RONDA 4 DEL CONCURSO DE MICRORRELATOS ARF. VOTOS HASTA LAS 21:00. GRAN GALA A LAS 21:30

NORMAS DEL CONCURSO

LAS REGLAS DE ESTE JUEGO SON:

Clasificación por podiums de la III EDICIÓN:

Clasificación por puntos totales de la III EDICIÓN:

RELATOS A CONCURSO:



1.- Y la historia devino en cuento
Partieron siete jinetes a lomos de briosos corceles sin nombre (como la canción de America). Los siete reinos conocidos eran su destino y las órdenes de la Reina del Bosque tajantes: siete días para la ida, siete de estancia, siete de vuelta y siete para contarlo (¡qué obsesión de siete!). Cada caballo volvería bautizado según aquellas experiencias.
Los siete llegaron puntuales el vigesimoprimer día.
No hace falta narrar las historias vividas por aquellos Siete Magníficos; el menos avezado de los lectores las imaginará una vez conocido el nombre de los nobles brutos: Soberbia, Avaricia, Lujuria, Ira, Gula, Envidia y Pereza (cierto, eran yeguas).
El resultado fue el éxodo de los habitantes del bosque en busca de diversión (¿qué tendrá el pecado?).
Lo demás es cuento. La Reina, blanca como la nieve, se quedó compuesta y sin reino acompañada de siete pequeños súbditos que no se enteraron de la fiesta.


2.- Fanfic
Partieron siete trozos de tarta
Marty sacó los pequeños cartoncillos arrugados de su bolsillo y los cortó en 8 trocitos.
George introdujo un trocillo en cada pedazo de tarta mientras Marty sumergía el octavo en el bol del Ponche.
Una vez terminada la fechoría se miraron y sonrieron sin decir palabra, ni el Sr Strickland ni nadie olvidaría el Baile del Encantamiento bajo el Mar de 1955.


3.- 00 44 01736 555 0000 Nada
- (…) Partieron siete…
En ese momento John tiene un déjà vu y consigue marcar el número justo antes de que su compañero lo impida.
- John, puto blanquito de mierda, era 939-555-2802.
- No te enteras de nada, Jesús, Julius o como te llames, estamos en el otro lado de la isla, aquí sería 636 y no hace falta marcarlo. Es 555-0001, pero no te fustigues, he vivido este momento varias veces, siempre eres tú él que lo saca.
- Llámame por mi nombre. ¿Por qué has marcado ese número sabiendo que era incorrecto?
- Porque quería darle una lección de geografía y gramática. ¿No ha dicho que él iba hacia allí? Y “cuántos” se tiene que referir por pelotas a lo que va después de los dos puntos. De todas formas, Simon lo ha hecho para reírse de nosotros y, tranquilo, lo de las jarras es mucho más fácil.


4.- Whiplash Whore
Partieron siete: 1 vocalista, 2 baterías, 1 teclista, 2 guitarras y 1 bajista. La gira comenzó en los Angeles y antes de celebrar en Las Vegas su segundo concierto, Anthony, el teclista, sufrió una sobredosis de speed. Arribados a Denver, John, el guitarra rítmica decidió que el crust punk que practicaban era demasiado para él. No volvieron a verle. En Omaha, Vincent, el bajista, tropezó y cayó del escenario. Tibia y peroné rotos. Fue su final. Desgraciadamente para la banda, Peter y Josh, segundo batería y guitarra solista, respectivamente, se dieron cuenta en Chicago que su amor era más importante que la cutre formación que había nacido hacía pocos días en California. En Cleveland se apeó Scott, batería principal, a causa de una neumonía. El pobre Donald, vocalista, compositor y solitario, arribó a New York, donde acabó cantando con una guitarra en el metro por unos pocos dólares.


5.- Del Sur al Norte
Partieron siete entradas porque la hora no les íba bien. Aún quedaba Tibidabo, Monserrat y Camp Nou.
Los tres niños no lo notarían, los cuatro adultos habían decidido perder dinero para poder pasear por el centro.
Ya le comprarían un paquete de Aspitos o un helado.
La velocidad hizo el resto.
En el Norte, los del Norte, tienen una condición que en el Sur no la tenemos.
En el Sur, a los del Sur, puede que nos importe las cosas un poco menos.
Pero en el Sur sale el sol caliente, no escondido.
Os doy todo mi Sol para que conforte estos momentos.
El Sur llora por su Norte.


