Florence + The Machine: Dance Fever (2022) - Nuevo DISCARRAL

Black Eye escribió:

rocket69 escribió:La crítica tiene un razonamiento muy claro que justifica esa nota, se comparta o no. Nota que, por otra parte, es buena. Es un buen disco.

Un seis y pico se me queda bajo. Es un disco de notable (bajo o alto según gustos), pero con 4/5 temas de sobresaliente.
Tal vez es que este valorando a la vez a la artista y a su obra, pero no se me ocurre ahora mismo ninguna cantante a ese nivel....y ya que estoy hablando, la banda (los que están ahí haciendo rock, no las cuerdas, los metales y los coros) se me queda pequeña y flojita. Tiene que llevar mejores músicos (los mejores), como hace Miley Cyrus.

Boohan escribió:

rocket69 escribió:

Black Eye escribió:

rocket69 escribió:

Black Eye escribió:

rocket69 escribió:La crítica tiene un razonamiento muy claro que justifica esa nota, se comparta o no. Nota que, por otra parte, es buena. Es un buen disco.

Un seis y pico se me queda bajo. Es un disco de notable (bajo o alto según gustos), pero con 4/5 temas de sobresaliente.

Una de las características de las notas del blog es que tienden a ser rácanas. Pese a todo a "Lungs" le hubiese puesto un nueve con décimas. O un ocho alto.

Bueno, en eso puedo estar de acuerdo. Discos de 10 tiene que haber muy pocos (yo diría que al año, uno o ninguno), y yo tampoco soy muy de inflar las notas. Con que quede por encima del de GHOST me vale ....aunque ya leo que no lo tienes claro.

Solo he escuchado el disco de Ghost una vez. No puedo pronunciarme.

Sí que puedes. Incluso sin haberlo escuchado puedes.

Boohan escribió:

rocket69 escribió:

Black Eye escribió:

rocket69 escribió:

Black Eye escribió:

rocket69 escribió:La crítica tiene un razonamiento muy claro que justifica esa nota, se comparta o no. Nota que, por otra parte, es buena. Es un buen disco.

Un seis y pico se me queda bajo. Es un disco de notable (bajo o alto según gustos), pero con 4/5 temas de sobresaliente.

Una de las características de las notas del blog es que tienden a ser rácanas. Pese a todo a "Lungs" le hubiese puesto un nueve con décimas. O un ocho alto.

Bueno, en eso puedo estar de acuerdo. Discos de 10 tiene que haber muy pocos (yo diría que al año, uno o ninguno), y yo tampoco soy muy de inflar las notas. Con que quede por encima del de GHOST me vale ....aunque ya leo que no lo tienes claro.

Solo he escuchado el disco de Ghost una vez. No puedo pronunciarme.

Sí que puedes. Incluso sin haberlo escuchado puedes.

Geme escribió:Al final la veo el viernes 25 (cambio de tickets con unos amigos que ese día no podían ir). 

ganazas

Black Eye escribió:

Geme escribió:Al final la veo el viernes 25 (cambio de tickets con unos amigos que ese día no podían ir). 

ganazas

No te queda na....Encima creo que el sitio de Londres es muy chulo.

Boohan escribió:

Black Eye escribió:

Geme escribió:Al final la veo el viernes 25 (cambio de tickets con unos amigos que ese día no podían ir). 

ganazas

No te queda na....Encima creo que el sitio de Londres es muy chulo.

Chulo es poco, camarada. Siempre he querido ir a un concierto en el Alexandra Palace

Carabirubi escribió:

Boohan escribió:

Black Eye escribió:

Geme escribió:Al final la veo el viernes 25 (cambio de tickets con unos amigos que ese día no podían ir). 

ganazas

No te queda na....Encima creo que el sitio de Londres es muy chulo.

Chulo es poco, camarada. Siempre he querido ir a un concierto en el Alexandra Palace

Lo malo es que queda en el quinto coño, metro y después bus hasta allí, un poco rollo

Geme escribió:

Carabirubi escribió:

Boohan escribió:

Black Eye escribió:

Geme escribió:Al final la veo el viernes 25 (cambio de tickets con unos amigos que ese día no podían ir). 

ganazas

No te queda na....Encima creo que el sitio de Londres es muy chulo.

Chulo es poco, camarada. Siempre he querido ir a un concierto en el Alexandra Palace

Lo malo es que queda en el quinto coño, metro y después bus hasta allí, un poco rollo

Se tira de uber y solucionado.

