ronda 45 del gran concurso de microrrelatos, Alquimia de fluidos inflamables, Ganador: DON

(Banderola cortesía del inefable DON)

http://animalfantasma.bandcamp.com/track/todas-las-ciudades-son-la-misma

Frase: Estamos esperando al hombre mágico

NORMAS, DUENDES Y ELFOS:

'clasificación F':

La norma N°10 la aplicaré al primer puesto.

Clasificación general:

1 La taberna de los imposibles

Estamos esperando al hombre mágico, pero tú mismo nos vales-dijeron las trillizas empiristas. El príncipe asintió, y con cara de pillo comprobó que su zapato de cristal le valía a las tres. Jonás buscaba un ballenero para enrolarse, mientras Bob Marley lamentaba haber perdido los papeles...los papeles de fumar. El hombre tranquilo sacó su frasco de anfetaminas y le ofreció un par al profesor de geometría, que se entretenía dibujando círculos en la pared con el culo de una botella. Nietzsche rezaba sus bienaventuranzas baldías entre tequila y tequila, a su lado Dostoyevski jugaba con cartas marcadas al strip-poker con Anaïs Nin. En la barra, Frank Sinatra sonreía mientras Django Reinhardt bromeaba: -“me faltan dedos para contar las copas que llevo”. Todos aplaudieron cuando Gandhi encañonó con su Máuser al tabernero que se disponía a bajar la persiana. Un viernes más, nadie quería despedirse en la taberna de los imposibles.

2 Todo es lo que parece

Estamos esperando al hombre mágico. La última vez que vino se bajó de su furgoneta, me pellizcó la mejilla y me dio una piruleta. Me gusta el hombre mágico, siempre viste de blanco y lleva un collar muy original con una redonda colgando.
Pero esta vez ha venido a casa con su amigo el hombre santo, que siempre viste de negro y lleva una pulsera muy rara acabada en cruz. Papá parecía compungido, y cuando han entrado en el dormitorio de mamá, del que lleva una semana sin salir, le he dicho a mi hermanito que me daba muy mala espina.

3 Tas pasao, Wenceslao.

Estamos esperando al hombre mágico. Que vuelva ya. Es muy urgente.
Que sí. Que la magia es muy divertida.
A todos nos encanta ver salir conejos de los sombreros. Las mujeres partidas por la mitad nos causan una repulsión fascinante (o una repulsiva fascinación). Nos maravilla la gente desapareciendo y apareciendo de repente en los lugares más inesperados. Unos sacando pañuelos cada vez que abren la boca y otros volando de un lado a otro.
Todo muy divertido, sí. Pero para un rato.
De acuerdo. No debimos reírnos de su error en su primer numerito, pero tampoco le daba derecho a hacernos esto.
Todos los días la misma historia. Todas las horas igual. Cada segundo que pasa sucede algo mágico. Esto es un suplicio.
Necesitamos que revierta está situación.

4 La escena

Estamos esperando al hombre mágico, me dijeron cuando entré en la sala. Todos estaban sentados, en silencio; sus rostros sin gesto oscilaban entre el embelesamiento y la curiosidad. Sólo habían pasado un par de horas desde que me fui y entonces charlaban, reían, jugaban, hasta yo que no soy dado al alboroto, participaba del ambiente. El bullicio era el amo cuando me marché.
Ahora sus semblantes y la sordina de la casa me habían dejado inmóvil. Allí de pie, con las botellas de vino entre los brazos y un jovial  aquí os traigo la sangre de la uva  contenido en mi boca, sentí  como mi cuerpo se estremecía mientras les contemplaba. Intenté tranquilizarme ¿quién no ha esperado ver salir al conejo blanco de una chistera negra alguna vez? no hay motivo para tanto desasosiego. Pero no pude evitarlo, giré sobre mis pies y escapé.
Tuve miedo de aquellos hombres reales.

5 tirititrán.

Estamos esperando al hombre mágico, él siempre llega con historias nuevas, nos transporta al  espacio, al oeste o a la época medieval. El año pasado le pedí que se quedara una semana con nosotros, que nos hiciera felices un par de días más y que lo llenara todo de historias hasta expulsar las penas, pero me dijo que tenía en el mundo otros amigos como yo que le necesitaban y que sus historias dejarían  de ser una sorpresa. Antes de irse me dejó uno de sus muñecos y me propuso que empezara contando sus historias a mi manera.