6.- Esforzarse, buscar, encontrar y no ceder
Partieron siete hombres hacia la bahía de las ballenas con la intención de llegar al polo sur, se trata de la expedición de Amundsen- fueron las noticias que transmitieron a Robert Falcon Scott. La carrera estaba en marcha. Durante semanas trató de abrirse paso por el páramo congelado del glacial de Ross. Hambruna, extenuación y un frío ignoto para los humanos llevaron sus cuerpos al límite. El día 17 de Enero de 1912 Robert abrió su brújula, cuya aguja en una danza alocada buscaba en vano un norte al que señalar. Pero nunca tamaña gesta, había sido tan vana. A un centenar de metros, una bandera Noruega ondeaba sobre la nieve: lo peor había sucedido. Cargados con el pesado fardo de la derrota y desmoralizados emprendieron la vuelta. El resto, es de sobra conocido: una historia sobre la audacia, la resistencia y el valor, que un borrador y sus cuerpos relataron.


7.- Y comió siete perdices
Partieron siete hermosas princesas hermanas de su castillo, custodiadas por siete gallardos soldados, para casarse con los siete hijos del rey vecino. Mas, ¡ay! En el bosque, las dos pequeñas redujeron a sus guardianes, robaron sus armas y emprendieron vida de bandoleras. En las montañas, las dos mayores se fugaron con dos apuestos jinetes. En los verdes prados, las dos del medio equivocaron la ruta, no supieron encontrar el camino correcto y acabaron fundando una cooperativa agrícola junto con los centinelas cuando se hartaron de dar vueltas. Tan solo la hermana número cinco logró alcanzar el reino vecino. “Tendrás que elegir a uno”, se lamentaron compungidos los siete regios pretendientes al ver tan menguadas en número sus anheladas doncellas. Ella sonrió y les guiñó un ojo. “¿Habéis oído hablar del poliamor?”.


8.- Siete cisnes
Partieron siete cisnes mientras los árboles que rodeaban al lago ardían como antorchas. El agua era gris por el reflejo de la ceniza y los cisnes, al volar cerca de la superficie, parecían igual de grandes que el dragón.
Hubo esperanza hasta que una nueva llamarada hizo que todo fuera fuego. Por puro instinto me llevé las manos a la cara para taparme los ojos. Hubiera dado todo por tener otras dos manos para poder taparme los oídos. ¿Los graznidos de los siete cisnes ardiendo eran, en realidad, el sonido de los siete cuernos de los que hablaba la profecía?


9.- La puerta del Cielo
Partieron siete el primer día, como había profetizado Applewhite. La preparación había sido llevada con detalle y esmero a lo largo del día. Al llegar la noche, y acercarse la hora, estábamos nerviosos y concentrados. La concentración era la clave, como señalaba siempre Applewhite. Los anteriores intentos habían sido infructuosos, pero Applewhite siempre nos alentaba a seguir intentándolo. Pertenecíamos a las estrellas y a ellas debíamos volver. Y esta vez funcionó, el cometa fue la señal definitiva. Los siete elegidos bebieron el brebaje de secreta fórmula preparado por él. Siete que ya no están entre nosotros. Siete que ya han pasado al segundo nivel. Entre ellos, mamá y Verónica. Enterrar los cuerpos ha sido tarea fácil y hasta alegre sabiendo que ahora el plan de papá, oh...perdón, de Applewhite está en marcha y funcionando. Ahora, el resto, esperamos con ansia la llegada de la noche.


10.- Antónimo de siete Antonios
Partieron siete, es lo que recordaba. La guerra lo había arrastrado a la decadencia, al horror. El primero en morir fue bondadoso, el perverso tomó su lugar. Alegre murió aquella mañana de intenso bombardeo, señor triste había nacido. Esperanza se vio acorralada la noche en que una familia entera voló por los aires, desesperanza tomaba su lugar, sus ojos siempre le delatarían. Lo peor estaba por venir. Valiente fue el siguiente, nido de ametralladoras y un buen escondite, no pudo mover un solo dedo. Cobardía reinaría el resto de su existencia. Honesto moría cada día en el frente, sólo se contaba mentiras para sobrevivir. Deshonesto le ayudo a sobrevivir en el futuro, tenía que hacerlo, le desagradaba.
La persona llena de amor que un día fue, nunca volvió, el odio reinó su vida hasta el último de sus días en que soñaba con los siete, aquellos siete a sus diecisiete.