La verdad es que tiene pintaza el sitio.

Kupak escribió:He llamado a la puerta de este disco un par de veces, me ha abierto una chica que dice que vive sola. Me ha invitado a pasar y hemos tomado un refresco. Nos hemos despedido sin tocarnos.

Geme escribió:Es una diosa. Conciertazo, ya entraré en detalles.

Geme escribió:El Alexander Palace es un sitio ideal para ver según qué conciertos. Esta ubicado en un entorno casi de cuento, rodeado de un vasto jardín coronado con unas vistas fantásticas de todo Londres. Lástima que se encuentre donde Cristo pegó las tres voces. Aun así, cuando enfilas la cuesta hacía el palacete donde se celebra el concierto ya eres consciente de que el lutgar tiene algo especial. Jugando con esa situación alejada, allí te encuentras con un minifestival. En los aledaños de la sala empiezas a ver los primeros puestos de comida y bebida y, una vez que chequeas el ticket y ya estás dentro del Alexander Palace entras en una especie de feria gastronómica: más de una decena de todo tipo de comida basura y bebidas dónde poder amenizar la espera de casi hora y media entre la apertura de puertas y el inicio de los teloneros. Con las ganas y la euforia de ver a Florence & The Machine, hasta esa misma tarde no me había por mirar qué grupo iba a tener el honor de dar el pistoletazo de salida a la noche. La sorpresa fue agradable: The Staves. Conocí al grupo gracias a Rocket y aunque el disco me parece un pelín repetitivo (creo que por la voz de una de las chicas) me apetecía verlas. En apenas 40 minutos dieron un buen ejercicio de folk efectivo y efectista. Con momentos de juegos vocales muy bien elaborados (incluido un inicio a capella, con dos cojones) que, poco a poco, fueron calando en un público un poco disperso al principio. Un buen aperitivo para el plato fuerte del día.

Después de una espera de casi 45 minutos desde el final de The Staves, por fin se apagan las luces del Alexander Palace y y empiezan a desfilar por el escenario los 11 músicos y coristas que acompañan a Florence en un escenario que, gracias su distribución y luces se asemeja a un escenario de un club recién sacado de los años 20. Con un público completamente entregado, muy joven en su mayoría, arranca el concierto con What the Water Gave Me. El delirio. Y, joder, suena épico. A pesar de ser 12 personas en el escenario, la presencia de Florence es la que lo acapara todo. Es algo más que una simple cantante. Ship to Wreck y Shake It Out continúan llevando al público a una especie de nirvana. Y no es para menos: estamos siendo testigos de un recital que va más allá de lo musical pero donde lo que importa es la música. Bird Song Intro, Rabbit Heart y Third Eye bajan el nivel de excitación colectiva, pero es algo completamente momentáneo y anecdótico. Deliah y un sensacional interpretación de You've Got the Love son el preámbulo perfecto para uno de los momentos de la noche: How Big, How Blue, How Beautiful, donde los vientos toman el papel protagonista (si es que algo puede tomar ese papel estando Florence sobre el escenario). Quizá con Cosmic Love y Long & Lost llegó el momento más bajo de la noche pero, de nuevo, fue solo un espejismo que se disipó con otra de las grandes interpretaciones de la noche:  Mother. Sonó con fuerza, potencia y un con un ejercicio vocal fuera de lo común. Con Queens of Peace, Spectrum y una desbocada Dog Days Are Over se ponía el punto y seguido al concierto. Después del típico, y cada vez más absurdo, parón, Florence vuelve al escenario y suena la mejor canción del año:  What kind of man. Y como broche Drumming Song.

Después se encienden las luces y vuelves a la realidad. En ese momento eres consciente de haber tenido la suerte de ver a esta artista y en este momento, defendiendo  la barbaridad de disco que ha publicado y viéndola hacerse la dueña de un escenario como pocos artistas podrían hacerlo hoy en día. Y enfilas el camino al metro sin importarte las casi dos horas que quedan para que llegues a casa porque acabas de ver algo que difícilmente se te va olvidar.