6 Magia eterna
Estamos esperando al hombre mágico, el compañero invisible que anima tus juegos de niño. Te has dormido en mi regazo, ¿le sueñas, quizás?. A la fantasía del juego se le une la magia del tiempo, que te ha convertido en hombre, y sigo sin poder adivinar tus sueños mientras echas una siesta tumbado en el sofá, pero sin duda, la presencia del hombre mágico sigue acompañándote.

7 Estocolmo.

Estamos esperando al hombre mágico. Durante unos minutos se abrirá la puerta y veremos un poquito de luz mas allá de las cuatro paredes de este sótano oscuro y húmedo.
 Igual nos traerá unos trozos de pan duro y una botella de agua, eso dependerá de como nos hayamos portado. Si le veo que sonríe le pediré una manta para la chica de al lado porque no deja de tiritar.
  Y si nos dirige una palabra, quizás me atreva a pedirle que lleve fuera el cadaver de la que no podía más y se ahorcó hace unos días.

8 Rey sombra

Estamos esperando al hombre mágico. En realidad es un vulgar camello, pero a Edu le gusta llamarlo así porque es el que provee del mejor material. Estoy podrido de dinero y me puedo pagar el vicio a mí y a Edu. Y todo a domicilio. Así nos libramos de tener que bajar al poblado, meternos mierda y otras historias.
El hombre mágico llega con rigurosa puntualidad. No le quita los ojos de encima a Edu.
-¿Sabes? Te doy una dosis gratis si follas conmigo.
Edu es muy guapo. El hombre mágico no se corta. Siempre insiste. Y Edu siempre declina.
-Gracias por la oferta, pero de momento no me hace falta.
El hombre mágico me mira con abierta hostilidad.
-¿Sabes? Algún día no tendrás dinero, ese día vendrás y quizás ya no me intereses…
Edu sonríe.
-Ese día… pues ya veremos.

9 Requiem

Estamos esperando al hombre mágico, pero sabemos que nunca llegará. El súcubo había arrasado con todo y sus acólitos echaron sal sobre la tierra para que nada volviera a prosperar. La campiña que una vez fue verde se había convertido en un yermo inhóspito.

El hombre mágico nos lo había advertido. Pues estaba previsto que la ciudad de las letras sería arrasada por el viento y desterrada de la memoria de los hombres en el instante en que se acabara de descifrar este pergamino, y que todo lo escrito en él era irrepetible desde siempre y para siempre porque las estirpes condenadas a cien años de soledad no tenían una segunda oportunidad sobre la tierra.

10 Poderes

Estamos esperando al hombre mágico, así es como se hace llamar papá desde que se le fue la olla por completo y empezó a hablar de sus poderes. Afirma ser capaz de ver a través de la ropa y, debe de ser cierto, dado que se la pela a la mínima ocasión en plena vía pública. También asegura que convierte el agua en vino, otra gran verdad a tenor de las giñas con las que vuelve siempre a casa. Su mejor truco, sin embargo, lo ejecutó el miércoles al atravesar una pared. A 120 kilómetros por hora, eso sí. Y aquí estamos ahora, con la cena lista, esperando a que el hombre mágico cumpla su promesa de resucitar al tercer día.

11 El hombre mágico

Estamos esperando al hombre mágico. Los instrumentos aún resoplan sobre el escenario ahora desierto. El tufo rancio de cigarrillos y cerveza derramada enturbia la atmósfera de la sala cerrada. D se ha desplomado en un rincón y duerme el sueño de los alcohólicos. La camarera friega sin demasiado entusiasmo entre sus suelas embarradas. C se ha marchado con una desconocida nueva mientras otra desconocida continúa esperándolo a doscientos kilómetros del siguiente concierto. Llueve como si estuvieran disparando sobre la acera. Pero nosotros estamos esperando al hombre mágico. Y ni siquiera sabemos qué aspecto tiene. Ahora mismo está en el almacén, negociando con el encargado mientras G cuenta el dinero de las entradas, destina una fracción irrisoria a combustible y deja el resto en un montoncito sobre la barra impregnada de ginebra. A continuación enciende un cigarrillo arrugado y me mira.
-Escribe una canción sobre todo esto.

12 Cuando pase el tsunami

Estamos esperando al hombre mágico sentados, sonriendo mientras nos miramos. El hombre mágico que nos empujará a realizar todos los sueños que durante estas últimas semanas hemos pensado hacer. Hay más gente sentada en la sala de espera, muy inquieta. Oímos sus pasos por el pasillo. No parecen los suyos. Tampoco viene de blanco abriendo una carpeta con informes esta vez. Hoy viene de negro, con un ritmo muy pesado.
Y porta una guadaña.