11.- Las ciudades visibles
Partieron siete, pero sólo regresó uno.
Contaba que en Maralanda, ciudad de las bellas mujeres, despidieron al primer compañero. Si fue amor o lujuria lo que le retuvo, únicamente él lo sabe.
En Hiboria, la salvaje, dejaron al segundo. Le convertirían en el más grande guerrero, le prometieron, y la posibilidad de la violencia le enloqueció.
La ciudad del oro, Stritgual, se apoderó del tercero. Otro hombre hechizado por su brillo.
Fue en Alexandros, hogar de sabiduría, donde el cuarto viajero acabó su viaje. ¿Encontraría en los libros aquello que tanto anhelaba? El narrador lo dudaba.
Una noche heladora perdieron al quinto, no despertó. No todos soportan un viaje tan largo.
Y del destino del sexto viajero, sencillamente, el narrador no quería hablar...
¿Y él por qué regresó?, preguntábamos. 
Y como quien conoce los límites de la realidad, callaba, sonreía y garabateaba ensimismado aquellas ciudades invisibles que jamás logró encontrar.


12.- Deuda de hambre
Partieron siete al amanecer hacia el risco, en la cima del desfiladero. Cuatro varones y tres mujeres para honrar la memoria de su padre. Por el camino deshicieron todas las trampas que lograron encontrar. Cada hermano se quedó con un trozo del cordel que el padre solía colocar en el pico a los aguiluchos para después usurparles la caza que la madre águila lanzaba sobre el nido a cambio de migajas.
El más experimentado de los hermanos accedió a siete nidos para obsequiar a las crías con la carne fresca que históricamente había sido antes robada a sus congéneres


13.- Siete por siete
Partieron siete de los más despiadados asesinos y criminales del país con la firme intención de lograr su libertad y una plantación de caña en Magnolia con treinta esclavos. Solo uno de ellos lo conseguiría: aquel que volviera con la cabeza del jefe sioux oglala. El resto, deberían regresar para cumplir su condena o serían perseguidos y colgados.
Mucho antes de lo esperado, Joe “Cara Cortada” volvió a la ciudad montado en la parte trasera del carromato de la viuda Mary, hija del pastor del condado. Bajó con aire descuidado y lanzó su mugriento saco frente a las escaleras de la oficina del sheriff. Una hora después, bajo la atenta mirada del alcalde, el médico forense abrió la bolsa. Entre las cabezas de los seis compañeros de Joe, estaba la que todos querían. “Cara Cortada” habló pausadamente:
- He preferido terminar ambos trabajos. Quiero cuarenta y nueve esclavos.


14.- La entereza de la Esfinge
Partieron siete bestias siguiendo las órdenes de los Dioses. Los humanos habían osado emular su grandeza por lo que las enviadas quemaron templos, derruyeron estatuas colosales, sumergieron los faros en las tinieblas y marchitaron los más bellos jardines. Sólo una de las bestias, fascinada por la belleza que podía crear el monumental ego de los hombres, decidió yacer sobre sus robustas patas de león al lado de las inmensas obras piramidales edificadas a base de ingenio y sangre. A lo largo de los siglos vio como los fanáticos enviados por los Dioses hacían caer las más altas torres mientras ella velaba, impertérrita, la última gran maravilla de este mundo. Jamás daría un paso atrás.


15.- El parto
Partieron siete parteras a asistir siete partos de siete primogénitos. Perdiéronse en el bosque y tuvieron las parturientas que parir sin asistencia. Finalizaron después los festejos por los alumbramientos y las oraciones por los decesos y personáronse por fin entonces las partidas de búsqueda en los alrededores del bosque. Agotadas, confusas y a punto de perecer, aparecieron las parteras. De su parco discurso inferióse que habían sido llamadas a participar en un parto más perentorio y colosal. Pero no había resto ninguno animal ni mineral. Solo permanecían ellas allí perdidas, sucias y paranoicas.
Dispusiéronse pronto a quemarlas en la hoguera sin preámbulos.
Cuando apareció Aquello.


16.-El oscuro y siniestro plan de la vieja del visillo
Partieron siete pero no regresó ninguno. Su destino era un destartalado y medio abandonado pueblo en la costa de Massachusetts. En Febrero de 1928 una redada del gobierno de los EEUU lo había dejado prácticamente destruido. Pero años después los siete habían detectado señales de que ciertas costumbres extrañas y repugnantes estaban volviendo a la zona. Y decidieron ponerse en marcha para destruir cualquier posibilidad de que la simiente oscura pudiera arraigar de nuevo.
Ya cerca de su destino decidieron hacer un alto para pasar la noche. Llamaron a la puerta de un desvencijado hotel de carretera y, tras ser observados por la mirilla, una amable anciana les dejo entrar.
Mary Marsh, tras dejar a los huéspedes en sus aposentos, se retiró a su habitación. Encendió la mesilla de noche y empezó a planificarlo todo. Nada detendría el resurgimiento del legado de Obed Marsh y La Orden Esotérica de Dagón.


