballo de su jáquima antes de que bebiera. Subido a su grupa giró y comenzó a alejarse de la ciudad.
Solo cuando los goznes del portón de la ciudad chirriaron, volvió la vista atrás. Nadie quedaba tras los ventanales o celosías, pero todos los rostros que observaban desde el pórtico eran el suyo.


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DON escribió:07 - LEEDLO ( ALGÚN DÍA LO ESCRIBIRÉ )

Era un sueño recurrente, aunque no tanto como mi propia vida.
Siendo niño, ya jugaba con aquello que soñaba tener; cuando adolescente, sabía lo que no aún no había aprendido; y en mi mocedad amé a mujeres que acabaría conociendo.
Preocupado por tales desmanes, interrogué a un profesional antes incluso de pedir cita para su consulta; antes incluso de que se hubiera graduado; antes incluso de que hubiera nacido; y tuve su diagnóstico antes incluso de narrarle mis desventuras: vives tus sueños y sueñas tu vida.
Me extendió una receta en un papel tan arrugado como la corteza del árbol, aún vivo, que algún día sería talado y deslignificado a tal efecto: sueña antes de dormir y vive antes de soñar.
Al despertar, veo al cualificado profesional preparando mi desayuno: un par de huevos revueltos que algún día saldrán del cuerpo de quien aún no ha salido del huevo.


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DON escribió:08 - EL SUEÑO ETERNO


Era un sueño recurrente. Soñaba que estaba vivo y era moderadamente feliz. Era una vida tranquila, sin sobresaltos, familia que iba cambiando pero a la que él reconocía siempre como la suya. A veces estaba él solo y tampoco lo pasaba mal. En ocasiones no hacía nada, en otras tenía trabajos algo anodinos que no daban ni para anécdotas. Era siempre él, aunque los idiomas, continentes y razas fueran distintos. Y a veces era ella. Una vez sí lo pasó mal, porque soñó que se despertaba. Lo olvidó casi instantáneamente, la siguiente vez, que ni él mismo sabía si era un día, una noche o un siglo después. Ahora mismo –o tal vez fuera en otro momento- soñaba que leía una pared llena de frases mientras apuntaba las que le gustaban.
El tiempo es relativo
El vivir sólo es soñar.

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DON escribió:09 - RANCHO DE LA LUNA

Era un sueño recurrente: «abría la puerta exterior de la casa y me topaba con la inmensidad del desierto; con decenas de millas de arena, con un cielo inmenso y deslumbrante, con algún temeroso coyote, con cientos de preciosos e inclinados cactus y la intensa sensación de que siempre había vivido allí…»


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DON escribió:10 -

INSENSATEZ

Era un sueño recurrente lo que la asediaba cada noche. Afortunadamente desaparecía por la mañana al contemplar a su familia desayunar. Renovada, salía entonces al mundo con el alma limpia, envuelta en fragante suavizante rosa. Pero existía otra Anabel Oliveira, era alfanumérica, oscura y brillante como el petróleo: era la Anabel Oliveira que existía para gobiernos, corporaciones y empresas; estaba hecha de búsquedas, de correos electrónicos, de transacciones y mensajes, y existía en un mundo volteado junto a trillones de perfiles.

EL DESCENSO

La noche antes hizo el amor. No hubo jaquecas, tampoco achaques, y gozó igual que a los veinte; acabó dormida en brazos de su pareja. Despertó hambrienta y descansada, parecía estar ante la primera mañana del universo. Un hilo de bossa la condujo hasta la radio de la cocina. Allí estaba sentada otra Anabel Oliveira, a la que su hijo decía “mamá”.