Geme escribió:El Alexander Palace es un sitio ideal para ver según qué conciertos. Esta ubicado en un entorno casi de cuento, rodeado de un vasto jardín coronado con unas vistas fantásticas de todo Londres. Lástima que se encuentre donde Cristo pegó las tres voces. Aun así, cuando enfilas la cuesta hacía el palacete donde se celebra el concierto ya eres consciente de que el lutgar tiene algo especial. Jugando con esa situación alejada, allí te encuentras con un minifestival. En los aledaños de la sala empiezas a ver los primeros puestos de comida y bebida y, una vez que chequeas el ticket y ya estás dentro del Alexander Palace entras en una especie de feria gastronómica: más de una decena de todo tipo de comida basura y bebidas dónde poder amenizar la espera de casi hora y media entre la apertura de puertas y el inicio de los teloneros. Con las ganas y la euforia de ver a Florence & The Machine, hasta esa misma tarde no me había por mirar qué grupo iba a tener el honor de dar el pistoletazo de salida a la noche. La sorpresa fue agradable: The Staves. Conocí al grupo gracias a Rocket y aunque el disco me parece un pelín repetitivo (creo que por la voz de una de las chicas) me apetecía verlas. En apenas 40 minutos dieron un buen ejercicio de folk efectivo y efectista. Con momentos de juegos vocales muy bien elaborados (incluido un inicio a capella, con dos cojones) que, poco a poco, fueron calando en un público un poco disperso al principio. Un buen aperitivo para el plato fuerte del día.

Después de una espera de casi 45 minutos desde el final de The Staves, por fin se apagan las luces del Alexander Palace y y empiezan a desfilar por el escenario los 11 músicos y coristas que acompañan a Florence en un escenario que, gracias su distribución y luces se asemeja a un escenario de un club recién sacado de los años 20. Con un público completamente entregado, muy joven en su mayoría, arranca el concierto con What the Water Gave Me. El delirio. Y, joder, suena épico. A pesar de ser 12 personas en el escenario, la presencia de Florence es la que lo acapara todo. Es algo más que una simple cantante. Ship to Wreck y Shake It Out continúan llevando al público a una especie de nirvana. Y no es para menos: estamos siendo testigos de un recital que va más allá de lo musical pero donde lo que importa es la música. Bird Song Intro, Rabbit Heart y Third Eye bajan el nivel de excitación colectiva, pero es algo completamente momentáneo y anecdótico. Deliah y un sensacional interpretación de You've Got the Love son el preámbulo perfecto para uno de los momentos de la noche: How Big, How Blue, How Beautiful, donde los vientos toman el papel protagonista (si es que algo puede tomar ese papel estando Florence sobre el escenario). Quizá con Cosmic Love y Long & Lost llegó el momento más bajo de la noche pero, de nuevo, fue solo un espejismo que se disipó con otra de las grandes interpretaciones de la noche:  Mother. Sonó con fuerza, potencia y un con un ejercicio vocal fuera de lo común. Con Queens of Peace, Spectrum y una desbocada Dog Days Are Over se ponía el punto y seguido al concierto. Después del típico, y cada vez más absurdo, parón, Florence vuelve al escenario y suena la mejor canción del año:  What kind of man. Y como broche Drumming Song.

Después se encienden las luces y vuelves a la realidad. En ese momento eres consciente de haber tenido la suerte de ver a esta artista y en este momento, defendiendo  la barbaridad de disco que ha publicado y viéndola hacerse la dueña de un escenario como pocos artistas podrían hacerlo hoy en día. Y enfilas el camino al metro sin importarte las casi dos horas que quedan para que llegues a casa porque acabas de ver algo que difícilmente se te va olvidar.

Black Eye escribió:

Geme escribió:El Alexander Palace es un sitio ideal para ver según qué conciertos. Esta ubicado en un entorno casi de cuento, rodeado de un vasto jardín coronado con unas vistas fantásticas de todo Londres. Lástima que se encuentre donde Cristo pegó las tres voces. Aun así, cuando enfilas la cuesta hacía el palacete donde se celebra el concierto ya eres consciente de que el lutgar tiene algo especial. Jugando con esa situación alejada, allí te encuentras con un minifestival. En los aledaños de la sala empiezas a ver los primeros puestos de comida y bebida y, una vez que chequeas el ticket y ya estás dentro del Alexander Palace entras en una especie de feria gastronómica: más de una decena de todo tipo de comida basura y bebidas dónde poder amenizar la espera de casi hora y media entre la apertura de puertas y el inicio de los teloneros. Con las ganas y la euforia de ver a Florence & The Machine, hasta esa misma tarde no me había por mirar qué grupo iba a tener el honor de dar el pistoletazo de salida a la noche. La sorpresa fue agradable: The Staves. Conocí al grupo gracias a Rocket y aunque el disco me parece un pelín repetitivo (creo que por la voz de una de las chicas) me apetecía verlas. En apenas 40 minutos dieron un buen ejercicio de folk efectivo y efectista. Con momentos de juegos vocales muy bien elaborados (incluido un inicio a capella, con dos cojones) que, poco a poco, fueron calando en un público un poco disperso al principio. Un buen aperitivo para el plato fuerte del día.