17.- Día de playa 2.0
Partieron siete pronto por la mañana. A pesar de las horas de preparación invertidas y cansado del madrugón, Paco llevaba la Picasso con una gran sonrisa en dirección a Salou. Antonia mirando por su ventana. Los pequeños alborotados con la abuela que les daba golosinas y chocolate. Al fondo, la niña y el abuelo con la mirada fija en sus pantallitas.
Iba a ser un fantástico día de playa. Revistas para la suegra. La tablet cargada de episodios de Fringe para su mujer. Colchonetas para los mequetrefes. Sombrillas, bocatas, y bebidas frías para todos. Y sus gafas de sol para caminar por la orilla, "Que es muy saludable, cariño ¿Por qué no vienes conmigo?”
A Paco le encantaba la combinación de ocio tecnológico y tradiciones ancestrales de hoy en día. Y las tetas en internet no son lo mismo.


18.- Kaiju
-Partieron siete, mi capitán...
-¿Qué dice, Benítez? ¡cuatro!, ¡cuatro!, ¡panda de inútiles!
El capitán Trigueros se encerró en el retrete, jurando en arameo. Un pletórico Culebrez irrumpió, saltando, en el barracón:
-¡Fiesta, joder, fiesta! Se han ido siete...¡y el soplagaitas del capitán al frente! ¡Sacad el vino, fiesta, joderrrrrr!
Su voz se quebró al surgir Trigueros y fulminarlo con la mirada:
-¡Culebrez, escoria, hijo de una rata y de un canguro imbécil...!
Benítez y los demás contemplaron boquiabiertos la formación de un charco de orina a los pies de Culebrez.
-¡Qué asco!, ¡Culebrez!. Limpie eso inmediatamente y cambiése la ropa, ¡so cerdo!
Nos partimos de risa en cuanto el capitán salió refunfuñando, detrás de Trigueros.
Estos eran los momentos de esparcimiento, por decirlo así, los días que precedieron a la última expedición. Antes de que encontrásemos los cuerpos destrozados de Trigueros, Culebrez y otros doce más. El Kaiju parece invencible.


19.- Remake / Remodel
Partieron siete galletitas de la suerte casi al unísono. La fortuna, todos a una, bromeó Toshiro. Habían cenado opíparamente tras horas de duro rodaje; en los estudios Toho siempre se comía bien. Una copa de sake y crack!
Sacaron cada uno su papelito y no tardaron en mirarse con cierta incomprensión. Ni sabios consejos, ni augurios reconocibles. Sólo una palabra en cada papel: verbos, sustantivos, preposiciones...¡Es un rompecabezas!, advirtió Takashi, divertido. Sólo tardaron un minuto en ordenar los vocablos. Sobre el suelo, siete palabras rezaban: dentro / de / seis / años / estaréis / en / México.
Llamaron al jefe para enseñarle aquella curiosa sentencia. 
Menuda insensatez ...¿qué demonios iban a hacer siete samuráis en México?, dijo el sorprendido director.
Mientras, el cámara de la segunda unidad, nacido en Oak Park, Illinois, sonreía para sus adentros y guiñaba un ojo a su amigo Tsushima, encargado del catering.


20.- La séptima expedición
Partieron siete expediciones allende los mares, a explorar los confines del mundo, a mayor gloria del Rey. Tres se perdieron para siempre: una arrastrada al abismo por las corrientes del fin del mundo, otra abordada por piratas septentrionales y la última, devorada por las monstruosas bestias que habitan las simas oceánicas más profundas.
De las cuatro restantes, una regresó cargada con minerales preciosos; otra negoció en oriente y trajo especias, suntuosas telas y barriles con mágico polvo explosivo; la tercera llegó con esclavos y concubinas de raza extraña y exótica belleza, que el Rey compartió con nobles y sacerdotes.
Pasaron muchas lunas hasta que la séptima expedición retornó, recibida entre gran fasto y expectación. Sin embargo, no trajo fortunas ni nuevas maravillas, sino enfermedad y muerte, a las que solo la raza de esclavos, concubinas, y sus mestizos fue inmune, estableciéndose como la nueva estirpe que reinaría durante siglos.