13 Espacio de crítica
Estamos esperando al hombre mágico (2016)
Algún ejecutivo de Hollywood de cerebro espongiforme tuvo la brillante ocurrencia de que Jessica Moron, que tuvo la menopausia cuando el rodaje de Ben-Hur, y Sarah Fellin, introducida en el mundillo de la mano de los hermanos Lumière, interpretaran a unas treintañeras en busca del hombre ideal. Como el argumento no tenía suficientes tópicos, manadas de maromos de cuerpo renacentista se muestran ante ellas como reses ante el señor Burns (si no han visto ese capítulo, háganlo y dejen este bodrio). El hombre mágico no aparece, o quizás al final si uno es capaz de llegar a él, ya me contaran.
Aunque está aprobada para todos los públicos, el maquillaje usado para tapar décadas de abusos puede asustar al espectador, Drácula de Bram Stoker llevaba menos.
Lo mejor – pegarse una siesta y no perder hilo
Lo peor – el título
Recomiéndasela a – tu peor enemigo

14 Telón
Estamos esperando al hombre mágico. Tiene que salir ya y no aparece. Se oyen murmullos de impaciencia y algún tímido silbido. Alguien dice que podemos ir a buscarle a su camerino. Pasamos por detrás del vetusto escenario, atravesando pasillos mugrientos llenos de arretrancos. Un reguero de algo que parecía sangre me erizó el vello de la nuca. Tuvimos que empujar fuerte para abrir la puerta. Entraba un rayo de sol por el ventanuco, se veía el polvo en suspensión y una paloma blanca con las alas recortadas revoloteaba por la habitación. El payaso señaló la ropa apilada en el suelo y los dos nos miramos estupefactos. Luego sonreímos a la vez. Por fin le había salido el truco de la desaparición. La adivina dijo que saldría a anunciar que la función ya había acabado y que ella misma bajaría el telón.

15 Salven nuestras almas

Estamos esperando al hombre mágico. Hace ya meses que acabaron las provisiones y la carne ahumada es como el caucho, difícil de tragar. Henry duerme ahora agotado en su jergón. Enviamos mensajes al continente, pero o no los reciben, o los ignoran, o no queda nadie que los quiera escuchar; puntos, rayas y espacios pulsados hasta la extenuación, y de nuevo el silencio. Henry telegrafía incluso en sueños, pero desconozco a quién o dónde dirige sus mensajes cuando sueña, la expresión de su cara al despertar no es agradable, prefiere callar. Esperamos en esta vieja cabaña grasienta, unidos al continente por miles de kilómetros de cable acorazado y mudo. La ventisca azota las sepulturas de la expedición, limpio el vaho del cristal, bajo la mirada y escucho el sonido del auricular, un zumbido eléctrico y monótono, acaso es la nada, o la voz de Dios, y todo vuelve a empezar.

16 Luto Bipolar

Estamos esperando al hombre mágico del espejo que solucione nuestros problemas. Medio año sin salir de casa rodeados de poemas, botellas y colillas no han arreglado nada. Esta noche nos volvemos a encontrar los tres.

Quiero afeitarme, la primera ducha en semanas; tú deseas un baño, agua templada, dulce cuchilla sin espuma.

Él observará desde el espejo y como ya pasó con ella, tomará una decisión.

17 El cuchillo y el abuelo:

“Estamos esperando al hombre mágico. La emperatriz está gravemente enferma y él es el único que puede curarla”. Este pensamiento dominaba el ambiente en el gran salón del trono cuando apareció y se hizo el silencio mientras le hablo al reino:

-Los humanos parece incapaz de salvar de nuevo a la emperatriz. Y nadie ha sido capaz darle un nuevo nombre pero no desesperéis. La imaginación parece haberles abandonado pero solo hay que conseguir encender la chispa de nuevo.

Con estás enigmáticas palabras se retiró. Y meses después la emperatriz tenía un nuevo nombre y el reino se había salvado. Y todo lo consiguió con una frase mágica con la que consiguió de nuevo despertar la imaginación en los seres humanos: “Estaban todos reunidos en la mesa cuando se dieron cuenta de que faltaba el abuelo. Y un cuchillo”.