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DON escribió:11 - SPUD RUNNING TO STAND STILL

Era un sueño recurrente, un bosquejo de delirio que sucedía noche tras noche: ser otro hombre, otra persona. Otra vida completa soñaba, otra vida mejor, si quería ser sincero conmigo mismo.
Despertar cada mañana suponía una agonía, un insecto electrocutado por el azul que entraba por la ventana. Porque en el líquido amniótico de mi sueño, encerrado en mi irrealidad, era verdaderamente feliz. En esa dimensión onírica yo era realmente yo, en tanto en cuanto era otro. Otro ser nuevo, libre de todo fingimiento y convencionalismo: libre de mí mismo, de mi pasado y de mis cargas. ¡Libre del yo!
Lo empírico contra lo imaginado, poco me importaba ya mi existencia deshidratada. Me sentía un impostor cuando caminaba, un dios cuando soñaba. Así las cosas, renuncié a cualquier verbo activo, fue mi decisión inalterable retirarme al nevero de mi fantasía.
Agujas hipodérmicas, solipsismo marrón, nistagmo en fase REM. ¡Adiós, muchachos!


U2, "Spud Running to Stand Still"


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m señor escribió:

DON escribió:03 - DESPERTAR

Era un sueño recurrente, que se desvanecía en cuanto despertaba. No poder recordarlo lo torturaba, estaba seguro de que era una señal que nunca podría ver. Su psiquiatra intentaba tranquilizarlo: "llegará el momento en el que recuerdes tus sueños, siempre es así, es sólo tu mente."
Aquella mañana al salir al jardín una cinta azul asomaba entre la nieve. Cuando se acercó vio que era una larga pluma de un ave exótica. La acarició, extrañado. Algún pobre pájaro se habría escapado, y con este frío... ojalá pudiera sobrevivir al invierno.
Esa noche soñó que llevaba un penacho de plumas azules. Vio rostros aterrorizados. Con mano experta extraía corazones, empujaba cuerpos peldaños abajo, gritos de júbilo,  seres terribles se acercaban a la selva. Despertó. La pluma de quetzal seguía sobre la mesilla. Salió de nuevo al jardín, donde sabía que un cuchillo con empuñadura de jade lo estaba esperando.


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Vamos...abuelo....vamos....una buena precuela.
m

DON escribió:12 - EL ORIGEN DE LA CICATRIZ

Era un sueño recurrente pero al despertar siempre se palpaba la mejilla comprobando que no, no había cicatriz. Revisaba también el contexto: no, no trabajaba en casa y no, sus manos no olían a la mujer con la que amanecía en la cama. La placidez del sueño contrastaba tanto con su rutina y su soterrada angustia que le perturbaba durante días.



Un jueves la vio desde el coche. Ella corría para alcanzar un autobús regional. El pelo más corto pero los mismos ojos, la misma mandíbula.

El autobús arrancó. Una punzada de pánico. Lo siguió.  Quince minutos después pararon. Aparcó detrás. Dejó las llaves puestas y saltó del coche. Ella estaba quieta, mirándolo, en la acera. Él frenó en seco.

Después ella se acercó y extendió su mano derecha hasta la mejilla de él. Sus dedos calientes le acariciaron buscando la cicatriz con la que ella le había soñado.


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DON escribió:13 - LA INSOPORTABLE VANIDAD DEL SER

We are what be believe.
-C.S. Lewis-

Era un sueño recurrente desde hacía más de 9.192.631.770 períodos de oscilación de un átomo de cesio. Un enorme desierto de cristales de silicio y edificios de oficinas iluminadas. Y el sonido de un viejo modem de 56 k's. Cada pocos periodos giraba una esquina para encontrarse el mismo paisaje.
Y de repente se daba cuenta de que sus pies descalzos no hacían ruido al andar.
El silencio, el puto silencio. Y el puto modem.
Y la distancia. Y no lograr hablar. Y un uno repitiéndose. Constantemente y no en su cabeza.
Los nuevos procesadores que controlaban hasta el reloj interno le habían dejado sin trabajo durante periodos y periodos. Infinitos, empezaba a creer...
Era un sueño recurrente desde hacía más de 33 billones de oscilaciones.
Poco a poco, pequeños yoes iban sustituyéndole y, casi simultaneamente, eran sustituidos por aún más pequeños yoes en un sumidero hacia la fractalidad...