Después de una espera de casi 45 minutos desde el final de The Staves, por fin se apagan las luces del Alexander Palace y y empiezan a desfilar por el escenario los 11 músicos y coristas que acompañan a Florence en un escenario que, gracias su distribución y luces se asemeja a un escenario de un club recién sacado de los años 20. Con un público completamente entregado, muy joven en su mayoría, arranca el concierto con What the Water Gave Me. El delirio. Y, joder, suena épico. A pesar de ser 12 personas en el escenario, la presencia de Florence es la que lo acapara todo. Es algo más que una simple cantante. Ship to Wreck y Shake It Out continúan llevando al público a una especie de nirvana. Y no es para menos: estamos siendo testigos de un recital que va más allá de lo musical pero donde lo que importa es la música. Bird Song Intro, Rabbit Heart y Third Eye bajan el nivel de excitación colectiva, pero es algo completamente momentáneo y anecdótico. Deliah y un sensacional interpretación de You've Got the Love son el preámbulo perfecto para uno de los momentos de la noche: How Big, How Blue, How Beautiful, donde los vientos toman el papel protagonista (si es que algo puede tomar ese papel estando Florence sobre el escenario). Quizá con Cosmic Love y Long & Lost llegó el momento más bajo de la noche pero, de nuevo, fue solo un espejismo que se disipó con otra de las grandes interpretaciones de la noche:  Mother. Sonó con fuerza, potencia y un con un ejercicio vocal fuera de lo común. Con Queens of Peace, Spectrum y una desbocada Dog Days Are Over se ponía el punto y seguido al concierto. Después del típico, y cada vez más absurdo, parón, Florence vuelve al escenario y suena la mejor canción del año:  What kind of man. Y como broche Drumming Song.

Después se encienden las luces y vuelves a la realidad. En ese momento eres consciente de haber tenido la suerte de ver a esta artista y en este momento, defendiendo  la barbaridad de disco que ha publicado y viéndola hacerse la dueña de un escenario como pocos artistas podrían hacerlo hoy en día. Y enfilas el camino al metro sin importarte las casi dos horas que quedan para que llegues a casa porque acabas de ver algo que difícilmente se te va olvidar.

Joer, qué guay, Crónica de éxito anunciado.
¿El sonido fue bueno? Sólo eche en falta en algunos videos que aquello sonase un poco más potente. La voz de Florencia reinaba sobre todo, pero el resto de la música (menos los metales) sonaba un poco enlatado. Por poner un ejemplo, las guitarras de what Kind of man no atronaban (que para mí en directo tienen que atronar).
Pero también es verdad que una vez estás en el directo, esa impresión (de verlo en casa por pantalla) desaparece y te llena mucho más el sonido.
Un lujo que hayas visto a Florence en su momento y con su disco. Vendrán más discos (incluso puede que mejores), pero verla en esta gira es una triunfada.
¿He dicho ya lo de la envidia?

pinkpanther escribió:Bravo Geme.

Gran crónica.

Geme escribió:

Black Eye escribió:

Geme escribió:El Alexander Palace es un sitio ideal para ver según qué conciertos. Esta ubicado en un entorno casi de cuento, rodeado de un vasto jardín coronado con unas vistas fantásticas de todo Londres. Lástima que se encuentre donde Cristo pegó las tres voces. Aun así, cuando enfilas la cuesta hacía el palacete donde se celebra el concierto ya eres consciente de que el lutgar tiene algo especial. Jugando con esa situación alejada, allí te encuentras con un minifestival. En los aledaños de la sala empiezas a ver los primeros puestos de comida y bebida y, una vez que chequeas el ticket y ya estás dentro del Alexander Palace entras en una especie de feria gastronómica: más de una decena de todo tipo de comida basura y bebidas dónde poder amenizar la espera de casi hora y media entre la apertura de puertas y el inicio de los teloneros. Con las ganas y la euforia de ver a Florence & The Machine, hasta esa misma tarde no me había por mirar qué grupo iba a tener el honor de dar el pistoletazo de salida a la noche. La sorpresa fue agradable: The Staves. Conocí al grupo gracias a Rocket y aunque el disco me parece un pelín repetitivo (creo que por la voz de una de las chicas) me apetecía verlas. En apenas 40 minutos dieron un buen ejercicio de folk efectivo y efectista. Con momentos de juegos vocales muy bien elaborados (incluido un inicio a capella, con dos cojones) que, poco a poco, fueron calando en un público un poco disperso al principio. Un buen aperitivo para el plato fuerte del día.