18 Nuestra Magia

Estamos esperando al hombre mágico del que tanto me había hablado. "Podemos probar", había sugerido. Yo dije "Sí" y ahora ella camina por el apartamento descalza y coqueta, colocando a su paso los pequeños detalles decorativos que cree que hacen especial nuestro hogar, mientras yo me miro en el espejo; reordeno mis rizos negros y ensayo una sonrisa pícara que disimule mi nerviosismo.

El hombre mágico se ha vestido. Ya se ha ido. Poco antes, un dedo, uno solo entre muchos, ha recorrido mi cuerpo, luego el de ella y parece que nos ha dejado cosidos. Labios sellados, ese silencio es nuestro beso, y pupilas negras... ¿Esta oscuridad es nuestra magia?.


19 (Hombre con sombrero que saluda)


Estamos esperando al hombre mágico. No sabíamos que podríamos añorarlo tanto sin conocerlo apenas. Solo sabemos que viene al mesón cada martes desde hace meses, algunos días con una bolsa de deporte que huele a piscina. Sabemos que coloca siempre su sombrero negro en el taburete contiguo, en una zona sombría de la barra. Sabemos que siempre pide un bourbon y que escribe durante largo rato, por momentos sin tocar la pluma, absorto mirando el vaso. Sabemos que siempre deja propina y siempre, siempre, un relato distinto escrito con letra ágil y torcida en una servilleta bajo las monedas.

Nos turnamos con una inusual cortesía laboral para disfrutarlo en el callejón de atrás. Un quinteto de yonquis educados que en ausencia del camello, del escritor, es incapaz de ponerse de acuerdo ni sobre su apariencia, tal es el halo de misterio.

Lleva una semana sin venir. ¿Qué vamos a hacer?

20 Nada
Estamos esperando al hombre mágico, pero en realidad no hay nada, sólo tierra o ceniza. Tú eliges.

21Al caer la tarde

Estamos esperando al hombre mágico. Ayer nos dejó, a Ralph y a mi, agarrados a un arbusto al borde de un arrecife, a punto de despeñarnos. No sé si aguantaremos mucho más. Ralph me dice que no debo preocuparme, que al caer el sol vendrá.
¿Acaso no vino hace dos días, para sacarnos de aquel calabozo y embarcarnos como polizones rumbo a Cardiff? ¿Y no vino también hace una semana, para obligarme a que me despidiera de mi mujer y mis hijos y me enrolara en la milicia?
Cierto, siempre viene. Desde que nos engendró en su cabeza y nos alumbró en un parto de tinta y pergamino, el hombre mágico siempre viene. Cada tarde, con el crepúsculo, Ralph y yo –y muchos otros- seguimos avanzando en un torbellino de aventuras que caen de su mano sobre la blanca superficie de nuestras vidas

22 Gruta

Estamos esperando al hombre mágico en un piso de la Calle Cuchillo, justo encima de la Pentecostal. Hemos traído la gallina, media docena de huevos frescos, el cuchillo de plata de la abuela y un disco de Trébol Clan. Nos dijo que con eso y 500 euros podríamos hablar con el tío Federico (aquél que compró una foto de un fantasma en 1987 y llevaba una campana como bocina de su Mercedes.)
Juan, mi marido, se hartó de esperar y entró por una puerta dispuesto a preguntar y, seguramente, acordarse de los antepasados de alguien.
Un estruendo de uralita y un golpe seco precedieron al grito.
Y miles de gallinas cacarearon como respuesta.
El santero, subiéndose los pantalones, apareció frente a mí.
- ¿Que pingas sucede?
Encendió la luz de un enorme almacén. En el suelo del piso inferior, Juan yacía sobre un cuerpo inerte.

23 Fe
Estamos esperando al hombre mágico, a ver si puede curar la enfermedad de nuestra hija. Soñamos con que pueda conseguir todo lo que no pudieron la medicina moderna ni todas las oraciones imaginables…

El hombre mágico tumba a la niña, la cierra los ojos, impone sus manos en la frente, la abre la barbilla con cuidado e inhala un vapor gris lleno de una especie de partículas metalizadas… Cada vez aspira más fuerte, cada vez el gris se torna más oscuro. Sara tiene el hálito justo, la abofetea casi sin fuerzas… Bomani se echa a un lado, vomita en una palangana un líquido espeso como el petróleo, cae al suelo entre una sinfonía de estertores.