21.- 7he cake is a l1e
Partieron siete trozos. El primero lo cogió Gula y no le duró un segundo entre sus gruesos dedos. El siguiente lo recibió Ira. Gritó, exclamó, rugió que le habían dado el más pequeño, sustituyéndolo por otro ligeramente más voluminoso. Impasible miró pereza, quien seguía, pero decidió no optar por ninguno al suponer levantarse de su cómoda hamaca. 
Lujuria recogió su pedazo con un seductor movimiento de dedos, haciendo como si caminaran sobre el mismo. Lo acarició con el índice y lo acercó a sus labios, con los que lo besó y lamió sensualmente. 
Avaricia tragó saliva. Impaciente, se abalanzó sobre el sobrante de la preciada tarta. Envidia, desesperada, agarró el cuchillo, degollándolos a todos. 
Desde lo alto del trono, Soberbia reía mientras le observaba cortarse el cuello posado sobre cuerpos inertes. 
Bajó tranquilamente y, viendo como su compañero se desangraba, se acercó a tomar y comer la guindilla del pastel.


22.- Punto y aparte
Partieron siete huevos, pelaron doce patatas, picaron un ajo, hicieron una tortilla, la dejaron reposar, abrieron otra botella de vino, se besaron entre risas mientras se escurrían las aceitunas, le levantó el vestido con las manos llenas de migas de patatas fritas, le acarició la barba con sabor a anchoas, tito puente cantaba en el comedor, el gato dormitaba en el balcón, ella le susurró: deja eso en el bolsillo, sus bragas de estar por casa se deslizaron hasta sus rodillas, dos manos buscaron instintivamente saliva y dos brazos se cruzaron entre dos estómagos, él la levantó sobre el mármol, la besó, le agarró el pelo con una mano, ella levantó las piernas hasta sus hombros, la tortilla resbaló de su plato, él tomó un trago de su copa, la miró fijamente, le mordió un labio, le tiró suavemente del pelo, sonó el timbre, se rieron, esperaron siete horas…


23.- Once upon a time
Partieron siete orcos nueve días después...


24.- Sin título
Partieron siete y muchas más lágrimas de sus ojos, recorriendo cada geografía de su rostro. Había sido alguien sin refugio, de piel sucia y abrasada. Tuvo casa que nunca abandonó de su memoria, con un tejado estrellado e inmenso. Aquí conoció por fin otra idea de hogar. Aquí sintió el amor que antes veía esfumarse en cada chillido. Pero alguien quiso que su pasado por olvidar volviera a acechar su futuro para hacerlo incierto, culpa de ignorantes que quisieron despojar de vida a la ciudad, hermanos y vecinos que lo habían acogido.

Muchas gracias a Don por la banderola, dolorosamente acertada como ya le he dicho.

Partieron siete cuchillos y ninguno era el del abuelo.

magnífica frase... grande, Eloy

Gran banderola. Se me ha encogido el corazón al verla.

Gran banderola!!

Y la frase promete, me gusta

Chapó por la banderola.

Yo tengo que volver a participar en esto. Pero como siempre que me pongo a ello sólo se me ocurren relatos de tarados perturbados matando o siendo matados acabo acojonándome sobre mi propia estabilidad mental y lo dejo estar

Jud escribió:Yo tengo que volver a participar en esto. Pero como siempre que me pongo a ello sólo se me ocurren relatos de tarados perturbados matando o siendo matados acabo acojonándome sobre mi propia estabilidad mental y lo dejo estar

Mi madre es la mayor fan de las pelis de asesinos psicópatas que conozco. Y no porque sea mi madre, es una de las mejores personas que conozco, empática y bondadosa. Quiero decir... ¡es un tema de catarsis! No preocuparse...

Enorme banderola.

Jud escribió:Yo tengo que volver a participar en esto. Pero como siempre que me pongo a ello sólo se me ocurren relatos de tarados perturbados matando o siendo matados acabo acojonándome sobre mi propia estabilidad mental y lo dejo estar

Yo creo que tendrías mi voto.

Gran banderola.


Me gusta la frase, corta y abierta.

Eloy las clasificaciones actualizadas las tienes en la última página del hilo de la gala

Partieron siete... Uy, uy, uy... Esta no me la pierdo. Hacedme un hueco.

Tengo que reconocer que había leído "Parieron siete..."

Puede que tenga que ver con que desde ayer a la tarde habré repetido mil veces la consabida: "...la puta madre que los parió"

Buena frase, y felicidades Eloy.

sapir escribió:

Jud escribió:Yo tengo que volver a participar en esto. Pero como siempre que me pongo a ello sólo se me ocurren relatos de tarados perturbados matando o siendo matados acabo acojonándome sobre mi propia estabilidad mental y lo dejo estar

Yo creo que tendrías  mi voto.

Porque eres un ser retorcido como yo?