Después de una espera de casi 45 minutos desde el final de The Staves, por fin se apagan las luces del Alexander Palace y y empiezan a desfilar por el escenario los 11 músicos y coristas que acompañan a Florence en un escenario que, gracias su distribución y luces se asemeja a un escenario de un club recién sacado de los años 20. Con un público completamente entregado, muy joven en su mayoría, arranca el concierto con What the Water Gave Me. El delirio. Y, joder, suena épico. A pesar de ser 12 personas en el escenario, la presencia de Florence es la que lo acapara todo. Es algo más que una simple cantante. Ship to Wreck y Shake It Out continúan llevando al público a una especie de nirvana. Y no es para menos: estamos siendo testigos de un recital que va más allá de lo musical pero donde lo que importa es la música. Bird Song Intro, Rabbit Heart y Third Eye bajan el nivel de excitación colectiva, pero es algo completamente momentáneo y anecdótico. Deliah y un sensacional interpretación de You've Got the Love son el preámbulo perfecto para uno de los momentos de la noche: How Big, How Blue, How Beautiful, donde los vientos toman el papel protagonista (si es que algo puede tomar ese papel estando Florence sobre el escenario). Quizá con Cosmic Love y Long & Lost llegó el momento más bajo de la noche pero, de nuevo, fue solo un espejismo que se disipó con otra de las grandes interpretaciones de la noche:  Mother. Sonó con fuerza, potencia y un con un ejercicio vocal fuera de lo común. Con Queens of Peace, Spectrum y una desbocada Dog Days Are Over se ponía el punto y seguido al concierto. Después del típico, y cada vez más absurdo, parón, Florence vuelve al escenario y suena la mejor canción del año:  What kind of man. Y como broche Drumming Song.

Después se encienden las luces y vuelves a la realidad. En ese momento eres consciente de haber tenido la suerte de ver a esta artista y en este momento, defendiendo  la barbaridad de disco que ha publicado y viéndola hacerse la dueña de un escenario como pocos artistas podrían hacerlo hoy en día. Y enfilas el camino al metro sin importarte las casi dos horas que quedan para que llegues a casa porque acabas de ver algo que difícilmente se te va olvidar.

Joer, qué guay, Crónica de éxito anunciado.
¿El sonido fue bueno? Sólo eche en falta en algunos videos que aquello sonase un poco más potente. La voz de Florencia reinaba sobre todo, pero el resto de la música (menos los metales) sonaba un poco enlatado. Por poner un ejemplo, las guitarras de what Kind of man no atronaban (que para mí en directo tienen que atronar).
Pero también es verdad que una vez estás en el directo, esa impresión (de verlo en casa por pantalla) desaparece y te llena mucho más el sonido.
Un lujo que hayas visto a Florence en su momento y con su disco. Vendrán más discos (incluso puede que mejores), pero verla en esta gira es una triunfada.
¿He dicho ya lo de la envidia?

A mí si me pareció buen sonido. Lo de las guitarras... puede ser que tengan menos protagonismo pero no se echan de menos.  What kind of man o mother sonaron como cohetes.

Mr. Encías escribió:

pinkpanther escribió:Bravo Geme.

Gran crónica.

 

Rayo escribió:

ghost?

Breath escribió:

Qué bestia, y qué buen rollo a la vez.

Frusciante escribió:

Rayo escribió:

ghost?

Parecido. Pintas siniestrorromanticoides con canciones más edulcoradas que un disco de Teresa Rabal. Eso sí, Florencia>>Teresa Rabal>>>>>>>Ghost

Breath escribió:Pero vamos a ver.

Johnny Kashmir escribió:

Breath escribió:Pero vamos a ver.

Impresionante.

pinkpanther escribió:

Johnny Kashmir escribió:

Breath escribió:Pero vamos a ver.

Impresionante.

Brutal.

Rayo escribió:


Foto del año.