La niña abre los ojos y corre a abrazarnos… “¡Estoy mucho mejor!” proclama entre un ligero llanto.
Bomani no puede decir lo mismo.  

24 El despertar del hada

“Estamos esperando al hombre mágico en un mundo humano” – leyó Teresa en la columna dominical de opinión, mientras saboreaba el café colombiano que había traído de su último viaje.
¡Qué curioso! -pensó- estamos esperando a que una fuerza amiga arregle las cosas por arte de magia; magia e ilusión que, por otra parte, contradice a la realidad del ser humano. Aunque ¿qué hay de malo en dar un toque de distinción a nuestra visión rutinaria?
Descartó que se tratara de un artículo rosa en busca del hombre ideal a la vez que sonreía pensando en cuánto daño había hecho “Pretty Woman”.
Volvió a meditar en el titular. No era partidaria de los conflictos filosóficos eternos, pero no podía obviar su niña interior, tan ilusionista y soñadora.
Respiró hondo y volvió a saborear su café. Se vistió para la ocasión y se dispuso a iniciar su más ansiado proyecto.

25 Reflexión tardía

Estamos esperando al hombre mágico. Lo hacemos porque hemos madurado. Años atrás – no tantos – nos bastaba con montar al dragón. Mágico también. ¡Maldito paso de los años! ¡Asquerosa línea vital! ¿Es preferible la responsabilidad a la aventura? ¿Reunir valor para no hacer nada o dejarse llevar por el instinto?

Pasarán las décadas y seremos más sabios. Miraremos atrás y comprenderemos los porqués. Entonces, será demasiado tarde. Habremos vendido lo más preciado y ya no lo podremos recuperar.

Nuestras huellas desaparecerán con el tiempo y aunque nos empeñemos en esculpir nuestro desatino, alguien se encargará de borrar las pruebas.

Así pasan las generaciones; error costumbrista que sólo unos pocos consiguen sortear; aquellos una vez llamados necios; los más sabios.

26 El atardecer
Estamos esperando al hombre mágico, como cada atardecer. A veces aparece, otras muchas no. Aún así le seguimos esperando. Sale del mar y el tiempo se detiene. El sol nos ciega, el calor nos debilita y las ansias nos nublan el juicio. El cerebro funciona en otra dimensión, a otro ritmo. Los párpados luchan por no perecer contra la brisa marina, contra las caricias de la arena.
Ya estoy sola. Y el hombre mágico aparece. Me mira y se dirige hacia mí. Cierro los ojos y me olvido del mundo.

27 Yo creo.

Estamos esperando al hombre mágico. Hace tiempo que crecimos y dejamos de creer en cuentos de princesas y superhéroes, pero… seguimos creyendo en hombres mágicos. Menuda panda de imbéciles. Pues nada, creamos que alguien vendrá a reconducir nuestros errores, a mitigar nuestras penas, a darnos un beso en la frente al tiempo que nos suelta eso de “tranquilo, todo irá bien”. ¿Un político? ¿Un Dios? ¿Un príncipe azul? ¿A quién coño esperáis? Tengamos fe. Menuda estupidez.

Niños que fuimos, parapetados en cuerpos de adultos que siguen temiendo al coco, al lobo, al hombre del saco... que ahora tienen forma de bancos, de políticos, de ideologías… Está bien, vale, me habéis convencido. Esperemos la magia. Yo creo. Al fin y al cabo… Hay personas que son hadas, o príncipes, princesas, reyes magos y superhéroes.

28 Obsolescencia tatuada.

Estamos esperando al hombre mágico desde que nos entregaron a los señores. Su nombre y la fecha de rescate están tatuados en nuestros antebrazos. Un día leí en una revista de mi señora que un hombre mágico tiene cinco características: inteligente, con sentido del humor, leal, cariñoso y atractivo. Yo siempre pienso que aparecerá en un caballo blanco, como en los dibujos que ve la pequeña déspota. Tacho día a día en el calendario, cuando venga comeremos un helado.

29 De mágico nada.

Estamos esperando al hombre mágico, pero no aparece.

m

podria ser peor...

metalbert escribió:podria ser peor...

Sin duda...

m

Estamos esperando al hombre mágico a que nos traiga el rallador de queso.

Stoneheart escribió:Estamos esperando al hombre mágico a que nos traiga el rallador de queso.

Ultimamente participo una o dos rondas de cada cinco. Esta me tengo que obligar, a ver si le puedo sacar punta a la frase.