Pd:

Jud escribió:

sapir escribió:

Jud escribió:Yo tengo que volver a participar en esto. Pero como siempre que me pongo a ello sólo se me ocurren relatos de tarados perturbados matando o siendo matados acabo acojonándome sobre mi propia estabilidad mental y lo dejo estar

Yo creo que tendrías  mi voto.

Porque eres un ser retorcido como yo?


Pd:

 Tendrías mi voto también.

borogis escribió:Gran banderola.


Me gusta la frase, corta y abierta.

Eloy las clasificaciones actualizadas las tienes en la última página del hilo de la gala

Actualizadas, gracias!

Jud escribió:

sapir escribió:

Jud escribió:Yo tengo que volver a participar en esto. Pero como siempre que me pongo a ello sólo se me ocurren relatos de tarados perturbados matando o siendo matados acabo acojonándome sobre mi propia estabilidad mental y lo dejo estar

Yo creo que tendrías  mi voto.

Porque eres un ser retorcido como yo?


Pd:

No, yo escribo sobre cosas deprimentes pero me caeis bien los seres retorcidos.

Jud escribió:Gran banderola. Se me ha encogido el corazón al verla.

Por cierto, los relatos sobre psicópatas siempre son bienvenidos. Aunque el listón del rallador de queso está muy, muy alto.

Me gusta la frase y la cantidad de formas de las que se le puede dar la vuelta.

Aquí yo, hoy, meditando sobre la frase y sus recovecos...




Ommmmmh.

Silver me anima a participar en esta ronda... que en caso poco probable de que ganara, él gestionaria la ronda... 😀😀

Hank escribió:Silver me anima a participar en esta ronda... que en caso poco probable de que ganara, él gestionaria la ronda... 😀😀

Donde manda patrón no manda marinero

Hank escribió:Silver me anima a participar en esta ronda... que en caso poco probable de que ganara, él gestionaria la ronda... 😀😀

Que grande eres hijo de puta 

Yomis escribió:

Hank escribió:Silver me anima a participar en esta ronda... que en caso poco probable de que ganara, él gestionaria la ronda... 😀😀

Que grande eres hijo de puta 

El grande eres tú, y Silver

Hank escribió:Silver me anima a participar en esta ronda... que en caso poco probable de que ganara, él gestionaria la ronda... 😀😀

salakov escribió:Aquí yo, hoy, meditando sobre la frase y sus recovecos...




Ommmmmh.

Y otros escribiendo desde un cuarto minúsculo con un ventilador...


qué inyustisia...

Salakov into the wild

¡Es genial, Sugus!

Sugar Bug escribió:

Fui a los bosques porque quería vivir deliberadamente; enfrentar solo los hechos esenciales de la vida...

Microrrelato futbolero:

"Partieron siete pero sólo llegó él.
¿Su nombre? Paulinho.
El elegido."

Criminal pentatónico escribió:

Sugar Bug escribió:

Fui a los bosques porque quería vivir deliberadamente; enfrentar solo los hechos esenciales de la vida...

No había visto esto...

1.- Y la historia devino en cuento

Partieron siete jinetes a lomos de briosos corceles sin nombre (como la canción de America). Los siete reinos conocidos eran su destino y las órdenes de la Reina del Bosque tajantes: siete días para la ida, siete de estancia, siete de vuelta y siete para contarlo (¡qué obsesión de siete!). Cada caballo volvería bautizado según aquellas experiencias.
Los siete llegaron puntuales el vigesimoprimer día.
No hace falta narrar las historias vividas por aquellos Siete Magníficos; el menos avezado de los lectores las imaginará una vez conocido el nombre de los nobles brutos: Soberbia, Avaricia, Lujuria, Ira, Gula, Envidia y Pereza (cierto, eran yeguas).
El resultado fue el éxodo de los habitantes del bosque en busca de diversión (¿qué tendrá el pecado?).
Lo demás es cuento. La Reina, blanca como la nieve, se quedó compuesta y sin reino acompañada de siete pequeños súbditos que no se enteraron de la fiesta.

2.- Fanfic

Partieron siete trozos de tarta
Marty sacó los pequeños cartoncillos arrugados de su bolsillo y los cortó en 8 trocitos.
George introdujo un trocillo en cada pedazo de tarta mientras Marty sumergía el octavo en el bol del Ponche.
Una vez terminada la fechoría se miraron y sonrieron sin decir palabra, ni el Sr Strickland ni nadie olvidaría el Baile del Encantamiento bajo el Mar de 1955.