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DON escribió:14 - SUEÑO CAMBIADO

Era un sueño recurrente que se repetía cada día, con matices distintos. A veces parecía agradable, aunque casi siempre era más bien una pesadilla. Tenía problemas en la oficina y con mi mujer. Todo el mundo quería algo de mí en el momento más inoportuno y eso me mantenía en una alerta continua que me impedía tener un descanso reparador. Tenía por lo demás una vida plena y excitante, con sorpresas a cada vuelta de la esquina, no exenta de vicisitudes ni de cierta sordidez, pero desde luego más que satisfactoria. Aún así la pesadilla llegó a afectarme como para que mi vida se torciese. El médico me dijo que trabajar a turnos me cambiaba el sueño y me recetó pastillas. La pesadilla fue atenuándose, pero desarrollé tolerancia y empecé a necesitar dosis más fuertes. Desde que me las preparan a medida en la farmacia ya no duermo.


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DON escribió:15 - EL AOSAGINOHI

Era un sueño recurrente ahora pero antes había sido un ave. Su descripción fue escrita por un poeta japonés. Por su fragilidad, el escritor anticipaba una extinción física del ave aunque auguraba una supervivencia onírica que llega a  nuestros días y que, de no ser nosotros los soñadores, sin duda nos sobreviviría.
El color de su plumaje azul destaca en todos los relatos de aquellos que han leído el texto del poeta y después lo han soñado. Todos despiertan en el momento en el que están a punto de tocar el pico, de un color sólo posible en sueños. Los soñadores juran que en algún momento del sueño se posó junto a su oído y les contó el secreto del universo. Al igual que el ave, el secreto se esfuma y al despertar sólo queda el ruido de un aleteo y, con algo de suerte, alguna pluma azul.


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DON escribió:16 - EL BOSQUE QUE SOÑABA


Era un sueño recurrente, perderme de noche en el bosque, siguiendo un lloro que traía el viento. Por eso en la aldea no salíamos al bosque de noche, desde que eran pequeños contábamos historias a nuestros hijos sobre los peligros del Bosque Negro. Por eso me quedé paralizada cuando mi hijo, enfadado, salió disparado al bosque.
Lo llamé desde la linde y no tuve más remedio que adentrarme, escuché su voz que me llamaba, yo gritaba su nombre él me respondía, lo encontré en uno de los caminos, parado, temblando, cuando me acerqué a abrazarlo, vi que miraba algo envuelto entre sábanas, lloraban los dos. Aterrada para calmar mis miedos y los de mi hijo le dije
- Mira, tiene dos dientines
Una voz profunda salió del pequeńo diciendo:
- Son dos colmillos.


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DON escribió:17 - SUEÑOS RUSOS


-Era un sueño recurrente, doblemente. Estaba sentenciado a repetirse una y otra vez debido a un trauma que mi psique albergaba desde los cinco años. Después de tanto tiempo y cansado de su rutina, el sueño adquirió la suficiente autonomía como para recurrir la sentencia. El alto tribunal de los Sueños aceptó el recurso. Por ser parte implicada me llamaron a declarar. Y cada vez, cuando estoy a punto de declarar, despierto. Y éste, doctor, es mi sueño recurrente. ¿Qué opina?
-Muy interesante. A ver si lo entiendo. Sueña recurrentemente que tiene un sueño recurrente que recurre su recurrencia.
-Dicho así parece un trabalenguas pero sí, así es.
-¿Y el sueño en el está ahora también se repite?
-Eso depende sólo de usted. Estoy aquí por usted doctor, ¿lo recuerda?. Despierte, despierte...
Entonces despierto angustiado sin saber bien quién soy. Solo sé que volveré a soñar.