Felicidades Eme, quien lo diría. Te tenia por un underground serio, pero bueno, nadie es perfecto.

Mushoblues escribió:Ultimamente participo una o dos rondas de cada cinco. Esta me tengo que obligar, a ver si le puedo sacar punta a la frase.

Felicidades Eme, quien lo diría. Te tenia por un underground serio, pero bueno, nadie es perfecto.

Se ha vendido al capital...

metalbert escribió:podria ser peor...

Pero poco  .......

Fuck yeah

...el nos dará la poción.


Tiene más posibilidades de las que parece, la frase. Mola.

A ver qué sale...

: Estamos esperando al hombre mágico a ver si pone los votos en el formulario de los huevos.

Eloy escribió:...el nos dará la poción.

.

o el cuchillo

DON se supera con la banderola semana a semana

Preveo relatos de espejos, brujas, putas y suegras.

Fenderman escribió:

Mushoblues escribió:Ultimamente participo una o dos rondas de cada cinco. Esta me tengo que obligar, a ver si le puedo sacar punta a la frase.

Felicidades Eme, quien lo diría. Te tenia por un underground serio, pero bueno, nadie es perfecto.

Se ha vendido al capital...

La culpa no es mía....soy una víctima de la moda
m

Fenderman escribió:Preveo relatos de espejos, brujas, putas y suegras.

Estamos esperando al hombre mágico del espejo, donde tu suegra se refleja como una bruja que te las hace pasar putas.

apuntado!

Lo del hombre mágico me recuerda a:

mugu escribió:

Fenderman escribió:Preveo relatos de espejos, brujas, putas y suegras.

Estamos esperando al hombre mágico del espejo, donde tu suegra se refleja como una bruja que te las hace pasar putas.

Y ahora me pregunto yo qué cojones tendrá de mágico ese espejo cuando lo único que hace es devolverte la cruda realidad

mugu escribió:

mugu escribió:

Fenderman escribió:Preveo relatos de espejos, brujas, putas y suegras.

Estamos esperando al hombre mágico del espejo, donde tu suegra se refleja como una bruja que te las hace pasar putas.

Y ahora me pregunto yo qué cojones tendrá de mágico ese espejo cuando lo único que hace es devolverte la cruda realidad

el hombre mágico... el hombre mágico... si lo se no te vendigo

Stoner escribió:el hombre mágico... el hombre mágico... si lo se no te vendigo

Eres un hombre mágico y bendice es, qué más quieres?
m

Vuelvo a escribir

El hombre mágico, eh?

Será una ronda divertida.

A mí no se me ocurren más que chorradas. Igual toca descansar.

Rhonda escribió:Lo del hombre mágico me recuerda a:

Gran idea, desarrolen.
Espero por lo menos un hombre mágico como el.de la canción....
m

atabal escribió:A mí no se me ocurren más que chorradas. Igual toca descansar.

Descanse si lo necesitan, pero las risas son siempre bien recibidas....
He recibido unos cuantos seres magicos estupendos.....sigan....sigan....
m

Es chunga la frase. Lo que más me cuesta es que sea en presente, más que el hombre mágico.

A ver si sale algo.

En cuanto se me pase la borrachera me pongo a pensar...

Mushoblues escribió:Es chunga la frase. Lo que más me cuesta es que sea en presente, más que el hombre mágico.

A ver si sale algo.

Todo un reto el presente, dándole a la perola, creo que algo se puede sacar, a ver...

Sugar Bug escribió:En cuanto se me pase la borrachera me pongo a pensar...

No esperes a que se te pase. Aprovecha la inspiración etílica.

Ya tengo 5 mágicos, estoy por cerrar la recepción y pasar a las vocaciones....
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1 La taberna de los imposibles

Estamos esperando al hombre mágico, pero tú mismo nos vales-dijeron las trillizas empiristas. El príncipe asintió, y con cara de pillo comprobó que su zapato de cristal le valía a las tres. Jonás buscaba un ballenero para enrolarse, mientras Bob Marley lamentaba haber perdido los papeles...los papeles de fumar. El hombre tranquilo sacó su frasco de anfetaminas y le ofreció un par al profesor de geometría, que se entretenía dibujando círculos en la pared con el culo de una botella. Nietzsche rezaba sus bienaventuranzas baldías entre tequila y tequila, a su lado Dostoyevski jugaba con cartas marcadas al strip-poker con Anaïs Nin. En la barra, Frank Sinatra sonreía mientras Django Reinhardt bromeaba: -“me faltan dedos para contar las copas que llevo”. Todos aplaudieron cuando Gandhi encañonó con su Máuser al tabernero que se disponía a bajar la persiana. Un viernes más, nadie quería despedirse en la taberna de los imposibles.