3.- 00 44 01736 555 0000 Nada

- (…) Partieron siete…
En ese momento John tiene un déjà vu y consigue marcar el número justo antes de que su compañero lo impida.
- John, puto blanquito de mierda, era 939-555-2802.
- No te enteras de nada, Jesús, Julius o como te llames, estamos en el otro lado de la isla, aquí sería 636 y no hace falta marcarlo. Es 555-0001, pero no te fustigues, he vivido este momento varias veces, siempre eres tú él que lo saca.
- Llámame por mi nombre. ¿Por qué has marcado ese número sabiendo que era incorrecto?
- Porque quería darle una lección de geografía y gramática. ¿No ha dicho que él iba hacia allí? Y “cuántos” se tiene que referir por pelotas a lo que va después de los dos puntos. De todas formas, Simon lo ha hecho para reírse de nosotros y, tranquilo, lo de las jarras es mucho más fácil.

4.- Whiplash Whore

Partieron siete: 1 vocalista, 2 baterías, 1 teclista, 2 guitarras y 1 bajista. La gira comenzó en los Angeles y antes de celebrar en Las Vegas su segundo concierto, Anthony, el teclista, sufrió una sobredosis de speed. Arribados a Denver, John, el guitarra rítmica decidió que el crust punk que practicaban era demasiado para él. No volvieron a verle. En Omaha, Vincent, el bajista, tropezó y cayó del escenario. Tibia y peroné rotos. Fue su final. Desgraciadamente para la banda, Peter y Josh, segundo batería y guitarra solista, respectivamente, se dieron cuenta en Chicago que su amor era más importante que la cutre formación que había nacido hacía pocos días en California. En Cleveland se apeó Scott, batería principal, a causa de una neumonía. El pobre Donald, vocalista, compositor y solitario, arribó a New York, donde acabó cantando con una guitarra en el metro por unos pocos dólares.

Cuatro grandes relatos para empezar la semana...

Muy buenos relatos, pero... ¿qué puta MOLICIE es esta?

Eloy escribió:3.- 00 44 01736 555 0000 Nada

- (…) Partieron siete…
En ese momento John tiene un déjà vu y consigue marcar el número justo antes de que su compañero lo impida.
- John, puto blanquito de mierda, era 939-555-2802.
- No te enteras de nada, Jesús, Julius o como te llames, estamos en el otro lado de la isla, aquí sería 636 y no hace falta marcarlo. Es 555-0001, pero no te fustigues, he vivido este momento varias veces, siempre eres tú él que lo saca.
- Llámame por mi nombre. ¿Por qué has marcado ese número sabiendo que era incorrecto?
- Porque quería darle una lección de geografía y gramática. ¿No ha dicho que él iba hacia allí? Y “cuántos” se tiene que referir por pelotas a lo que va después de los dos puntos. De todas formas, Simon lo ha hecho para reírse de nosotros y, tranquilo, lo de las jarras es mucho más fácil.

Me ha costado pillarlo. Mi recuerdo de "Jungla de cristal 3" no está precisamente fresco.
Es gracioso, aunque quizás, solo quizás, un poco rebuscado.
Un detalle que se me escapa: ¿De dónde sale 2802?

Eloy escribió:1.- Y la historia devino en cuento

Partieron siete jinetes a lomos de briosos corceles sin nombre (como la canción de America). Los siete reinos conocidos eran su destino y las órdenes de la Reina del Bosque tajantes: siete días para la ida, siete de estancia, siete de vuelta y siete para contarlo (¡qué obsesión de siete!). Cada caballo volvería bautizado según aquellas experiencias.
Los siete llegaron puntuales el vigesimoprimer día.
No hace falta narrar las historias vividas por aquellos Siete Magníficos; el menos avezado de los lectores las imaginará una vez conocido el nombre de los nobles brutos: Soberbia, Avaricia, Lujuria, Ira, Gula, Envidia y Pereza (cierto, eran yeguas).
El resultado fue el éxodo de los habitantes del bosque en busca de diversión (¿qué tendrá el pecado?).
Lo demás es cuento. La Reina, blanca como la nieve, se quedó compuesta y sin reino acompañada de siete pequeños súbditos que no se enteraron de la fiesta.

Que bién jugado con los pecados al ser el primer relato.
Bravo  .

Eloy escribió:2.- Fanfic

Partieron siete trozos de tarta  
Marty sacó los pequeños cartoncillos arrugados de su bolsillo y los cortó en 8 trocitos.
George introdujo un trocillo en cada pedazo de tarta  mientras Marty sumergía el octavo en el bol del Ponche.
Una vez terminada la fechoría se miraron y sonrieron sin decir palabra, ni el Sr Strickland ni nadie olvidaría el Baile del Encantamiento bajo el Mar de 1955.