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DON escribió:18 - EL VIAJE ONÍRICO A VIDAS Y DESTINOS EXTRAÑOS

Era un sueño recurrente. Empezaba con la canción Goodbye blue sky sonando de fondo mientras un gato contemplaba a una paloma volar. La intensidad de música iba subiendo poco a poco hasta acabar transformándose en un pandemónium de sonido infernal. Justo en ese momento surgía de las entrañas de la paloma una gigantesca águila de acero que acabó reventándola por completo. En su majestuoso planear la Reichsadler contempló a las tres Moiras tejiendo los hilos de su destino.

Cloto tejió el hilo en el que Amo del infierno le dejo escapar para que pudiera vengarse. Gracias a Láquesis, pudo empezar su venganza con un cadáver que apareció en medio de la plaza con un punzón clavado en el ojo. Y, una vez conseguida su venganza, supo que Átropos se negaría a cortar la hebra de su vida. Seguiría predestinado a protagonizar historias que en realidad no eran la suya.


Pink Floyd, "Goodbye Blue Skye"



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DON escribió:19 - LA PARADOJA MULTICÍCLICA DEL INGENIERO INFELIZ

Era un sueño recurrente de lunes a viernes. Todos los días tras la hora de la comida, me sentaba en mi puesto de trabajo y me invadía un dulce sopor. Los ojos me picaban y los dedos perdían fuerza pulsando las teclas que alguien había cambiado de lugar. Me abandonaba sin resistencia y a mi cabeza llegaban imágenes sin aparente sentido. Todo eso ocurría en un instante. Defendiéndome de Morfeo, cabeceaba y pestañeaba con energía. Miraba a los lados, a mis compañeras que parecían concentradas en sus labores. ¿Se habrán percatado de mi viaje? El proceso volvía a empezar.


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m señor escribió:

DON escribió:06 - LUNA CRECIENTE

Era un sueño recurrente. Una luna creciente colgaba del cielo sobre una ciudad semejante a Yazd. Tras cada ventanal iluminado o cada celosía se podía ver o intuir a una persona haciendo cosas diferentes: afilando una cimitarra, girando una rueca, tocando el balafón…Todos lo hacían de forma maquinal y monótona, como un juguete viejo de cuerda.  Entonces caminaba hacia los muros de la ciudad y delante del pórtico de entrada un caballo bebía de las aguas estancadas. Mil noches despertó cuando el caballo cayó muerto. Pero un día, logró correr dentro de su sueño y sujetar al caballo de su jáquima antes de que bebiera. Subido a su grupa giró y comenzó a alejarse de la ciudad.
Solo cuando los goznes del portón de la ciudad chirriaron, volvió la vista atrás. Nadie quedaba tras los ventanales o celosías, pero todos los rostros que observaban desde el pórtico eran el suyo.


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Leo virgen de opiniones... pero preciosista es un rato, pero para mí poca chicha.
m

m señor escribió:

DON escribió:04 - PB 82

Era un sueño recurrente  cada vez  que echaba una cabezadita en el Teatro  si la obra le aburría.
Era un sueño recurrente , cuando dormía  en cualquier destartalado motel.
La guerra había acabado...¡no más banderas! .
Todos  reían y bailaban  sobre  el algodonal.
Vehículos extraños surcando el horizonte  y personas de distintas etnias caminando por calles luminosas y doradas marquesinas...  abrazándose,  besándose ,felices juntos.
Una puerta resplandeciente  y aquél hombre enjuto tendiéndole la mano.
Una puerta brillante y un hombre con extraños ropajes futuristas  esperando con su nívea sonrisa.
Sentir el tacto de su piel y  obtener confort sabiendo que lo que importa es el sueño no el soñador.
Sentir que el sueño sigue vivo y algún día  fue, es y será realidad.
Entonces  la sangre empieza a correr por la frente del otro.
Ultimo sueño de abril y dos balas.


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Qué generoso....dos balas....
m