2 Todo es lo que parece

Estamos esperando al hombre mágico. La última vez que vino se bajó de su furgoneta, me pellizcó la mejilla y me dio una piruleta. Me gusta el hombre mágico, siempre viste de blanco y lleva un collar muy original con una redonda colgando.
Pero esta vez ha venido a casa con su amigo el hombre santo, que siempre viste de negro y lleva una pulsera muy rara acabada en cruz. Papá parecía compungido, y cuando han entrado en el dormitorio de mamá, del que lleva una semana sin salir, le he dicho a mi hermanito que me daba muy mala espina.

3 Tas pasao, Wenceslao.

Estamos esperando al hombre mágico. Que vuelva ya. Es muy urgente.
Que sí. Que la magia es muy divertida.
A todos nos encanta ver salir conejos de los sombreros. Las mujeres partidas por la mitad nos causan una repulsión fascinante (o una repulsiva fascinación). Nos maravilla la gente desapareciendo y apareciendo de repente en los lugares más inesperados. Unos sacando pañuelos cada vez que abren la boca y otros volando de un lado a otro.
Todo muy divertido, sí. Pero para un rato.
De acuerdo. No debimos reírnos de su error en su primer numerito, pero tampoco le daba derecho a hacernos esto.
Todos los días la misma historia. Todas las horas igual. Cada segundo que pasa sucede algo mágico. Esto es un suplicio.
Necesitamos que revierta está situación.

M, el primero sería mejor ajustarlo a la frase, ¿no crees? El relato no cambia y si empezamos a cambiar el verbo, pues lío.
Amos, digo yo  

mugu escribió:M, el primero sería mejor ajustarlo a la frase, ¿no crees? El relato no cambia y si empezamos a cambiar el verbo, pues lío.
Amos, digo yo  

Problema mio, de mi dedogordismo, del puto corrector y de no mirar antes de públicar....gracias mugu y disculpas al autor...echo de menos mi ordenador.....
m

5 tirititrán.

Estamos esperando al hombre mágico, él siempre llega con historias nuevas, nos transporta al  espacio, al oeste o a la época medieval. El año pasado le pedí que se quedara una semana con nosotros, que nos hiciera felices un par de días más y que lo llenara todo de historias hasta expulsar las penas, pero me dijo que tenía en el mundo otros amigos como yo que le necesitaban y que sus historias dejarían  de ser una sorpresa. Antes de irse me dejó uno de sus muñecos y me propuso que empezara contando sus historias a mi manera.

6 Magia eterna
Estamos esperando al hombre mágico, el compañero invisible que anima tus juegos de niño. Te has dormido en mi regazo, ¿le sueñas, quizás?. A la fantasía del juego se le une la magia del tiempo, que te ha convertido en hombre, y sigo sin poder adivinar tus sueños mientras echas una siesta tumbado en el sofá, pero sin duda, la presencia del hombre mágico sigue acompañándote.

La paternidad me reclama.... Pero les dejo mágica lectura.
m

Tengo alguno más buenísimo como estos que os he dejado, pero para mañana....va a ser difícil puntuar, los quiero como a hijos....hijos mágicos
m

Hagamos un poco de ruido...esta ronda trataré en la medida de lo posible (ya que me voy a la playa) comentar todos los relatos...

m señor escribió:1 La taberna de los imposibles

Estamos esperando al hombre mágico, pero tú mismo nos vales-dijeron las trillizas empiristas. El príncipe asintió, y con cara de pillo comprobó que su zapato de cristal le valía a las tres. Jonás buscaba un ballenero para enrolarse, mientras Bob Marley lamentaba haber perdido los papeles...los papeles de fumar. El hombre tranquilo sacó su frasco de anfetaminas y le ofreció un par al profesor de geometría, que se entretenía dibujando círculos en la pared con el culo de una botella. Nietzsche rezaba sus bienaventuranzas baldías entre tequila y tequila, a su lado Dostoyevski jugaba con cartas marcadas al strip-poker con Anaïs Nin. En la barra, Frank Sinatra sonreía mientras Django Reinhardt bromeaba: -“me faltan dedos para contar las copas que llevo”. Todos aplaudieron cuando Gandhi encañonó con su Máuser al tabernero que se disponía a bajar la persiana. Un viernes más, nadie quería despedirse en la taberna de los imposibles.