Suceso histórico?  .
Me deja con ganas de.más. Bien.

Eloy escribió:3.- 00 44 01736 555 0000 Nada

- (…) Partieron siete…
En ese momento John tiene un déjà vu y consigue marcar el número justo antes de que su compañero lo impida.
- John, puto blanquito de mierda, era 939-555-2802.
- No te enteras de nada, Jesús, Julius o como te llames, estamos en el otro lado de la isla, aquí sería 636 y no hace falta marcarlo. Es 555-0001, pero no te fustigues, he vivido este momento varias veces, siempre eres tú él que lo saca.
- Llámame por mi nombre. ¿Por qué has marcado ese número sabiendo que era incorrecto?
- Porque quería darle una lección de geografía y gramática. ¿No ha dicho que él iba hacia allí? Y “cuántos” se tiene que referir por pelotas a lo que va después de los dos puntos. De todas formas, Simon lo ha hecho para reírse de nosotros y, tranquilo, lo de las jarras es mucho más fácil.

Qué de números carajo.
Buen relato thrillerpolicial.

Eloy escribió:4.- Whiplash Whore

Partieron siete: 1 vocalista, 2 baterías, 1 teclista, 2 guitarras y 1 bajista. La gira comenzó en los Angeles y antes de celebrar en Las Vegas su segundo concierto, Anthony, el teclista, sufrió una sobredosis de speed. Arribados a Denver, John, el guitarra rítmica decidió que el crust punk que practicaban era demasiado para él. No volvieron a verle. En Omaha, Vincent, el bajista, tropezó y cayó del escenario. Tibia y peroné rotos. Fue su final. Desgraciadamente para la banda, Peter y Josh, segundo batería y guitarra solista, respectivamente, se dieron cuenta en Chicago que su amor era más importante que la cutre formación que había nacido hacía pocos días en California. En Cleveland se apeó Scott, batería principal, a causa de una neumonía. El pobre Donald, vocalista, compositor y solitario, arribó a New York, donde acabó cantando con una guitarra en el metro por unos pocos dólares.

Puff, que gran final.Muy bien escrito con tantos puntos y seguidos.
Te lamo y te chupo.

Yomis escribió:

Eloy escribió:2.- Fanfic

Partieron siete trozos de tarta  
Marty sacó los pequeños cartoncillos arrugados de su bolsillo y los cortó en 8 trocitos.
George introdujo un trocillo en cada pedazo de tarta  mientras Marty sumergía el octavo en el bol del Ponche.
Una vez terminada la fechoría se miraron y sonrieron sin decir palabra, ni el Sr Strickland ni nadie olvidaría el Baile del Encantamiento bajo el Mar de 1955.

Suceso histórico?  .

Regreso al futuro. Los McFly están sufragando de su bolsillo el viaje de fin de curso.


Back to the future y Die Hard.   Ya está, lo habéis conseguido; me he emocionado.

5.- Del Sur al Norte

Partieron siete entradas porque la hora no les íba bien. Aún quedaba Tibidabo, Monserrat y Camp Nou.
Los tres niños no lo notarían, los cuatro adultos habían decidido perder dinero para poder pasear por el centro.
Ya le comprarían un paquete de Aspitos o un helado.
La velocidad hizo el resto.
En el Norte, los del Norte, tienen una condición que en el Sur no la tenemos.
En el Sur, a los del Sur, puede que nos importe las cosas un poco menos.
Pero en el Sur sale el sol caliente, no escondido.
Os doy todo mi Sol para que conforte estos momentos.
El Sur llora por su Norte.

6.- Esforzarse, buscar, encontrar y no ceder

Partieron siete hombres hacia la bahía de las ballenas con la intención de llegar al polo sur, se trata de la expedición de Amundsen- fueron las noticias que transmitieron a Robert Falcon Scott. La carrera estaba en marcha. Durante semanas trató de abrirse paso por el páramo congelado del glacial de Ross. Hambruna, extenuación y un frío ignoto para los humanos llevaron sus cuerpos al límite. El día 17 de Enero de 1912 Robert abrió su brújula, cuya aguja en una danza alocada buscaba en vano un norte al que señalar. Pero nunca tamaña gesta, había sido tan vana. A un centenar de metros, una bandera Noruega ondeaba sobre la nieve: lo peor había sucedido. Cargados con el pesado fardo de la derrota y desmoralizados emprendieron la vuelta. El resto, es de sobra conocido: una historia sobre la audacia, la resistencia y el valor, que un borrador y sus cuerpos relataron.

Buenos días, volvemos a la civilización....que jodida frase esta semana....por la tarde investigo la ronda pasada....
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