He aquí un Dylanita...sucesión de personajes haciendo cosas contradictorias. No tiene que ser mal sitio esa taberna

m señor escribió:2 Todo es lo que parece

Estamos esperando al hombre mágico. La última vez que vino se bajó de su furgoneta, me pellizcó la mejilla y me dio una piruleta. Me gusta el hombre mágico, siempre viste de blanco y lleva un collar muy original con una redonda colgando.
Pero esta vez ha venido a casa con su amigo el hombre santo, que siempre viste de negro y lleva una pulsera muy rara acabada en cruz. Papá parecía compungido, y cuando han entrado en el dormitorio de mamá, del que lleva una semana sin salir, le he dicho a mi hermanito que me daba muy mala espina.

Mal asunto, Mamá parece que se va de vuelta a las galaxias...

m señor escribió:3 Tas pasao, Wenceslao.

Estamos esperando al hombre mágico. Que vuelva ya. Es muy urgente.
Que sí. Que la magia es muy divertida.
A todos nos encanta ver salir conejos de los sombreros. Las mujeres partidas por la mitad nos causan una repulsión fascinante (o una repulsiva fascinación). Nos maravilla la gente desapareciendo y apareciendo de repente en los lugares más inesperados. Unos sacando pañuelos cada vez que abren la boca y otros volando de un lado a otro.
Todo muy divertido, sí. Pero para un rato.
De acuerdo. No debimos reírnos de su error en su primer numerito, pero tampoco le daba derecho a hacernos esto.
Todos los días la misma historia. Todas las horas igual. Cada segundo que pasa sucede algo mágico. Esto es un suplicio.
Necesitamos que revierta está situación.

Menudo empacho de Magia. En el pueblo que trabajo suelen decir:-"Tanto jode lo mucho como lo poco". Leería este relato con "Mierda de mago" de Josele Santiago sonando de fondo...

m señor escribió:5 tirititrán.

Estamos esperando al hombre mágico, él siempre llega con historias nuevas, nos transporta al  espacio, al oeste o a la época medieval. El año pasado le pedí que se quedara una semana con nosotros, que nos hiciera felices un par de días más y que lo llenara todo de historias hasta expulsar las penas, pero me dijo que tenía en el mundo otros amigos como yo que le necesitaban y que sus historias dejarían  de ser una sorpresa. Antes de irse me dejó uno de sus muñecos y me propuso que empezara contando sus historias a mi manera.

¿Tirititeros? tienen cierto romanticismo estos relatos sobre cosas chulas que han caído en desuso

m señor escribió:6 Magia eterna
Estamos esperando al hombre mágico, el compañero invisible que anima tus juegos de niño. Te has dormido en mi regazo, ¿le sueñas, quizás?. A la fantasía del juego se le une la magia del tiempo, que te ha convertido en hombre, y sigo sin poder adivinar tus sueños mientras echas una siesta tumbado en el sofá, pero sin duda, la presencia del hombre mágico sigue acompañándote.

Un buen relato preciosista, no hay que dejar nunca que "el hombre mágico" nos abandone...

Falta el relato número 4 M...si fueras de Texas y faltara el 13 lo entendería!

4 La escena

Estamos esperando al hombre mágico, me dijeron cuando entré en la sala. Todos estaban sentados, en silencio; sus rostros sin gesto oscilaban entre el embelesamiento y la curiosidad. Sólo habían pasado un par de horas desde que me fui y entonces charlaban, reían, jugaban, hasta yo que no soy dado al alboroto, participaba del ambiente. El bullicio era el amo cuando me marché.
Ahora sus semblantes y la sordina de la casa me habían dejado inmóvil. Allí de pie, con las botellas de vino entre los brazos y un jovial aquí os traigo la sangre de la uva contenido en mi boca, sentí como mi cuerpo se estremecía mientras les contemplaba. Intenté tranquilizarme ¿quién no ha esperado ver salir al conejo blanco de una chistera negra alguna vez? no hay motivo para tanto desasosiego. Pero no pude evitarlo, giré sobre mis pies y escapé.
Tuve miedo de aquellos hombres reales.

Criminal pentatónico escribió:Falta el relato número 4 M...si fueras de Texas y faltara el 13 lo entendería!

Gracias crimi.
Son héroes los que administran desde el móvil....
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